/ martes 9 de marzo de 2021

La revolución del bikini, ahora en el futbol americano

Después de la Segunda Guerra Mundial, el planeta estaba conmovido por el impacto de la destrucción de las bombas atómicas en Japón; aún así, Estados Unidos continuó experimentando estas armas en un atolón de las Islas Marshall en el Pacífico Sur llamado Bikini. En 1947 el francés Luis Réard diseñó un traje de baño de dos piezas provocando un escándalo mundial de dimensiones atómicas, por esto, llamándolo bikini. Nadie se atrevía a modelarlo. Actualmente usar uno es normal, incluso esperado cuando se va a una playa; algo que nuestras abuelas no pudieron hacer. El bikini fue un detonador para comenzar a liberar a la mujer de prejuicios sociales y supuso un impulso feminista para quienes reclamaban la libertad de la mujer. Se prohibió su uso, iniciándose una lucha que permitió romper la norma, para que las mujeres usaran y enseñaran lo que quisieran de su cuerpo, lo que no fue sencillo.

La lucha de las mujeres por sus derechos no ha sido fácil; a lo largo de la historia han enfrentado innumerables obstáculos para alcanzar equidad y trato digno en igualdad de derechos. Paulina Vidal es mánager de las Mambas Negras de Puebla, equipo de futbol americano femenil en bikini. Al principio jugar era un sueño, luego un proyecto y ahora una realidad -refiere. Hemos pasado de todo, es una novela. El deporte es importante para desarrollar al ser humano; pero para las mujeres es más difícil porque no hay tantos apoyos como para un equipo de varones; las mujeres “van en el hogar”. El rival más fuerte para derribar en este deporte es salir de casa y del trabajo para practicarlo. Nadie creía en nosotras, pensaban que modelábamos. El presidente municipal de San Andrés Cholula una noche anterior a un juego mandó cerrar el deportivo con los patrocinadores dentro, porque su esposa dijo que era un evento de camisetas mojadas. No es un bikini lo que usamos, es un uniforme para defender nuestros colores en el campo, como en el fisicoconstructivismo, gimnasia o natación. La calidad de las jugadoras es intelectual, física y mental. El entrenamiento diario es de seis horas, tienen fisioterapeutas, nutriólogos y psicólogos. Hemos sido punta nacional en México en esto. No usamos equipo de hombres, porque está pensado para hombres. Es muy pesado y la movilidad es compleja. Nuestro deporte es más rápido. Nos enseñan cómo hacer derribes, agarres, candados y tenemos únicamente 1% de lesiones.

Comentarios despectivos respecto a cómo van a jugar un juego de hombres se escuchan constantemente. Los prejuicios culturales violentos del rol que debe llevar una mujer en sociedad aún prevalecen, y el futbol femenil y su uniforme son un ejemplo. La violencia contra la mujer tiene sus bases en la violencia cultural, que da pie a que las agresiones verbales y físicas sucedan; fundamenta esa clase de comentarios misóginos y excluyentes. Se conforma por diversos procesos subjetivos de interacción discursiva que constituyen el tejido de cualquier espacio socio-cultural, sustentadas en prácticas de inclusión/exclusión, de estereotipación negativa y de la construcción del otro u otra como inferiores y poco importantes. Démonos cuenta de las conductas que impiden la plena realización de la mujer para alcanzar cualquier objetivo que se proponga y detener la violencia contra la mujer, por atreverse a buscar equidad, libertad y realización de sus sueños. Estamos en proceso de un reacomodo social. De nuevo, el bikini llega a causar escándalo, pero en forma de una revolución feminista contemporánea para derribar los prejuicios que aún existen, marcados por la violencia cultural que permite el machismo. Volteemos al deporte para ver cómo está la sociedad. ¿Quién iba a pensar que una pequeña prenda de vestir continúe cambiando al mundo de manera radical?. Yo también quiero jugar, pero con mucho protector solar porque tengo la piel sensible.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el planeta estaba conmovido por el impacto de la destrucción de las bombas atómicas en Japón; aún así, Estados Unidos continuó experimentando estas armas en un atolón de las Islas Marshall en el Pacífico Sur llamado Bikini. En 1947 el francés Luis Réard diseñó un traje de baño de dos piezas provocando un escándalo mundial de dimensiones atómicas, por esto, llamándolo bikini. Nadie se atrevía a modelarlo. Actualmente usar uno es normal, incluso esperado cuando se va a una playa; algo que nuestras abuelas no pudieron hacer. El bikini fue un detonador para comenzar a liberar a la mujer de prejuicios sociales y supuso un impulso feminista para quienes reclamaban la libertad de la mujer. Se prohibió su uso, iniciándose una lucha que permitió romper la norma, para que las mujeres usaran y enseñaran lo que quisieran de su cuerpo, lo que no fue sencillo.

La lucha de las mujeres por sus derechos no ha sido fácil; a lo largo de la historia han enfrentado innumerables obstáculos para alcanzar equidad y trato digno en igualdad de derechos. Paulina Vidal es mánager de las Mambas Negras de Puebla, equipo de futbol americano femenil en bikini. Al principio jugar era un sueño, luego un proyecto y ahora una realidad -refiere. Hemos pasado de todo, es una novela. El deporte es importante para desarrollar al ser humano; pero para las mujeres es más difícil porque no hay tantos apoyos como para un equipo de varones; las mujeres “van en el hogar”. El rival más fuerte para derribar en este deporte es salir de casa y del trabajo para practicarlo. Nadie creía en nosotras, pensaban que modelábamos. El presidente municipal de San Andrés Cholula una noche anterior a un juego mandó cerrar el deportivo con los patrocinadores dentro, porque su esposa dijo que era un evento de camisetas mojadas. No es un bikini lo que usamos, es un uniforme para defender nuestros colores en el campo, como en el fisicoconstructivismo, gimnasia o natación. La calidad de las jugadoras es intelectual, física y mental. El entrenamiento diario es de seis horas, tienen fisioterapeutas, nutriólogos y psicólogos. Hemos sido punta nacional en México en esto. No usamos equipo de hombres, porque está pensado para hombres. Es muy pesado y la movilidad es compleja. Nuestro deporte es más rápido. Nos enseñan cómo hacer derribes, agarres, candados y tenemos únicamente 1% de lesiones.

Comentarios despectivos respecto a cómo van a jugar un juego de hombres se escuchan constantemente. Los prejuicios culturales violentos del rol que debe llevar una mujer en sociedad aún prevalecen, y el futbol femenil y su uniforme son un ejemplo. La violencia contra la mujer tiene sus bases en la violencia cultural, que da pie a que las agresiones verbales y físicas sucedan; fundamenta esa clase de comentarios misóginos y excluyentes. Se conforma por diversos procesos subjetivos de interacción discursiva que constituyen el tejido de cualquier espacio socio-cultural, sustentadas en prácticas de inclusión/exclusión, de estereotipación negativa y de la construcción del otro u otra como inferiores y poco importantes. Démonos cuenta de las conductas que impiden la plena realización de la mujer para alcanzar cualquier objetivo que se proponga y detener la violencia contra la mujer, por atreverse a buscar equidad, libertad y realización de sus sueños. Estamos en proceso de un reacomodo social. De nuevo, el bikini llega a causar escándalo, pero en forma de una revolución feminista contemporánea para derribar los prejuicios que aún existen, marcados por la violencia cultural que permite el machismo. Volteemos al deporte para ver cómo está la sociedad. ¿Quién iba a pensar que una pequeña prenda de vestir continúe cambiando al mundo de manera radical?. Yo también quiero jugar, pero con mucho protector solar porque tengo la piel sensible.