/ martes 24 de noviembre de 2020

La salud y el dinero

Es la salud el bien más preciado. Y no el oro o la plata (Mahatma Gandhi)

A partir de marzo del presente año, el panorama en el mundo cambió de una forma drástica sin que nuestro país pudiera sustraerse al efecto de la pandemia cuyo origen tiene más versiones que la saga de la Guerra de las Galaxias.

Sin embargo, el virus existe, es real y ningún país del mundo ha logrado encontrar la milagrosa “cura” a la enfermedad, prometiendo llegar para quedarse, como una más de las manifestaciones del apocalipsis bíblico.

Desnuda ha quedado la deficiencia que en el ámbito de la medicina tenemos para enfrentar las enfermedades que nos acosan como sociedad. En México el sistema de salud no pasa la prueba del Covid, como no pasó la prueba de la diabetes, la hipertensión, el cáncer, y otras enfermedades para las cuales no hay cura posible.

Reduciendo la problemática a nuestro estado, las autoridades se han encargado de mantener desde hace muchos años un sistema de salud deficiente en todos los aspectos que hoy queda manifiesto ante la falta de insumos y medicamentos en los hospitales, de personal médico calificado, de espacios para atender a enfermos y la falta de aparatos como los cotizados “respiradores” tan necesarios para los enfermos graves de Covid.

Los métodos implementados por el gobierno a partir supuestamente de los acuerdos del Consejo Estatal de Salud no llevan a un combate real de la enfermedad. Las restricciones y cierre del comercio no dan el resultado deseado y el reciente descubrimiento del gobernador Javier Corral de la vacuna (el cubrebocas) nos lleva a la siguiente reflexión planteada acertadamente por el comunicador Marco Aurelio Guevara: ¿Si el “cubrebocas” es tan efectivo para detener los contagios, que razón tiene la inamovilidad y el cierre? O ¿si la inamovilidad y el cierre son la fortaleza de la lucha contra el Covid, que razón tiene el uso del cubrebocas?

Perdidos en el espacio sin duda las autoridades responsables. Otro ejemplo de incongruencia nos lo da el propio gobernador cuando se reúne con “la pandilla” de los 10 en el paradisiaco espacio de Cancún en forma personal cuando existen tantos elementos para efectuar las reuniones virtuales hoy en día, abandonando el Estado Grande que se encuentra en inamovilidad, con los hospitales llenos, sin insumos suficientes y medicamentos, con el personal del Sector Salud protestando por la falta de apoyos y una ciudadanía angustiada y cansada de los “ires y venires” de quienes han manejado la pandemia, además de los conflictos en el tema de seguridad que colocan el estado en los primeros lugares en los índices de violencia en México.

¡Ah!, pero la política tiene que seguir su curso. Los interesados metidos ya en los posicionamientos, fortaleciendo sus espacios y en la búsqueda de los apoyos sociales, humanos económicos y financieros, esperando la rebanada del pastel presupuestario que representa un gasto de más de 250 millones de pesos para los partidos políticos. Qué tristeza, para eso, ¡sí hay dinero!... ¡Hay que seguir cuidándonos!…


Correo: vicmedina@hotmail.com


Es la salud el bien más preciado. Y no el oro o la plata (Mahatma Gandhi)

A partir de marzo del presente año, el panorama en el mundo cambió de una forma drástica sin que nuestro país pudiera sustraerse al efecto de la pandemia cuyo origen tiene más versiones que la saga de la Guerra de las Galaxias.

Sin embargo, el virus existe, es real y ningún país del mundo ha logrado encontrar la milagrosa “cura” a la enfermedad, prometiendo llegar para quedarse, como una más de las manifestaciones del apocalipsis bíblico.

Desnuda ha quedado la deficiencia que en el ámbito de la medicina tenemos para enfrentar las enfermedades que nos acosan como sociedad. En México el sistema de salud no pasa la prueba del Covid, como no pasó la prueba de la diabetes, la hipertensión, el cáncer, y otras enfermedades para las cuales no hay cura posible.

Reduciendo la problemática a nuestro estado, las autoridades se han encargado de mantener desde hace muchos años un sistema de salud deficiente en todos los aspectos que hoy queda manifiesto ante la falta de insumos y medicamentos en los hospitales, de personal médico calificado, de espacios para atender a enfermos y la falta de aparatos como los cotizados “respiradores” tan necesarios para los enfermos graves de Covid.

Los métodos implementados por el gobierno a partir supuestamente de los acuerdos del Consejo Estatal de Salud no llevan a un combate real de la enfermedad. Las restricciones y cierre del comercio no dan el resultado deseado y el reciente descubrimiento del gobernador Javier Corral de la vacuna (el cubrebocas) nos lleva a la siguiente reflexión planteada acertadamente por el comunicador Marco Aurelio Guevara: ¿Si el “cubrebocas” es tan efectivo para detener los contagios, que razón tiene la inamovilidad y el cierre? O ¿si la inamovilidad y el cierre son la fortaleza de la lucha contra el Covid, que razón tiene el uso del cubrebocas?

Perdidos en el espacio sin duda las autoridades responsables. Otro ejemplo de incongruencia nos lo da el propio gobernador cuando se reúne con “la pandilla” de los 10 en el paradisiaco espacio de Cancún en forma personal cuando existen tantos elementos para efectuar las reuniones virtuales hoy en día, abandonando el Estado Grande que se encuentra en inamovilidad, con los hospitales llenos, sin insumos suficientes y medicamentos, con el personal del Sector Salud protestando por la falta de apoyos y una ciudadanía angustiada y cansada de los “ires y venires” de quienes han manejado la pandemia, además de los conflictos en el tema de seguridad que colocan el estado en los primeros lugares en los índices de violencia en México.

¡Ah!, pero la política tiene que seguir su curso. Los interesados metidos ya en los posicionamientos, fortaleciendo sus espacios y en la búsqueda de los apoyos sociales, humanos económicos y financieros, esperando la rebanada del pastel presupuestario que representa un gasto de más de 250 millones de pesos para los partidos políticos. Qué tristeza, para eso, ¡sí hay dinero!... ¡Hay que seguir cuidándonos!…


Correo: vicmedina@hotmail.com