/ viernes 15 de octubre de 2021

La sequía ha provocado graves daños a los bosques del estado

Por Óscar Estrada Murrieta

De acuerdo con información publicada por la Comisión Nacional del Agua, en el periodo comprendido entre agosto de 2020 y mayo del presente año, antes de la presencia de las recientes lluvias de verano, la precipitación promedio que se presentó en el estado fue de 135.9 mm, lo que representa tan sólo el 46% de la lluvia que en promedio se esperaría para este periodo.

Esta situación ha provocado, como sabemos, graves afectaciones a los productores agrícolas y ganaderos del estado. De igual forma, los bosques han resultado severamente afectados por esta falta de lluvias. Uno de los mayores problemas que se presentaron como efecto de esta sequía, son los incendios forestales. De acuerdo con información de la Conafor, en el presente año se han registrado un total de 650 incendios que han afectado 89,231 hectáreas. De esta superficie, 4,388 hectáreas son de arbolado adulto y 5,648 de renuevo. En estos dos tipos de vegetación, la afectación es muy grave, ya que si se daña el renuevo, se pierde la continuidad de un nuevo bosque, y en el caso de los daños al arbolado adulto, pueden pasar varias décadas para que se logre recuperar la vegetación perdida.

Por otra parte, es muy conocido que la sequía provoca estrés o debilitamiento del arbolado y esto lo hace altamente vulnerable al ataque de plagas forestales, principalmente de los llamados insectos descortezadores. Este año se han presentado ya importantes afectaciones en los bosques del estado, ocasionadas por estas plagas.

El calentamiento global es sin duda una realidad cuyas consecuencias se manifiestan cada vez con mayor intensidad. Las sequías, que ahora son más recurrentes e intensas, nos obligarán a estar mejor preparados para enfrentar a futuro y de manera cotidiana, estas nuevas condiciones. A esto se refieren los científicos cuando señalan la importancia de diseñar políticas e impulsar programas de adaptación al cambio climático, y con ello tratar de atenuar, en la medida de lo posible, sus efectos negativos.

Ante estas condiciones, se deberá poner la mayor atención al monitoreo de las lluvias, y en caso de detectar una situación de riesgo, anticiparse con medidas preventivas y estrategias de acción temprana. En el programa de protección contra incendios forestales es muy importante impulsar campañas de prevención, incrementar el número de brigadas, dotarlas del suficiente equipo y provisiones, entre otras acciones. De igual forma, en el caso de las plagas forestales preparar un programa de atención emergente, previo a la temporada en que se manifiesta su mayor presencia.

Para atender esta problemática, es fundamental que los gobiernos, tanto estatal como federal, asignen mayores presupuestos a las dependencias responsables de atender estos programas y no reducirlos, como ha ocurrido en los últimos cinco años, en que han dado constantes y fuertes recortes a sus presupuestos. Se debe tener clara conciencia que está en juego la permanencia de nuestros bosques, pero al parecer no se está comprendiendo la gravedad de este problema.

oestradam81@hotmail.com


Por Óscar Estrada Murrieta

De acuerdo con información publicada por la Comisión Nacional del Agua, en el periodo comprendido entre agosto de 2020 y mayo del presente año, antes de la presencia de las recientes lluvias de verano, la precipitación promedio que se presentó en el estado fue de 135.9 mm, lo que representa tan sólo el 46% de la lluvia que en promedio se esperaría para este periodo.

Esta situación ha provocado, como sabemos, graves afectaciones a los productores agrícolas y ganaderos del estado. De igual forma, los bosques han resultado severamente afectados por esta falta de lluvias. Uno de los mayores problemas que se presentaron como efecto de esta sequía, son los incendios forestales. De acuerdo con información de la Conafor, en el presente año se han registrado un total de 650 incendios que han afectado 89,231 hectáreas. De esta superficie, 4,388 hectáreas son de arbolado adulto y 5,648 de renuevo. En estos dos tipos de vegetación, la afectación es muy grave, ya que si se daña el renuevo, se pierde la continuidad de un nuevo bosque, y en el caso de los daños al arbolado adulto, pueden pasar varias décadas para que se logre recuperar la vegetación perdida.

Por otra parte, es muy conocido que la sequía provoca estrés o debilitamiento del arbolado y esto lo hace altamente vulnerable al ataque de plagas forestales, principalmente de los llamados insectos descortezadores. Este año se han presentado ya importantes afectaciones en los bosques del estado, ocasionadas por estas plagas.

El calentamiento global es sin duda una realidad cuyas consecuencias se manifiestan cada vez con mayor intensidad. Las sequías, que ahora son más recurrentes e intensas, nos obligarán a estar mejor preparados para enfrentar a futuro y de manera cotidiana, estas nuevas condiciones. A esto se refieren los científicos cuando señalan la importancia de diseñar políticas e impulsar programas de adaptación al cambio climático, y con ello tratar de atenuar, en la medida de lo posible, sus efectos negativos.

Ante estas condiciones, se deberá poner la mayor atención al monitoreo de las lluvias, y en caso de detectar una situación de riesgo, anticiparse con medidas preventivas y estrategias de acción temprana. En el programa de protección contra incendios forestales es muy importante impulsar campañas de prevención, incrementar el número de brigadas, dotarlas del suficiente equipo y provisiones, entre otras acciones. De igual forma, en el caso de las plagas forestales preparar un programa de atención emergente, previo a la temporada en que se manifiesta su mayor presencia.

Para atender esta problemática, es fundamental que los gobiernos, tanto estatal como federal, asignen mayores presupuestos a las dependencias responsables de atender estos programas y no reducirlos, como ha ocurrido en los últimos cinco años, en que han dado constantes y fuertes recortes a sus presupuestos. Se debe tener clara conciencia que está en juego la permanencia de nuestros bosques, pero al parecer no se está comprendiendo la gravedad de este problema.

oestradam81@hotmail.com