/ martes 16 de enero de 2018

La tiranía en campaña

“La tiranía más insoportable es la tiranía de los subalternos”   

Napoleón   

Al iniciar precisamente las precampañas los aspirantes (“el que respira, aspira”), Artemio Iglesias muestra sus concentraciones de acarreados para impresionar a sus adversarios. Los tiranos eran eso, personajes, que en la antigua Atenas, desde la Acrópolis proclamaban su poder con el apoyo de los acarreados. Pisístrato fue el tirano más famoso de Atenas.

Pero ¿quiénes son los acarreados? Los que obligados por el poder en turno (coacción), los convenencieros y los incondicionales que se ven obligados a participar en actos de dominio demagógico para instalar al tirano demagogo. Gobernantes, pro-reeleccionistas, independientes, utilizan recursos inconfesables para llevar a cabo sus actos faraónicos e instalar sus encuestas que, desde luego, los favorecen. Unos presumen de austeros y tienen el apoyo popular, según ellos, ja, ja, ja.  Otros tienen el poder y utilizan recursos personales y promesas de odio eterno a sus enemigos. Otros prometen y prometen para su reelección, tal como lo hacía Porfirio Díaz. Y otros, con mucho dinero (¿?) se proclaman ‘independientes’ y recorren el país, los estados y los municipios para llegar a la tiranía sin compromiso alguno, pues son ‘independientes’ ja, ja, ja.

Los ciudadanos mexicanos nos alineamos con la Constitución, con el derecho y con la democracia representativa. La Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos son presentados al Congreso de la Unión, analizados, discutidos y aprobados por él. El Ejecutivo propone y el Legislativo dispone, ni más ni menos. Quien afirme otra cosa, difama. Ciertamente, el tirano no se sujeta ni se sujetaba al marco legal. Elijamos la verdad y la convocatoria a la unión y la paz. Ciertamente lo que exigimos los ciudadanos mexicanos.

Veremos actos de pirotecnia demagógica en estos meses, ¡rechacémoslos!

 

                                                                                  

 

   

“La tiranía más insoportable es la tiranía de los subalternos”   

Napoleón   

Al iniciar precisamente las precampañas los aspirantes (“el que respira, aspira”), Artemio Iglesias muestra sus concentraciones de acarreados para impresionar a sus adversarios. Los tiranos eran eso, personajes, que en la antigua Atenas, desde la Acrópolis proclamaban su poder con el apoyo de los acarreados. Pisístrato fue el tirano más famoso de Atenas.

Pero ¿quiénes son los acarreados? Los que obligados por el poder en turno (coacción), los convenencieros y los incondicionales que se ven obligados a participar en actos de dominio demagógico para instalar al tirano demagogo. Gobernantes, pro-reeleccionistas, independientes, utilizan recursos inconfesables para llevar a cabo sus actos faraónicos e instalar sus encuestas que, desde luego, los favorecen. Unos presumen de austeros y tienen el apoyo popular, según ellos, ja, ja, ja.  Otros tienen el poder y utilizan recursos personales y promesas de odio eterno a sus enemigos. Otros prometen y prometen para su reelección, tal como lo hacía Porfirio Díaz. Y otros, con mucho dinero (¿?) se proclaman ‘independientes’ y recorren el país, los estados y los municipios para llegar a la tiranía sin compromiso alguno, pues son ‘independientes’ ja, ja, ja.

Los ciudadanos mexicanos nos alineamos con la Constitución, con el derecho y con la democracia representativa. La Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos son presentados al Congreso de la Unión, analizados, discutidos y aprobados por él. El Ejecutivo propone y el Legislativo dispone, ni más ni menos. Quien afirme otra cosa, difama. Ciertamente, el tirano no se sujeta ni se sujetaba al marco legal. Elijamos la verdad y la convocatoria a la unión y la paz. Ciertamente lo que exigimos los ciudadanos mexicanos.

Veremos actos de pirotecnia demagógica en estos meses, ¡rechacémoslos!