/ sábado 25 de septiembre de 2021

La tragedia de los migrantes

Por: María de los Angeles Ruiz Almeyda

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la Cepal, la migración puede definirse de diferentes formas, básicamente es el cambio de residencia que implica el traspaso de algún límite geográfico u administrativo debidamente definido, si el límite que se cruza es de carácter internacional, es decir cruzar fronteras, entonces la migración será internacional, si los límites son domésticos, es decir dentro del país, pues entonces es migración interna.

La migración es algo que ha existido desde que la vida apareció en el planeta, pero a medida que las civilizaciones “avanzan” y la población aumenta, los problemas se agravan, el hambre, la violencia, la falta de buena administración de los recursos con los que cuentan los estados, los intereses particulares, el egoísmo de los que están en los puestos de poder, todos los factores se unifican y configuran para que las poblaciones sufran cada vez más los impactos de todos estos factores, lo que lleva a la terrible decisión de tener que migrar.

Es de actualidad el tema porque se ha agravado en nuestra región por la situación que vive particularmente el país caribeño de Haití, pero prácticamente toda América Latina padece los mismos problemas, unos en mayor grado que otros.

Haití, sumido siempre en la miseria, se dice que consagrado al mal, es un territorio infértil, con población que vive de una forma infrahumana, y que desafortunadamente está dispuesto a todo por sobrevivir, lo que hace que la cultura y sus costumbres en muchas circunstancias sean no adecuadas para la convivencia con otras civilizaciones, así lo estamos comprobando los mexicanos con esta ola de personas, principalmente haitianos, que tenemos varados en diferentes municipios fronterizos del país.

En la carta de los derechos humanos se consagra el derecho a tener todo lo necesario y fundamental para poder vivir con dignidad, en la realidad vemos que no es posible para muchos humanos, y cuando queremos comprobar la dualidad entre los discursos y la realidad volteemos a ver la migración para entender todos los conflictos sociales posibles unidos en una sola situación.

Considero que como humanos tenemos muchos retos que enfrentar, y este es uno mayor, ya que coloca en un solo panorama a humanos en los dos polos opuestos de una recta numérica, por un lado vemos en la foto a los líderes del mundo, humanos igual que los otros seres que están del lado negativo donde ya no hay nada que perder, donde jugarse la vida es lo único que queda, acompañado de sus seres queridos, sean niños o mujeres o ancianos o lo que sea que los acompañe aspiran legítimamente a ocupar un nuevo territorio que tenga oportunidades para poder sobrevivir y escapar de los infiernos creados por seres semejantes pero muy alejados de las terribles condiciones en las que viven sus congéneres.

Es una realidad que no es posible para los estados aceptar a todas esas personas que quieren instalarse porque lo necesitan en nuestro territorio, he aquí lo terrible de la situación y mientras tanto, los municipios y la población mexicana tienen que enfrentar el problema y ver cómo atender a estos humanos en desgracia.

El reto para todos es grande y también es una buena oportunidad para que nuevos liderazgos que si resuelvan tanto en lo local como en lo global surjan, creo que no nada más en la igualdad y la libertad de decidir si eres hombre, mujer, caballo o rata, hemos evolucionado, aquí se abren nuevas oportunidades para crear mejores condiciones para todos.

Gracias y hasta la próxima (AECh). Abrazo de su amiga María de los Angeles Ruiz Almeyda.

Por: María de los Angeles Ruiz Almeyda

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la Cepal, la migración puede definirse de diferentes formas, básicamente es el cambio de residencia que implica el traspaso de algún límite geográfico u administrativo debidamente definido, si el límite que se cruza es de carácter internacional, es decir cruzar fronteras, entonces la migración será internacional, si los límites son domésticos, es decir dentro del país, pues entonces es migración interna.

La migración es algo que ha existido desde que la vida apareció en el planeta, pero a medida que las civilizaciones “avanzan” y la población aumenta, los problemas se agravan, el hambre, la violencia, la falta de buena administración de los recursos con los que cuentan los estados, los intereses particulares, el egoísmo de los que están en los puestos de poder, todos los factores se unifican y configuran para que las poblaciones sufran cada vez más los impactos de todos estos factores, lo que lleva a la terrible decisión de tener que migrar.

Es de actualidad el tema porque se ha agravado en nuestra región por la situación que vive particularmente el país caribeño de Haití, pero prácticamente toda América Latina padece los mismos problemas, unos en mayor grado que otros.

Haití, sumido siempre en la miseria, se dice que consagrado al mal, es un territorio infértil, con población que vive de una forma infrahumana, y que desafortunadamente está dispuesto a todo por sobrevivir, lo que hace que la cultura y sus costumbres en muchas circunstancias sean no adecuadas para la convivencia con otras civilizaciones, así lo estamos comprobando los mexicanos con esta ola de personas, principalmente haitianos, que tenemos varados en diferentes municipios fronterizos del país.

En la carta de los derechos humanos se consagra el derecho a tener todo lo necesario y fundamental para poder vivir con dignidad, en la realidad vemos que no es posible para muchos humanos, y cuando queremos comprobar la dualidad entre los discursos y la realidad volteemos a ver la migración para entender todos los conflictos sociales posibles unidos en una sola situación.

Considero que como humanos tenemos muchos retos que enfrentar, y este es uno mayor, ya que coloca en un solo panorama a humanos en los dos polos opuestos de una recta numérica, por un lado vemos en la foto a los líderes del mundo, humanos igual que los otros seres que están del lado negativo donde ya no hay nada que perder, donde jugarse la vida es lo único que queda, acompañado de sus seres queridos, sean niños o mujeres o ancianos o lo que sea que los acompañe aspiran legítimamente a ocupar un nuevo territorio que tenga oportunidades para poder sobrevivir y escapar de los infiernos creados por seres semejantes pero muy alejados de las terribles condiciones en las que viven sus congéneres.

Es una realidad que no es posible para los estados aceptar a todas esas personas que quieren instalarse porque lo necesitan en nuestro territorio, he aquí lo terrible de la situación y mientras tanto, los municipios y la población mexicana tienen que enfrentar el problema y ver cómo atender a estos humanos en desgracia.

El reto para todos es grande y también es una buena oportunidad para que nuevos liderazgos que si resuelvan tanto en lo local como en lo global surjan, creo que no nada más en la igualdad y la libertad de decidir si eres hombre, mujer, caballo o rata, hemos evolucionado, aquí se abren nuevas oportunidades para crear mejores condiciones para todos.

Gracias y hasta la próxima (AECh). Abrazo de su amiga María de los Angeles Ruiz Almeyda.