/ viernes 15 de marzo de 2019

La unidad de las iglesias cristianas

Me parece que la unidad de los cristianos es una necesidad en estos tiempos. Hubo errores en el trato entre los centros del cristianismo. No es tiempo de recordar ofensas mutuas, sino de construir la unidad. Una de las acciones que debemos vivir hoy es la oración por el acercamiento. Para eso se ha establecido al nivel de las iglesias, el octavario de oración por el ecumenismo. Es bueno recordar la recomendación de Juan XXIII en su primer encíclica "Ad Petri Cathedram”, él recomienda para el acercamiento: “En lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad; en todas las cosas, caridad”.

La Iglesia nació el año 33, cuando Jesús se fue. Desde entonces se fue extendiendo por el mundo entonces conocido. Fue haciendo su doctrina. En el Concilio de Nicea, 325, se definió con las notas: una, santa, católica y apostólica. Hacia el siglo décimo la Iglesia tenía dos secciones, era occidental (Roma) y era oriental (Constantinopla). Hubo diferencias entre Roma y Constantinopla, y Constantinopla se separó de Roma en 1054; primer cisma. Tomó el nombre de iglesia ortodoxa de Constantinopla.

En 1448 la iglesia oriental de Rusia se desprende de la Iglesia Católica y se da el nombre de Iglesia Ortodoxa Rusa. Es la segunda escisión, es el segundo cisma.

El año 1534 el rey de Inglaterra Enrique VIII, se separa de Roma y hace una religión propia de Inglaterra. Se llama Iglesia Anglicana. Tercer cisma.

En 1517 en Alemania los católicos se separan de Roma. El primero en separarse es Lutero. Para los protestantes vale la afirmación teológica de “Sólo la Biblia basta” para una doctrina cristiana. Son muchas las iglesias protestantes. He aquí algunas: luterana, calvinista, pentecostal, carismática, bautista, puritana, congregacionista, anabautista, evangélica, metodista, trinitaria. Es el cuarto cisma.

Estos cuatro cismas han subsistido junto con la Iglesia Católica. Hacia el final de sus días sobre la tierra, en su oración por el nuevo pueblo santo, Jesús oró: “Padre… te ruego… por todos aquellos que creerán en mí… Que todos sean uno, como tú Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado” (Jn 17,20-21).

El Concilio Vaticano II elaboró dos documentos para buscar la unidad. Se llaman “Unitatis redintegratio” y “Nostra aetate”. Y luego el papa San Juan Pablo II escribió, en 1995, la encíclica “Ut unum sint”.


Me parece que la unidad de los cristianos es una necesidad en estos tiempos. Hubo errores en el trato entre los centros del cristianismo. No es tiempo de recordar ofensas mutuas, sino de construir la unidad. Una de las acciones que debemos vivir hoy es la oración por el acercamiento. Para eso se ha establecido al nivel de las iglesias, el octavario de oración por el ecumenismo. Es bueno recordar la recomendación de Juan XXIII en su primer encíclica "Ad Petri Cathedram”, él recomienda para el acercamiento: “En lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad; en todas las cosas, caridad”.

La Iglesia nació el año 33, cuando Jesús se fue. Desde entonces se fue extendiendo por el mundo entonces conocido. Fue haciendo su doctrina. En el Concilio de Nicea, 325, se definió con las notas: una, santa, católica y apostólica. Hacia el siglo décimo la Iglesia tenía dos secciones, era occidental (Roma) y era oriental (Constantinopla). Hubo diferencias entre Roma y Constantinopla, y Constantinopla se separó de Roma en 1054; primer cisma. Tomó el nombre de iglesia ortodoxa de Constantinopla.

En 1448 la iglesia oriental de Rusia se desprende de la Iglesia Católica y se da el nombre de Iglesia Ortodoxa Rusa. Es la segunda escisión, es el segundo cisma.

El año 1534 el rey de Inglaterra Enrique VIII, se separa de Roma y hace una religión propia de Inglaterra. Se llama Iglesia Anglicana. Tercer cisma.

En 1517 en Alemania los católicos se separan de Roma. El primero en separarse es Lutero. Para los protestantes vale la afirmación teológica de “Sólo la Biblia basta” para una doctrina cristiana. Son muchas las iglesias protestantes. He aquí algunas: luterana, calvinista, pentecostal, carismática, bautista, puritana, congregacionista, anabautista, evangélica, metodista, trinitaria. Es el cuarto cisma.

Estos cuatro cismas han subsistido junto con la Iglesia Católica. Hacia el final de sus días sobre la tierra, en su oración por el nuevo pueblo santo, Jesús oró: “Padre… te ruego… por todos aquellos que creerán en mí… Que todos sean uno, como tú Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado” (Jn 17,20-21).

El Concilio Vaticano II elaboró dos documentos para buscar la unidad. Se llaman “Unitatis redintegratio” y “Nostra aetate”. Y luego el papa San Juan Pablo II escribió, en 1995, la encíclica “Ut unum sint”.