/ sábado 20 de octubre de 2018

La verdadera transformación

Para cuando Andrés Manuel López Obrador asuma la presidencia de México y eche a andar su proyecto denominado “La Cuarta Transformación”, Chihuahua estará a la vanguardia en el país, inmerso en el Movimiento Nacional Anticorrupción, muchos años por delante del nuevo y reluciente gobierno del PriMor.



La Primera Transformación la inició don Miguel Hidalgo y Costilla, con el movimiento armado de Independencia que nos liberó de 300 años de dominio español y le costó al país once años de lucha encarnizada (1810-1821).



La Segunda Transformación fue la promulgación de las Leyes de Reforma. Conjunto de normas expedidas entre 1855 y 1863, durante los gobiernos de Juan Álvarez, Ignacio Comonfort y quien se llevó el crédito histórico mayor, don Benito Pablo Juárez García. Su movimiento separó a la Iglesia del Estado.



La Tercera Transformación fue la Revolución Mexicana. Movimiento armado contra la dictadura de Porfirio Díaz entre 1910 y 1917. Al finalizar, fue promulgada la Constitución Política que nos rige actualmente.



Andrés Manuel López Obrador quiere protagonizar la Cuarta Transformación. Intenta inscribirse en la historia de nuestro país como lo hicieron nuestros héroes nacionales, pero sólo con el simple deseo de “gobernar bien”. Marcar el destino de México con los espejitos de la igualdad social, el fin de la pobreza nacional, la promulgación del amor y la paz o la felicidad ciudadana ante la violencia y el dolor, mediante la filosofía del olvido y el perdón. Quiere el privilegio, ante todo incluyendo nuestras leyes y normas, nuestras costumbres y tradiciones.



Y mientras el de Tepetitán, Macuspana, Tabasco se alista para su momento glorioso de entronización y arranque de la Cuarta Transformación, Chihuahua ya se le adelantó casi un siglo con una verdadera transformación nacional. La transformación cultural que busca erradicar e inhibir los males que corroen a nuestra sociedad y que ninguna de las anteriores verdaderamente se preocupó en atender.



La del combate a la corrupción y la impunidad. La del privilegio del imperio de la ley y la justicia ante cualquier abuso del poder o transgresión de la ley; la de la transparencia y la procuración del bien común, la paz y el desarrollo armónico y sustentable de los pueblos.



Una transformación cultural que apenas comienza y, por primera vez en la historia de México, ya tiene temblando de miedo a un presidente corrupto y su camarilla de funcionarios federales corruptos.



Chihuahua ya se adelantó con un capítulo mejor que quedará inscrito en las páginas de nuestra historia nacional. Mientras tanto, AMLO sigue esperando ansioso que lo entronicen para comenzar con su PriMor.



alfredopineraguevara@gmail.com

Para cuando Andrés Manuel López Obrador asuma la presidencia de México y eche a andar su proyecto denominado “La Cuarta Transformación”, Chihuahua estará a la vanguardia en el país, inmerso en el Movimiento Nacional Anticorrupción, muchos años por delante del nuevo y reluciente gobierno del PriMor.



La Primera Transformación la inició don Miguel Hidalgo y Costilla, con el movimiento armado de Independencia que nos liberó de 300 años de dominio español y le costó al país once años de lucha encarnizada (1810-1821).



La Segunda Transformación fue la promulgación de las Leyes de Reforma. Conjunto de normas expedidas entre 1855 y 1863, durante los gobiernos de Juan Álvarez, Ignacio Comonfort y quien se llevó el crédito histórico mayor, don Benito Pablo Juárez García. Su movimiento separó a la Iglesia del Estado.



La Tercera Transformación fue la Revolución Mexicana. Movimiento armado contra la dictadura de Porfirio Díaz entre 1910 y 1917. Al finalizar, fue promulgada la Constitución Política que nos rige actualmente.



Andrés Manuel López Obrador quiere protagonizar la Cuarta Transformación. Intenta inscribirse en la historia de nuestro país como lo hicieron nuestros héroes nacionales, pero sólo con el simple deseo de “gobernar bien”. Marcar el destino de México con los espejitos de la igualdad social, el fin de la pobreza nacional, la promulgación del amor y la paz o la felicidad ciudadana ante la violencia y el dolor, mediante la filosofía del olvido y el perdón. Quiere el privilegio, ante todo incluyendo nuestras leyes y normas, nuestras costumbres y tradiciones.



Y mientras el de Tepetitán, Macuspana, Tabasco se alista para su momento glorioso de entronización y arranque de la Cuarta Transformación, Chihuahua ya se le adelantó casi un siglo con una verdadera transformación nacional. La transformación cultural que busca erradicar e inhibir los males que corroen a nuestra sociedad y que ninguna de las anteriores verdaderamente se preocupó en atender.



La del combate a la corrupción y la impunidad. La del privilegio del imperio de la ley y la justicia ante cualquier abuso del poder o transgresión de la ley; la de la transparencia y la procuración del bien común, la paz y el desarrollo armónico y sustentable de los pueblos.



Una transformación cultural que apenas comienza y, por primera vez en la historia de México, ya tiene temblando de miedo a un presidente corrupto y su camarilla de funcionarios federales corruptos.



Chihuahua ya se adelantó con un capítulo mejor que quedará inscrito en las páginas de nuestra historia nacional. Mientras tanto, AMLO sigue esperando ansioso que lo entronicen para comenzar con su PriMor.



alfredopineraguevara@gmail.com