/ lunes 21 de febrero de 2022

La vida a los 60

Por: Román Rivas Hong

La industria manufacturera de exportación ha tenido presencia por más de 55 años en nuestro estado y su evolución ha sido enorme. Atrás quedaron esas industrias cuyos procesos eran intensamente manuales para dar paso a empresas con una alta complejidad tanto en el tipo de producto como sus procesos y la tecnología utilizada para producirlos. A la par de esta evolución, decenas de Pymes también se han creado y transformado para soportar y acompañar a nuestra industria en este camino evolutivo. El impacto de nuestra industria en la comunidad y su economía es enorme, ya que contribuimos con un 45% del empleo formal en el estado, pero no sólo eso, ya que también somos uno de los sectores con los menores porcentajes con nivel salarial L1 (de 1 a 2.9 salarios mínimos) de acuerdo con la Plataforma de Inteligencia Competitiva del Sector Privado (PICsp) del estado de Chihuahua. Atrás se quedaron esos juicios de tantas personas que declaraban “la maquila no paga” o “son muy negreros”; el tipo de comentarios al respecto era tal que nos remontaba a pensar a las épocas en donde la esclavitud era permitida pero… ¡Ninguno de esos juicios son correctos! Y quizá nunca lo fueron, ya que en décadas pasadas no teníamos acceso a los niveles de información a los que tenemos acceso en estos días.

Pero bien, teniendo nuestra industria tantos años ya de experiencia en nuestra región y tomando en cuenta que nuestro paso por las empresas es limitado, estamos empezando a ver a muchísimo personal de nuestras empresas que se está retirando y muchos de ellos no están esperándose a cumplir 65 años, la cual es la edad oficial de retiro en México de acuerdo con los lineamientos del Seguro Social; el retirarse a los 60 años implica el sacrificar un 25% de pensión, pero aun así, muchos de esos empleados que hicieron carrera en empresas de nuestro sector, prefieren tomar esa opción aspirando a una mucho mejor vida de retiro, ya que al final de cuentas no sabremos a ciencia cierta cuántos años más iremos a vivir, lo que sí es un hecho es que muchas de las personas que optan por esta opción en realidad seguirán teniendo algún tipo de actividad económica, pero la hacen ya sin estar atados a los horarios de una empresa y con una mayor flexibilidad en cuanto al uso de su tiempo. ¿Y si hubiera algún mecanismo para poder hacer esto mismo sin necesidad de recurrir a esta crucial decisión una vez que alcanzamos la séptima década? (nótese que nuestra primera década es de los 0 a los 9 años).

La gran mayoría de amigos y conocidos que tengo del sector y que han llegado a sus 60 años no solamente tienen una gran experiencia laboral y personal; también son personas que están llenas de energía, tienen salud y siguen teniendo una enorme curiosidad por el mundo, pero al mismo tiempo son personas que ya no desean estar atadas al ritmo de las empresas en las que crecieron en lo laboral. Las prioridades cambian conforme la vida pasa y aún con ese deseo que personas en sus 60 tienen de seguir activos y colaborar por ejemplo como mentores de generaciones más jóvenes mediante sus enseñanzas, desean hacerlo sin sacrificar su tiempo y, sobre todo, sin el estrés asociado al que vivieron mientras estuvieron laborando o dirigiendo en una empresa.

Con la experiencia que el paso de la industria nos ha dejado en el estado en todos estos años, una gran oportunidad que tenemos y que quizás ayudaría a esa necesidad de seguir activos después de los 60 años, es el poder formar grupos de gurús que ayuden a nuestras empresas, o a empresas que se instalen en la comunidad, a ser más competitivas. Muchos de los retirados de nuestra industria cuentan con una invaluable experiencia en procesos de transformación (maquinado, estampado, ensamble, inyección de plástico, etc.) y muchos otros con una extraordinaria experiencia en funciones de liderazgo, la cual aprendieron de los mejores, en términos de manufactura de clase mundial. El poder hilvanar estos esfuerzos mediante una estrategia daría a la región un ingrediente único que coadyuve a su competitividad, la cual es una prioridad para nuestros actuales gobiernos municipal y estatal. Esto daría también una gran alternativa de seguir activos a todos aquellos aproximándose a sus 60. Los países más desarrollados del mundo lo hacen, ¿por qué no hacerlo en Chihuahua? ¿Quién se anima? Yo sí le entro…

Por: Román Rivas Hong

La industria manufacturera de exportación ha tenido presencia por más de 55 años en nuestro estado y su evolución ha sido enorme. Atrás quedaron esas industrias cuyos procesos eran intensamente manuales para dar paso a empresas con una alta complejidad tanto en el tipo de producto como sus procesos y la tecnología utilizada para producirlos. A la par de esta evolución, decenas de Pymes también se han creado y transformado para soportar y acompañar a nuestra industria en este camino evolutivo. El impacto de nuestra industria en la comunidad y su economía es enorme, ya que contribuimos con un 45% del empleo formal en el estado, pero no sólo eso, ya que también somos uno de los sectores con los menores porcentajes con nivel salarial L1 (de 1 a 2.9 salarios mínimos) de acuerdo con la Plataforma de Inteligencia Competitiva del Sector Privado (PICsp) del estado de Chihuahua. Atrás se quedaron esos juicios de tantas personas que declaraban “la maquila no paga” o “son muy negreros”; el tipo de comentarios al respecto era tal que nos remontaba a pensar a las épocas en donde la esclavitud era permitida pero… ¡Ninguno de esos juicios son correctos! Y quizá nunca lo fueron, ya que en décadas pasadas no teníamos acceso a los niveles de información a los que tenemos acceso en estos días.

Pero bien, teniendo nuestra industria tantos años ya de experiencia en nuestra región y tomando en cuenta que nuestro paso por las empresas es limitado, estamos empezando a ver a muchísimo personal de nuestras empresas que se está retirando y muchos de ellos no están esperándose a cumplir 65 años, la cual es la edad oficial de retiro en México de acuerdo con los lineamientos del Seguro Social; el retirarse a los 60 años implica el sacrificar un 25% de pensión, pero aun así, muchos de esos empleados que hicieron carrera en empresas de nuestro sector, prefieren tomar esa opción aspirando a una mucho mejor vida de retiro, ya que al final de cuentas no sabremos a ciencia cierta cuántos años más iremos a vivir, lo que sí es un hecho es que muchas de las personas que optan por esta opción en realidad seguirán teniendo algún tipo de actividad económica, pero la hacen ya sin estar atados a los horarios de una empresa y con una mayor flexibilidad en cuanto al uso de su tiempo. ¿Y si hubiera algún mecanismo para poder hacer esto mismo sin necesidad de recurrir a esta crucial decisión una vez que alcanzamos la séptima década? (nótese que nuestra primera década es de los 0 a los 9 años).

La gran mayoría de amigos y conocidos que tengo del sector y que han llegado a sus 60 años no solamente tienen una gran experiencia laboral y personal; también son personas que están llenas de energía, tienen salud y siguen teniendo una enorme curiosidad por el mundo, pero al mismo tiempo son personas que ya no desean estar atadas al ritmo de las empresas en las que crecieron en lo laboral. Las prioridades cambian conforme la vida pasa y aún con ese deseo que personas en sus 60 tienen de seguir activos y colaborar por ejemplo como mentores de generaciones más jóvenes mediante sus enseñanzas, desean hacerlo sin sacrificar su tiempo y, sobre todo, sin el estrés asociado al que vivieron mientras estuvieron laborando o dirigiendo en una empresa.

Con la experiencia que el paso de la industria nos ha dejado en el estado en todos estos años, una gran oportunidad que tenemos y que quizás ayudaría a esa necesidad de seguir activos después de los 60 años, es el poder formar grupos de gurús que ayuden a nuestras empresas, o a empresas que se instalen en la comunidad, a ser más competitivas. Muchos de los retirados de nuestra industria cuentan con una invaluable experiencia en procesos de transformación (maquinado, estampado, ensamble, inyección de plástico, etc.) y muchos otros con una extraordinaria experiencia en funciones de liderazgo, la cual aprendieron de los mejores, en términos de manufactura de clase mundial. El poder hilvanar estos esfuerzos mediante una estrategia daría a la región un ingrediente único que coadyuve a su competitividad, la cual es una prioridad para nuestros actuales gobiernos municipal y estatal. Esto daría también una gran alternativa de seguir activos a todos aquellos aproximándose a sus 60. Los países más desarrollados del mundo lo hacen, ¿por qué no hacerlo en Chihuahua? ¿Quién se anima? Yo sí le entro…