/ viernes 25 de septiembre de 2020

La violencia doméstica en México

Antes de la pandemia las encuestas ya señalaban que el hogar es usualmente el lugar más peligroso para las mujeres y sus hijos, en México.

El 25 de abril, en Ciudad Juárez, una niña de un año y tres meses fue llevada a la Cruz Roja, con huellas de maltrato; sus padres fueron detenidos. En esa misma semana, otra pequeña de dos años de edad fue asesinada en Morelia.

Desde que México declaró la fase 2 de la pandemia de coronavirus, más de 30 niñas han sido brutalmente asesinadas en el país, dice la activista María Salguero, creadora del mapa de feminicidios en México.

La historia no es distinta a lo que ocurría antes de la pandemia. La crisis de derechos humanos y violencia que teníamos en el país no se ha ido. La narrativa se ha concentrado en el tema sanitario, pero las fragilidades en la violencia relacionada con la niñez están empeorando.

Vemos cómo día a día en Ciudad Juárez, en Chihuahua y en todo el país, denuncian a diario a algún familiar, alguna persona por agredir a los niños.

El panorama que viene es desolador. Miles de niños están atrapados en sus casas, con sus violentadores, sin ninguna vía de escape.

Muchas de las veces las mismas escuelas ayudan a detectar casos de niños violentados, pero ahora con el tema del Covid-19, y las escuelas cerradas, no sabemos qué es lo que está pasando en las casas.

La Red Nacional de Refugios anunció que han aumentado en un 80% las llamadas de auxilio por violencia de género. Estas llamadas de alerta no aportan mayores datos de lo que está pasando con los niños.

Antes de que se diera a conocer el tema de la pandemia del coronavirus, la violencia intrafamiliar ya había aumentado en un 20% en el primer trimestre del año en curso, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Ese mismo organismo anunció que parte del presupuesto de seguridad se redestinaría a la crisis sanitaria. Mientras eso sucede, la violencia contra los niños aumenta día a día en las calles, en las casas.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) y con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), 63% de los menores de 14 años sufren agresiones físicas y psicológicas como parte de su formación.

En junio pasado, la Unicef denunció un considerable incremento de la violencia contra niños y adolescentes en México, durante el periodo de confinamiento por la pandemia de coronavirus.

Guadalupe Osejo Vázquez, fundadora de la Asociación Civil Aldea de Oportunidades, reconoció que México es uno de los principales países donde los niños sufren mayor violencia familiar.

La niñez define en gran parte cómo seremos de adultos. Si en la infancia se sufren maltratos, es muy probable que se repitan patrones, convirtiéndose en un ciclo donde se naturaliza la violencia, y si a eso le agregamos que en muchos municipios no hay apoyo alguno, como programas de prevención, la violencia seguirá creciendo.

La Unicef estima que en México, el 62% de los niños y niñas han sufrido maltrato en algún momento de su vida, 10.1% de los estudiantes han padecido algún tipo de agresión física en la escuela, 5.5% han sido víctimas de violencia sexual y un 16.6% de violencia emocional.

Debemos saber que también existe la violencia emocional, mental, no sólo la física, y que es igual de dolorosa, de difícil, algunas veces peor que las agresiones físicas, ya que puede llegar hasta el suicidio.

Información de la ONU indica que México se ubica en el sexto lugar en América Latina, al tener un alto número de homicidios de menores, tan sólo en los últimos 25 años murieron asesinados diariamente dos niños o adolescentes menores de 14 años.

Las comunidades marginadas carecen de muchas necesidades, los indígenas se encuentran entre los grupos más vulnerables en México, la desigualdad que existe en los ingresos en el campo y la ciudad es muy grande.

En las localidades rurales con menos de 15,000 habitantes, la falta de ingreso afecta a 60.8% de la población, mientras que en zonas urbanas tan sólo un 39.8% padece algún tipo de necesidad.

El tema de la violencia es un gran problema social, en México existe un porcentaje altísimo de violencia familiar, 62% de los niños han sufrido maltratos en algún momento de su vida. Desafortunadamente, con los niños en espacios de gran hacinamiento, en muchísimos casos, el estrés del encierro, las tareas, las presiones económicas, los especialistas temen un recrudecimiento de las violaciones, los golpes, los abusos. Esta curva no se ha aplanado, no se ha controlado, no ha llegado a su pico.

¿Existen planes de ayuda para reforzar la protección de niñas, niños y adolescentes en México ante el incremento de la violencia contra la infancia?

1. Garantizar el acceso a los servicios de atención y apoyo para la infancia y adolescencia afectada por la violencia, mediante el fortalecimiento de las capacidades de los operadores de líneas de emergencia y ayuda, y asegurar el funcionamiento de las Procuradurías de Protección de la niñez para la salvaguarda inmediata de niñas, niños y adolescentes incluyendo interferencias remotas.

Crear alternativas de alojamiento y mecanismos de alerta, a partir de asegurar la disponibilidad de refugios, albergues o centros de acogida.

Prevenir la violencia mediante la difusión de información dirigida a cuidadores, niñas, niños y adolescentes, así como tomadores de decisión, para promover comportamientos que reduzcan riesgos y fortalezcan capacidades de prevención y de rechazo a la violencia. Estos son algunos de los planes que puedan llevar a cabo para ayudar a miles de niños que están sufriendo por la violencia el día a día.

La violencia tiene consecuencias en las vidas de los más jóvenes, consecuencias para su salud emocional, su capacidad de entender y relacionarse con otros, su posibilidad de crecer y desarrollarse plenamente.

Nuestros hijos podrán olvidar muchas cosas, muchas acciones, pero nunca cómo los hicimos sentir, los padres somos la guía de nuestros hijos.




Antes de la pandemia las encuestas ya señalaban que el hogar es usualmente el lugar más peligroso para las mujeres y sus hijos, en México.

El 25 de abril, en Ciudad Juárez, una niña de un año y tres meses fue llevada a la Cruz Roja, con huellas de maltrato; sus padres fueron detenidos. En esa misma semana, otra pequeña de dos años de edad fue asesinada en Morelia.

Desde que México declaró la fase 2 de la pandemia de coronavirus, más de 30 niñas han sido brutalmente asesinadas en el país, dice la activista María Salguero, creadora del mapa de feminicidios en México.

La historia no es distinta a lo que ocurría antes de la pandemia. La crisis de derechos humanos y violencia que teníamos en el país no se ha ido. La narrativa se ha concentrado en el tema sanitario, pero las fragilidades en la violencia relacionada con la niñez están empeorando.

Vemos cómo día a día en Ciudad Juárez, en Chihuahua y en todo el país, denuncian a diario a algún familiar, alguna persona por agredir a los niños.

El panorama que viene es desolador. Miles de niños están atrapados en sus casas, con sus violentadores, sin ninguna vía de escape.

Muchas de las veces las mismas escuelas ayudan a detectar casos de niños violentados, pero ahora con el tema del Covid-19, y las escuelas cerradas, no sabemos qué es lo que está pasando en las casas.

La Red Nacional de Refugios anunció que han aumentado en un 80% las llamadas de auxilio por violencia de género. Estas llamadas de alerta no aportan mayores datos de lo que está pasando con los niños.

Antes de que se diera a conocer el tema de la pandemia del coronavirus, la violencia intrafamiliar ya había aumentado en un 20% en el primer trimestre del año en curso, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Ese mismo organismo anunció que parte del presupuesto de seguridad se redestinaría a la crisis sanitaria. Mientras eso sucede, la violencia contra los niños aumenta día a día en las calles, en las casas.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) y con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), 63% de los menores de 14 años sufren agresiones físicas y psicológicas como parte de su formación.

En junio pasado, la Unicef denunció un considerable incremento de la violencia contra niños y adolescentes en México, durante el periodo de confinamiento por la pandemia de coronavirus.

Guadalupe Osejo Vázquez, fundadora de la Asociación Civil Aldea de Oportunidades, reconoció que México es uno de los principales países donde los niños sufren mayor violencia familiar.

La niñez define en gran parte cómo seremos de adultos. Si en la infancia se sufren maltratos, es muy probable que se repitan patrones, convirtiéndose en un ciclo donde se naturaliza la violencia, y si a eso le agregamos que en muchos municipios no hay apoyo alguno, como programas de prevención, la violencia seguirá creciendo.

La Unicef estima que en México, el 62% de los niños y niñas han sufrido maltrato en algún momento de su vida, 10.1% de los estudiantes han padecido algún tipo de agresión física en la escuela, 5.5% han sido víctimas de violencia sexual y un 16.6% de violencia emocional.

Debemos saber que también existe la violencia emocional, mental, no sólo la física, y que es igual de dolorosa, de difícil, algunas veces peor que las agresiones físicas, ya que puede llegar hasta el suicidio.

Información de la ONU indica que México se ubica en el sexto lugar en América Latina, al tener un alto número de homicidios de menores, tan sólo en los últimos 25 años murieron asesinados diariamente dos niños o adolescentes menores de 14 años.

Las comunidades marginadas carecen de muchas necesidades, los indígenas se encuentran entre los grupos más vulnerables en México, la desigualdad que existe en los ingresos en el campo y la ciudad es muy grande.

En las localidades rurales con menos de 15,000 habitantes, la falta de ingreso afecta a 60.8% de la población, mientras que en zonas urbanas tan sólo un 39.8% padece algún tipo de necesidad.

El tema de la violencia es un gran problema social, en México existe un porcentaje altísimo de violencia familiar, 62% de los niños han sufrido maltratos en algún momento de su vida. Desafortunadamente, con los niños en espacios de gran hacinamiento, en muchísimos casos, el estrés del encierro, las tareas, las presiones económicas, los especialistas temen un recrudecimiento de las violaciones, los golpes, los abusos. Esta curva no se ha aplanado, no se ha controlado, no ha llegado a su pico.

¿Existen planes de ayuda para reforzar la protección de niñas, niños y adolescentes en México ante el incremento de la violencia contra la infancia?

1. Garantizar el acceso a los servicios de atención y apoyo para la infancia y adolescencia afectada por la violencia, mediante el fortalecimiento de las capacidades de los operadores de líneas de emergencia y ayuda, y asegurar el funcionamiento de las Procuradurías de Protección de la niñez para la salvaguarda inmediata de niñas, niños y adolescentes incluyendo interferencias remotas.

Crear alternativas de alojamiento y mecanismos de alerta, a partir de asegurar la disponibilidad de refugios, albergues o centros de acogida.

Prevenir la violencia mediante la difusión de información dirigida a cuidadores, niñas, niños y adolescentes, así como tomadores de decisión, para promover comportamientos que reduzcan riesgos y fortalezcan capacidades de prevención y de rechazo a la violencia. Estos son algunos de los planes que puedan llevar a cabo para ayudar a miles de niños que están sufriendo por la violencia el día a día.

La violencia tiene consecuencias en las vidas de los más jóvenes, consecuencias para su salud emocional, su capacidad de entender y relacionarse con otros, su posibilidad de crecer y desarrollarse plenamente.

Nuestros hijos podrán olvidar muchas cosas, muchas acciones, pero nunca cómo los hicimos sentir, los padres somos la guía de nuestros hijos.