/ martes 9 de marzo de 2021

La violencia es el último recurso del incompetente

El título es una frase Isaac Asimov y refiere al tema de la violencia contra la mujer.

El pasado lunes, se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. Más que festejo es una conmemoración de la lucha histórica de las mujeres que inició en la búsqueda de mejores condiciones para ellas en el ámbito laboral, extendiéndose posteriormente en el tema económico, político y social.

Los primeros antecedentes datan del año 1857 en la ciudad de Nueva York, donde un grupo de obreras textiles protagonizaron manifestaciones en búsqueda de mejores condiciones de trabajo para ellas. Era una época en la que cada vez más mujeres se incorporaban a la producción, especialmente en la rama textil, donde eran mayoría absoluta. Pero las extenuantes jornadas de más de 12 horas a cambio de salarios miserables sublevaron a las obreras de una fábrica textil neoyorquina que salieron a reclamar por sus derechos. Las manifestantes fueron atacadas por la policía.

Pero esa no fue la primera ni la última vez que las obreras textiles se movilizaban. Medio siglo más tarde, en marzo de 1908, 15,000 obreras marcharon por la misma ciudad al grito de “¡Pan y rosas!”, sintetizando en esta consigna sus demandas por aumento de salario y por mejores condiciones de vida, muriendo calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton, en un incendio provocado por las bombas incendiarias que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro con el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.

A medida que el feminismo ha ido cobrando fuerza en todo el mundo, el Día de la Mujer ha ido perdiendo su carácter obrero, pasando a ser una jornada de lucha en la que se reclaman legítimamente los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos.

Y claro que hay avances, cada día más mujeres se suman al ámbito productivo, ejercen sus libertades y participan activamente en todos los temas. Desgraciadamente no faltan quienes aprovechándose de la lucha simulan su participación provocando el desorden, la anarquía, la destrucción y el vandalismo bajo la bandera del coraje que dicen tener ante el patriarcado ejercido por tantos años tratando de demostrar que esta forma de lucha es válida y legítima sin importar el daño físico que ocasionan a ciudadanos y a otras mujeres que resguardan monumentos públicos, instalaciones gubernamentales, negocios y empresas y que trabajan legal y honradamente en el área de la seguridad pública.

No se vale desquitar el coraje con este tipo de acciones reprobables por la mayoría de los ciudadanos escudándose en el anonimato, encapuchadas, radicales y violentas demostrando no tener la adecuada orientación de hacia dónde dirigir sus demandas.

Correo: vicmedina@hotmail.com

El título es una frase Isaac Asimov y refiere al tema de la violencia contra la mujer.

El pasado lunes, se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. Más que festejo es una conmemoración de la lucha histórica de las mujeres que inició en la búsqueda de mejores condiciones para ellas en el ámbito laboral, extendiéndose posteriormente en el tema económico, político y social.

Los primeros antecedentes datan del año 1857 en la ciudad de Nueva York, donde un grupo de obreras textiles protagonizaron manifestaciones en búsqueda de mejores condiciones de trabajo para ellas. Era una época en la que cada vez más mujeres se incorporaban a la producción, especialmente en la rama textil, donde eran mayoría absoluta. Pero las extenuantes jornadas de más de 12 horas a cambio de salarios miserables sublevaron a las obreras de una fábrica textil neoyorquina que salieron a reclamar por sus derechos. Las manifestantes fueron atacadas por la policía.

Pero esa no fue la primera ni la última vez que las obreras textiles se movilizaban. Medio siglo más tarde, en marzo de 1908, 15,000 obreras marcharon por la misma ciudad al grito de “¡Pan y rosas!”, sintetizando en esta consigna sus demandas por aumento de salario y por mejores condiciones de vida, muriendo calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton, en un incendio provocado por las bombas incendiarias que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro con el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.

A medida que el feminismo ha ido cobrando fuerza en todo el mundo, el Día de la Mujer ha ido perdiendo su carácter obrero, pasando a ser una jornada de lucha en la que se reclaman legítimamente los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos.

Y claro que hay avances, cada día más mujeres se suman al ámbito productivo, ejercen sus libertades y participan activamente en todos los temas. Desgraciadamente no faltan quienes aprovechándose de la lucha simulan su participación provocando el desorden, la anarquía, la destrucción y el vandalismo bajo la bandera del coraje que dicen tener ante el patriarcado ejercido por tantos años tratando de demostrar que esta forma de lucha es válida y legítima sin importar el daño físico que ocasionan a ciudadanos y a otras mujeres que resguardan monumentos públicos, instalaciones gubernamentales, negocios y empresas y que trabajan legal y honradamente en el área de la seguridad pública.

No se vale desquitar el coraje con este tipo de acciones reprobables por la mayoría de los ciudadanos escudándose en el anonimato, encapuchadas, radicales y violentas demostrando no tener la adecuada orientación de hacia dónde dirigir sus demandas.

Correo: vicmedina@hotmail.com