Dicen que las comparaciones son odiosas, pero el caso es que también son necesarias. El desarrollo que alcanzaron otros países que hace tres décadas estaban en similares o peores condiciones que el nuestro, aplicando las estrategias correctas principalmente en educación y cero tolerancia a la impunidad y a la corrupción, ¿y nosotros cuánto más seguiremos esperando para lograr esa meta?
Según Infobae, en América Latina los países que registraron mayor progreso y mejora en el nivel de vida de los habitantes en las últimas dos décadas así como también disminución de pobreza y crecimiento económico, esperanza de vida, logros educacionales e ingresos, fueron Chile y Uruguay; México ha bajado puntos y es el único país que tiene más de la mitad de su población en pobreza, dentro de los países que eligió Infobae para hacer la medición (Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, Uruguay).
Otro modelo exitoso es Singapur, que se corona con el gran mérito de pasar de la pobreza al desarrollo en pocas décadas, porque tiene una de las economías más fuertes a nivel mundial, su ingreso per cápita está por encima del noruego y del norteamericano, entre otros. Una de las estrategias para alcanzar el desarrollo fueron las acciones acertadas en la economía y la aplicación de medidas fuertes contra la corrupción, esto brindó seguridad y certeza jurídica a inversionistas y a la sociedad en general, además aplica severas sanciones a los funcionarios corruptos y sin excepción, el gobierno no debe gastar más de lo que ingresa y leyes para evitar el endeudamiento público, que casi lo prohíben. La calidad educativa en Singapur está reconocida mundialmente dentro de las mejores, la educación primaria es de doce años y todos los ciudadanos están obligados a cursarla, los alumnos son evaluados periódicamente y el papel de los maestros es de gran reconocimiento y respeto en la sociedad.
La reflexión es: ¿Por qué como país tenemos décadas en vías de desarrollo, quejándonos de la pobreza, de la situación de violencia, de la corrupción y de la impunidad y no llegamos más lejos del lamento? Si es tan sencillo imitar los modelos exitosos de desarrollo, como lo están haciendo otros países.
Han llegado a tal descaro la corrupción y la impunidad en México, que hoy somos testigos del avorazamiento de gobernantes y funcionarios públicos que llegan a ocupar los puestos para robarse los dineros del pueblo y hacerse millonarios, confiados en la protección de sus cómplices con poder, algunos por la presión ciudadana andan a salto de mata, evadiendo la acción de la justicia y en calidad de prófugos y otros ya están siendo procesados. La culpa no es sólo de los funcionarios y gobernantes corruptos, la ciudadanía también lleva parte de la culpa, por no exigir cero tolerancia a la impunidad y a la corrupción, por no exigir educación de calidad, por elegir a políticos que no están a la altura de la investidura que se le confía y en general por la indiferencia para forjar un mejor país.