/ miércoles 24 de noviembre de 2021

“Las mentiras de la fallida 4T”

Aquí están las principales mentiras de la 4T. Nos prometieron un crecimiento económico al 6% anual; la realidad, es que tenemos un crecimiento negativo (decrecimiento) del -3.06%. No hemos llegado al PIB del 2018. Hay una grave crisis económica, un millón y medio de empresas cerradas, 10 millones más de pobres, 24 mil millones de dólares más de deuda. La inflación más alta en 25 años (7.2% anual). El kilo de tortillas subió más del 30%, el gas el 45%, la gasolina no sólo no bajó, sino subió, la energía eléctrica doméstica ha aumentado al doble. El sector agropecuario ha sido el más golpeado, a pesar de que en campaña se dijo que se iba a apoyar como nunca, el presupuesto para este rubro ha bajado en más del 45% y ha llegado a ser el más bajo en la historia, tanto así que somos uno de los países latinoamericanos con el porcentaje más bajo, con respecto al PIB. Le quitaron 4 mil millones de pesos a la Financiera Nacional de Desarrollo, por lo cual no hay crédito agropecuario, ni ayuda para la comercialización ni para los fondos de aseguramiento de las cosechas. El Fondo Nacional de Desastres también ha sido eliminado.

Salud, íbamos a tener un servicio médico como en Dinamarca; realidad: desaparecieron el Seguro Popular, fracasó el Insabi, dejando a más de 30 millones de mexicanos sin cobertura médica, se robaron el Fondo para Enfermedades Catastróficas, por 33,000 millones de pesos. No hay medicamentos ni tratamientos, mucho menos nueva infraestructura hospitalaria, los niños con cáncer se están muriendo y una pésima administración de la pandemia con más de 320 mil defunciones reales, de acuerdo al Inegi.

En Seguridad, se iba a terminar la violencia y los delitos; por el contrario, la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes es la más alta de los últimos años, 30 por cada 100 mil habitantes, por el contrario Calderón tuvo 17.3 y Peña 20.2, además gran parte del territorio mexicano es controlado por la delincuencia organizada. Las matanzas, balaceras y actos violentos están a la orden del día. Desapareció el Fortaseg, que era el único recurso para que los estados y municipios pudieran tener más patrullas, equipo, entrenamiento y capacitación de los elementos de Seguridad Pública.

La última bandera que le quedaba a la fallida 4T, la lucha anticorrupción, ya nadie se las cree. Ningún presidente anterior había tenido tantos escándalos: sus hermanos, sus cuñados, su prima y ya no se diga los secretarios y directores, Bartlett, Rocío Nahle, Zoé Robledo, Ana Gabriela Guevara, los programas sociales sin padrones ni reglas de operación, las compras y contratos con más del 80% de asignación y otra larga lista de etcéteras.

Estamos dentro de los cinco países más corruptos del mundo.

Se les va a terminar el sexenio y nunca hicieron nada.

Sólo echar culpas.


Aquí están las principales mentiras de la 4T. Nos prometieron un crecimiento económico al 6% anual; la realidad, es que tenemos un crecimiento negativo (decrecimiento) del -3.06%. No hemos llegado al PIB del 2018. Hay una grave crisis económica, un millón y medio de empresas cerradas, 10 millones más de pobres, 24 mil millones de dólares más de deuda. La inflación más alta en 25 años (7.2% anual). El kilo de tortillas subió más del 30%, el gas el 45%, la gasolina no sólo no bajó, sino subió, la energía eléctrica doméstica ha aumentado al doble. El sector agropecuario ha sido el más golpeado, a pesar de que en campaña se dijo que se iba a apoyar como nunca, el presupuesto para este rubro ha bajado en más del 45% y ha llegado a ser el más bajo en la historia, tanto así que somos uno de los países latinoamericanos con el porcentaje más bajo, con respecto al PIB. Le quitaron 4 mil millones de pesos a la Financiera Nacional de Desarrollo, por lo cual no hay crédito agropecuario, ni ayuda para la comercialización ni para los fondos de aseguramiento de las cosechas. El Fondo Nacional de Desastres también ha sido eliminado.

Salud, íbamos a tener un servicio médico como en Dinamarca; realidad: desaparecieron el Seguro Popular, fracasó el Insabi, dejando a más de 30 millones de mexicanos sin cobertura médica, se robaron el Fondo para Enfermedades Catastróficas, por 33,000 millones de pesos. No hay medicamentos ni tratamientos, mucho menos nueva infraestructura hospitalaria, los niños con cáncer se están muriendo y una pésima administración de la pandemia con más de 320 mil defunciones reales, de acuerdo al Inegi.

En Seguridad, se iba a terminar la violencia y los delitos; por el contrario, la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes es la más alta de los últimos años, 30 por cada 100 mil habitantes, por el contrario Calderón tuvo 17.3 y Peña 20.2, además gran parte del territorio mexicano es controlado por la delincuencia organizada. Las matanzas, balaceras y actos violentos están a la orden del día. Desapareció el Fortaseg, que era el único recurso para que los estados y municipios pudieran tener más patrullas, equipo, entrenamiento y capacitación de los elementos de Seguridad Pública.

La última bandera que le quedaba a la fallida 4T, la lucha anticorrupción, ya nadie se las cree. Ningún presidente anterior había tenido tantos escándalos: sus hermanos, sus cuñados, su prima y ya no se diga los secretarios y directores, Bartlett, Rocío Nahle, Zoé Robledo, Ana Gabriela Guevara, los programas sociales sin padrones ni reglas de operación, las compras y contratos con más del 80% de asignación y otra larga lista de etcéteras.

Estamos dentro de los cinco países más corruptos del mundo.

Se les va a terminar el sexenio y nunca hicieron nada.

Sólo echar culpas.