/ martes 9 de noviembre de 2021

Las nuevas necesidades humanas 

Por: Antonio Ríos Ramírez

En esta época de cambios constantes y un entorno incierto las necesidades humanas también se han modificado o tal vez ampliado, desde las bases de Maslow, que establece cinco: las fisiológicas, seguridad, afiliación, de reconocimiento y autorrealización. En las últimas décadas han surgido nuevas que, de alguna manera, se adaptan y alinean a nuestros contextos. Estas necesidades son las que nos mueven a hacer lo que hacemos. Hay cuatro fundamentales que todos desarrollamos y dos que sólo desarrollan quienes sobresalen, quienes tienen la ambición de crecer.

Las cuatro necesidades fundamentales nos referimos a: La estabilidad, todos la necesitamos, tanto en la vida emocional, profesional, laboral, empresarial, como en lo físico. Sin la estabilidad se derrumban empresas, familias y el individuo mismo. Todos necesitamos tener estabilidad, se requiere para sobrevivir. Y para enfatizar preguntémonos: ¿Podemos ser grandes empresarios, mercadólogos, médicos o personas sin estabilidad? La segunda es vivir en la incertidumbre, todos necesitamos cambios, en las emociones, en lo físico, en sus estados emocionales, en el trabajo, viajar a lugares desconocidos, nuevas personas, nuevos conocimientos, en fin, la incertidumbre es algo que nos mueve a hacer cosas. La siguiente necesidad es la significancia. Todo ser necesita sentirse especial, sentir la gran diferencia y la complementariedad con los que nos rodean . Ser significante ante otros y ante sí mismo. Reclamamos atención y cuando ésta no se consigue el humano puede llegar a hacerse sentir significante recurriendo al enojo u a otra estrategia de respuesta frente a esta necesidad. Hay quien se hace notar victimizándose, hablando de sus problemas, de sus fracasos, transformando su insignificancia en significancia. Y la cuarta necesidad nueva es la conectividad. Todo ser humano necesita conectarse con otro ser, con una ideología, con un ente social, con una religión, con algo que le signifique identidad. La conectividad se puede dar de diversas maneras, incluso de forma agresiva. Así, las nuevas necesidades básicas son: estabilidad, incertidumbre, significancia y conectividad.

Las dos siguientes pocos las tienen como una necesidad, curiosamente quienes las tienen sobresalen en la vida y trascienden. La necesidad de crecimiento. No existe una satisfacción espiritual hasta que las capacidades del individuo se hayan expandido. ¿Por qué nos esforzamos en hacerlo? Necesitamos crecer y a menos que logremos expandirnos, la necesidad estará insatisfecha. Y por último, la siguiente es la contribución. ¿Qué mueve a los grandes hombres de nuestra época a donar no sólo su dinero, sino tiempo a causas loables? Si ya tienen estabilidad, han logrado sus objetivos gracias a la incertidumbre y fueron innovadores, son significantes, están conectados con la gente, ¿por qué contribuir? Sólo teniendo estas necesidades espirituales se experimenta gozo duradero en lugar de placer momentáneo. Cada persona, de alguna manera, busca satisfacerlas. Las cuatro primeras todos, las últimas dos, algunos. ¿Cómo satisfacer estas necesidades de una manera que dé más placer que dolor?, ¿cómo estás satisfaciendo tú estas necesidades?, ¿sabes qué áreas de tu vida debes trabajar para lograrlo? Una tarea de cada uno de nosotros es revisar cómo estamos satisfaciendo estas nuevas necesidades y veremos el reflejo de nuestro pasar por este mundo. Vamos satisfaciendo estas nuevas necesidades y caminando a lo que muchos conocemos como la felicidad.

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua



Por: Antonio Ríos Ramírez

En esta época de cambios constantes y un entorno incierto las necesidades humanas también se han modificado o tal vez ampliado, desde las bases de Maslow, que establece cinco: las fisiológicas, seguridad, afiliación, de reconocimiento y autorrealización. En las últimas décadas han surgido nuevas que, de alguna manera, se adaptan y alinean a nuestros contextos. Estas necesidades son las que nos mueven a hacer lo que hacemos. Hay cuatro fundamentales que todos desarrollamos y dos que sólo desarrollan quienes sobresalen, quienes tienen la ambición de crecer.

Las cuatro necesidades fundamentales nos referimos a: La estabilidad, todos la necesitamos, tanto en la vida emocional, profesional, laboral, empresarial, como en lo físico. Sin la estabilidad se derrumban empresas, familias y el individuo mismo. Todos necesitamos tener estabilidad, se requiere para sobrevivir. Y para enfatizar preguntémonos: ¿Podemos ser grandes empresarios, mercadólogos, médicos o personas sin estabilidad? La segunda es vivir en la incertidumbre, todos necesitamos cambios, en las emociones, en lo físico, en sus estados emocionales, en el trabajo, viajar a lugares desconocidos, nuevas personas, nuevos conocimientos, en fin, la incertidumbre es algo que nos mueve a hacer cosas. La siguiente necesidad es la significancia. Todo ser necesita sentirse especial, sentir la gran diferencia y la complementariedad con los que nos rodean . Ser significante ante otros y ante sí mismo. Reclamamos atención y cuando ésta no se consigue el humano puede llegar a hacerse sentir significante recurriendo al enojo u a otra estrategia de respuesta frente a esta necesidad. Hay quien se hace notar victimizándose, hablando de sus problemas, de sus fracasos, transformando su insignificancia en significancia. Y la cuarta necesidad nueva es la conectividad. Todo ser humano necesita conectarse con otro ser, con una ideología, con un ente social, con una religión, con algo que le signifique identidad. La conectividad se puede dar de diversas maneras, incluso de forma agresiva. Así, las nuevas necesidades básicas son: estabilidad, incertidumbre, significancia y conectividad.

Las dos siguientes pocos las tienen como una necesidad, curiosamente quienes las tienen sobresalen en la vida y trascienden. La necesidad de crecimiento. No existe una satisfacción espiritual hasta que las capacidades del individuo se hayan expandido. ¿Por qué nos esforzamos en hacerlo? Necesitamos crecer y a menos que logremos expandirnos, la necesidad estará insatisfecha. Y por último, la siguiente es la contribución. ¿Qué mueve a los grandes hombres de nuestra época a donar no sólo su dinero, sino tiempo a causas loables? Si ya tienen estabilidad, han logrado sus objetivos gracias a la incertidumbre y fueron innovadores, son significantes, están conectados con la gente, ¿por qué contribuir? Sólo teniendo estas necesidades espirituales se experimenta gozo duradero en lugar de placer momentáneo. Cada persona, de alguna manera, busca satisfacerlas. Las cuatro primeras todos, las últimas dos, algunos. ¿Cómo satisfacer estas necesidades de una manera que dé más placer que dolor?, ¿cómo estás satisfaciendo tú estas necesidades?, ¿sabes qué áreas de tu vida debes trabajar para lograrlo? Una tarea de cada uno de nosotros es revisar cómo estamos satisfaciendo estas nuevas necesidades y veremos el reflejo de nuestro pasar por este mundo. Vamos satisfaciendo estas nuevas necesidades y caminando a lo que muchos conocemos como la felicidad.

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua