/ viernes 19 de abril de 2019

Las siete palabras de Cristo en la cruz

Me parece bueno que con motivo de la Semana Santa de 2019 pensemos en las palabras que el Señor Jesús profirió desde la cruz. Las ceremonias de Semana Santa no son de precepto. Muchas personas, los días santos son los únicos que tienen de vacaciones, y los aprovechan para pasearse. Persiste sólo el precepto dominical de oír misa entera.

Antes de la fiesta de la Pascua, hacemos la recordación de la pasión de Jesús. Aceptó su muerte voluntariamente. Cada Semana Santa los católicos recordamos las palabras de Cristo crucificado. A cada expresión de Cristo se le da el nombre de “palabra”. La vida de Jesús era una enseñanza continua, en sus hechos y en sus palabras. Por eso estamos seguros de que en cada palabra nos dejó una enseñanza. Te invito, lectora, lector amable, a que saquemos de cada palabra una acción. Voy a comentar las palabras de Cristo en el orden que la tradición las ha colocado. Todos hemos de morir. En nuestros últimos momentos nos acordemos de Dios, como Jesús:

Primara palabra: “Padre: perdónalos, no saben lo que hacen”. Nuestra vida está llena de personas que nos ofendieron. Hemos de estar dispuestos a perdonarlos.

Segunda palabra: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Por nuestras acciones, palabras y dominios, ojalá que en nuestros momentos finales tengamos la seguridad de que vamos al cielo.

Tercera palabra: “He ahí a tu madre”. María es la madre de la Iglesia, y es también la madre de cada cristiano, de cada cristiana. Si fue nuestra madre en la vida, lo será en el momento final.

Cuarta palabra: “Padre, ¿por qué me has abandonado?”. Con estas palabras Jesús está rezando el salmo 22. Que cuando nos toque pasar a la otra vida sintamos la presencia de Dios.

Quinta palabra: “Tengo sed”. Tener sed de Dios en esos momentos es la más segura de las confianzas.

Sexta palabra: “Todo está cumplido”. Qué bueno que en esos momentos tengamos la seguridad de haber hecho todo el bien que podíamos hacer en nuestra vida.

Séptima palabra: “Te encomiendo mi espíritu”. Que sientas que al dejar este mundo, Dios te va a recibir con gusto en su cielo.


Me parece bueno que con motivo de la Semana Santa de 2019 pensemos en las palabras que el Señor Jesús profirió desde la cruz. Las ceremonias de Semana Santa no son de precepto. Muchas personas, los días santos son los únicos que tienen de vacaciones, y los aprovechan para pasearse. Persiste sólo el precepto dominical de oír misa entera.

Antes de la fiesta de la Pascua, hacemos la recordación de la pasión de Jesús. Aceptó su muerte voluntariamente. Cada Semana Santa los católicos recordamos las palabras de Cristo crucificado. A cada expresión de Cristo se le da el nombre de “palabra”. La vida de Jesús era una enseñanza continua, en sus hechos y en sus palabras. Por eso estamos seguros de que en cada palabra nos dejó una enseñanza. Te invito, lectora, lector amable, a que saquemos de cada palabra una acción. Voy a comentar las palabras de Cristo en el orden que la tradición las ha colocado. Todos hemos de morir. En nuestros últimos momentos nos acordemos de Dios, como Jesús:

Primara palabra: “Padre: perdónalos, no saben lo que hacen”. Nuestra vida está llena de personas que nos ofendieron. Hemos de estar dispuestos a perdonarlos.

Segunda palabra: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Por nuestras acciones, palabras y dominios, ojalá que en nuestros momentos finales tengamos la seguridad de que vamos al cielo.

Tercera palabra: “He ahí a tu madre”. María es la madre de la Iglesia, y es también la madre de cada cristiano, de cada cristiana. Si fue nuestra madre en la vida, lo será en el momento final.

Cuarta palabra: “Padre, ¿por qué me has abandonado?”. Con estas palabras Jesús está rezando el salmo 22. Que cuando nos toque pasar a la otra vida sintamos la presencia de Dios.

Quinta palabra: “Tengo sed”. Tener sed de Dios en esos momentos es la más segura de las confianzas.

Sexta palabra: “Todo está cumplido”. Qué bueno que en esos momentos tengamos la seguridad de haber hecho todo el bien que podíamos hacer en nuestra vida.

Séptima palabra: “Te encomiendo mi espíritu”. Que sientas que al dejar este mundo, Dios te va a recibir con gusto en su cielo.