/ sábado 29 de febrero de 2020

Las voces femeninas

Son muchas voces femeninas claman por el respeto y la reivindicación de los derechos de las mujeres, incluyendo por supuesto los derechos de mujeres que están desarrollándose en el vientre materno, porque son voces que defienden la vida, sabedoras que es el principal de los derechos del cual se derivan todos los demás; son muchas las voces femeninas que pregonan y trabajan por la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres, sin denostar a los hombres y sin lanzar mensajes de odio, porque la igualdad y la justicia solo se logran a través del respeto. Son miles las voces femeninas, que se unen para exigir la prevención, sanción, y erradicación de la violencia contra las mujeres, pero que también trabajan contra la violencia en general, porque atenta contra la dignidad de las personas, sean mujeres u hombres, en cualquiera de sus etapas, niños, jóvenes, adultos o adultos mayores, máxime si encuadran en condiciones de vulnerabilidad; y son muchas la voces femeninas que claman por que se gobierne con perspectiva de familia, para que se fortalezca y se brinde atención integral a todos los miembros de la Institución más importante de la Sociedad.

Las voces femeninas que trabajan y que se oponen firmemente a la violencia contra las personas, no salen encapuchadas a rayar edificios o monumentos históricos, ni a desnudarse frente a las Iglesias con actos de protesta, mucho menos a causar destrozos en detrimento del patrimonio de todos los Mexicanos. Los cambios importantes se dan con acciones que construyen mejores horizontes, no con las que destruyen. Para referencia, el ejemplo de Mahatma Gandhi, quien implemento la resistencia civil activa no violenta para lograr la independencia de su País, y lo logro a base de esfuerzo, sacrificio y perseverancia, prácticamente sin derramar una sola gota de sangre, convencido y congruente dentro de su sapiencia, que la violencia no se combate con violencia; son incongruentes todos aquellos que utilizan esa expresión sin que lo lleven a la práctica, como se ha hecho costumbre por muchos nuevos funcionarios públicos en México. Hacemos votos porque se sigan sumando a éstas acciones muchas nuevas voces, que abonen en la construcción de un País ordenado , con paz y Justicia.



Son muchas voces femeninas claman por el respeto y la reivindicación de los derechos de las mujeres, incluyendo por supuesto los derechos de mujeres que están desarrollándose en el vientre materno, porque son voces que defienden la vida, sabedoras que es el principal de los derechos del cual se derivan todos los demás; son muchas las voces femeninas que pregonan y trabajan por la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres, sin denostar a los hombres y sin lanzar mensajes de odio, porque la igualdad y la justicia solo se logran a través del respeto. Son miles las voces femeninas, que se unen para exigir la prevención, sanción, y erradicación de la violencia contra las mujeres, pero que también trabajan contra la violencia en general, porque atenta contra la dignidad de las personas, sean mujeres u hombres, en cualquiera de sus etapas, niños, jóvenes, adultos o adultos mayores, máxime si encuadran en condiciones de vulnerabilidad; y son muchas la voces femeninas que claman por que se gobierne con perspectiva de familia, para que se fortalezca y se brinde atención integral a todos los miembros de la Institución más importante de la Sociedad.

Las voces femeninas que trabajan y que se oponen firmemente a la violencia contra las personas, no salen encapuchadas a rayar edificios o monumentos históricos, ni a desnudarse frente a las Iglesias con actos de protesta, mucho menos a causar destrozos en detrimento del patrimonio de todos los Mexicanos. Los cambios importantes se dan con acciones que construyen mejores horizontes, no con las que destruyen. Para referencia, el ejemplo de Mahatma Gandhi, quien implemento la resistencia civil activa no violenta para lograr la independencia de su País, y lo logro a base de esfuerzo, sacrificio y perseverancia, prácticamente sin derramar una sola gota de sangre, convencido y congruente dentro de su sapiencia, que la violencia no se combate con violencia; son incongruentes todos aquellos que utilizan esa expresión sin que lo lleven a la práctica, como se ha hecho costumbre por muchos nuevos funcionarios públicos en México. Hacemos votos porque se sigan sumando a éstas acciones muchas nuevas voces, que abonen en la construcción de un País ordenado , con paz y Justicia.