/ martes 27 de febrero de 2018

“Le fallamos a la sociedad”

Después de seguir el proceso de corrupción de alto nivel desarrollado para nombrar a consejo “dizque ciudadano” anticorrupción, aplaudo la posición y congruencia de dos de los miembros, quienes deciden salirse del juego amañado en un proceso lleno de cuestionamientos desde su inicio donde “un grupo” arma la forma de nombrar a un consejo “ciudadano” seleccionador del Consejo Anticorrupción.

En posicionamientos de “mayoriteo” logran no sólo evadir y no considerar en forma continua las opiniones de estas dos personalidades ciudadanas. Una de ellas decide no seguir más el juego y renuncia. La otra persona decide intentar poner orden en el proceso, y denuncia la serie de anomalías legales y “morales” en el proceso desarrollado.

Una primera estrategia para colocar personas que puedan ser fácilmente manipuladas y alineadas a las instrucciones del Ejecutivo, es cambiar y flexibilizar los requisitos de convocatoria, esto por parte del Poder Legislativo.

Increíble la forma en que aceleran los procesos para que lograra pasar desapercibido. Sin embargo “un error” de uno de los nombrados, destapa la corrupción y proceso “amañado” para lograr el objetivo deseado. Qué triste es darse cuenta de que los intentos de ciudadanización en consejos, comités, grupos, etc. sean manipulados para conservar o ejercer el control sobre las personas y grupos en beneficio de una persona o grupo de personas, con intereses particulares.

"No hubo capacidad ni disposición al diálogo, al consenso ni al trabajo en equipo en la comisión, ya que todo se decidió por mayoría y nunca hubo respeto a las opiniones diferentes. La comunicación era evasiva y hasta irónica con jornadas interminables sin llegar a conclusiones concretas; todo se mayoriteaba y nunca se asentaban en las actas mis comentarios". “…no se aceptó nuestra opinión y se negaron a asentarlo en el acta”.
“Fallamos a la esperanza de que hubiera una ventana abierta donde encontrar un espacio de confianza en la lucha contra la corrupción. Por lo tanto, no cumplimos con las expectativas que de nosotros se tenían”. 
Otra de las integrantes del equipo seleccionador denuncia públicamente los cambios a los requisitos para que “cierta gente” pueda cumplir sin problema.

La resistencia de los poderes Ejecutivo y Legislativo a dejar en manos de los ciudadanos sin intereses, es un retroceso y un ejemplo de la corrupción en los procesos tendientes a trabajar en la anticorrupción. Se dejaron claros los puntos medulares de la manipulación; la integración por verdaderos ciudadanos sin conflictos de interés, sin influencias partidistas o gubernamentales. Que el presidente del Comité de Participación Ciudadana sea firme en su posición frente a  entes gubernamentales. Que el secretario técnico del comité coordinador estatal sea imparcial. Que el comité de participación ciudadana logre despertar la conciencia ciudadana en el colectivo social y poseer una autoridad pública muy relevante, y un peso real en el comité coordinador estatal.

Más triste es ver que “dizque ciudadanos sin intereses” se aferren a la pertenencia en este tan importante consejo y demuestres su falta de ética y moral. Porque al igual que la persona que denunció lo sucedido, así como la persona que renunció a ser parte de un juego, también estas personas deberían haber renunciado y denunciado el proceso. ¡Claro! Si es que se consideran ciudadanos sin un interés. Porque si no, entonces está claro que este consejo no es ciudadano en su totalidad. Al parecer, si hay uno o dos miembros que cumplieron con los requisitos, y esperamos que estos ciudadanos nos puedan representar ante esta tan importante figura de la sociedad. Felicidades a estas dos únicas personas que supieron poner en alto a los ciudadanos, valientes y congruentes a los principios básicos, fundamentos de una nueva era de ciudadanos.

Email: antonio.rios@itesm.mx

 

 

Después de seguir el proceso de corrupción de alto nivel desarrollado para nombrar a consejo “dizque ciudadano” anticorrupción, aplaudo la posición y congruencia de dos de los miembros, quienes deciden salirse del juego amañado en un proceso lleno de cuestionamientos desde su inicio donde “un grupo” arma la forma de nombrar a un consejo “ciudadano” seleccionador del Consejo Anticorrupción.

En posicionamientos de “mayoriteo” logran no sólo evadir y no considerar en forma continua las opiniones de estas dos personalidades ciudadanas. Una de ellas decide no seguir más el juego y renuncia. La otra persona decide intentar poner orden en el proceso, y denuncia la serie de anomalías legales y “morales” en el proceso desarrollado.

Una primera estrategia para colocar personas que puedan ser fácilmente manipuladas y alineadas a las instrucciones del Ejecutivo, es cambiar y flexibilizar los requisitos de convocatoria, esto por parte del Poder Legislativo.

Increíble la forma en que aceleran los procesos para que lograra pasar desapercibido. Sin embargo “un error” de uno de los nombrados, destapa la corrupción y proceso “amañado” para lograr el objetivo deseado. Qué triste es darse cuenta de que los intentos de ciudadanización en consejos, comités, grupos, etc. sean manipulados para conservar o ejercer el control sobre las personas y grupos en beneficio de una persona o grupo de personas, con intereses particulares.

"No hubo capacidad ni disposición al diálogo, al consenso ni al trabajo en equipo en la comisión, ya que todo se decidió por mayoría y nunca hubo respeto a las opiniones diferentes. La comunicación era evasiva y hasta irónica con jornadas interminables sin llegar a conclusiones concretas; todo se mayoriteaba y nunca se asentaban en las actas mis comentarios". “…no se aceptó nuestra opinión y se negaron a asentarlo en el acta”.
“Fallamos a la esperanza de que hubiera una ventana abierta donde encontrar un espacio de confianza en la lucha contra la corrupción. Por lo tanto, no cumplimos con las expectativas que de nosotros se tenían”. 
Otra de las integrantes del equipo seleccionador denuncia públicamente los cambios a los requisitos para que “cierta gente” pueda cumplir sin problema.

La resistencia de los poderes Ejecutivo y Legislativo a dejar en manos de los ciudadanos sin intereses, es un retroceso y un ejemplo de la corrupción en los procesos tendientes a trabajar en la anticorrupción. Se dejaron claros los puntos medulares de la manipulación; la integración por verdaderos ciudadanos sin conflictos de interés, sin influencias partidistas o gubernamentales. Que el presidente del Comité de Participación Ciudadana sea firme en su posición frente a  entes gubernamentales. Que el secretario técnico del comité coordinador estatal sea imparcial. Que el comité de participación ciudadana logre despertar la conciencia ciudadana en el colectivo social y poseer una autoridad pública muy relevante, y un peso real en el comité coordinador estatal.

Más triste es ver que “dizque ciudadanos sin intereses” se aferren a la pertenencia en este tan importante consejo y demuestres su falta de ética y moral. Porque al igual que la persona que denunció lo sucedido, así como la persona que renunció a ser parte de un juego, también estas personas deberían haber renunciado y denunciado el proceso. ¡Claro! Si es que se consideran ciudadanos sin un interés. Porque si no, entonces está claro que este consejo no es ciudadano en su totalidad. Al parecer, si hay uno o dos miembros que cumplieron con los requisitos, y esperamos que estos ciudadanos nos puedan representar ante esta tan importante figura de la sociedad. Felicidades a estas dos únicas personas que supieron poner en alto a los ciudadanos, valientes y congruentes a los principios básicos, fundamentos de una nueva era de ciudadanos.

Email: antonio.rios@itesm.mx