/ lunes 1 de marzo de 2021

¿Lealtad o valores?

¿Acaso la defensa a toda costa por parte de un partido político hacia su candidato es por el mero hecho de seguir manteniéndose en el poder? En semanas pasadas el caso de Félix Salgado Macedonio explotó en los medios de comunicación, revelando las 5 denuncias por presunto abuso sexual por parte del candidato morenista. ¿Cómo es que una persona con este tipo de cargos puede ser candidato para una gubernatura en México?

Un hecho también alarmante de este caso fue la reacción del presidente y su respaldo insultante ante lo ocurrido. Me dejó reflexionando sobre si la famosa “lealtad” de los partidos políticos en México es más fuerte que los valores y el bien actuar ante una crisis como esta. O compromisos políticos, porque en ocasiones ni siquiera lealtad al partido es. Situaciones que claramente deben ser atendidas y en caso de encontrarse culpables, ser castigadas. ¿Qué está pasando con las personas que están a cargo de los partidos políticos y el valor que le dan a la palabra de una mujer?

Cada día son más fuertes los movimientos feministas que exigen que sus voces sean escuchadas y se haga justicia ante tantos actos que violentan a las mujeres. Como sociedad estamos despertando y dando eco a lo que realmente importa, esas voces. Uniéndonos a la demanda del bienestar de nuestra comunidad. ¿Acaso el mayor enemigo de estas luchas es el Estado? Como servidor público sé que no podemos hacernos sordos y negarnos a ver una realidad que necesita cambiar por el bien de nuestro presente y nuestro futuro. El caso de Félix Salgado Macedonio debe ser un parteaguas para que el sistema cambie sus prioridades y dejen de poner al frente figuras que lejos de hacer un bien, son peligrosos para la misma sociedad, y silencian de nuevo las voces de mujeres que tanto han trabajado y luchado para hacerse escuchar.

Este tipo de demandas y exigencias que la gente expone cada vez más son necesarias para que un verdadero cambio ocurra. Los partidos políticos deben indagar más en la vida de los candidatos y encontrar personas con verdaderas convicciones, valores y representatividad. No debe de tratarse de un tema de conveniencia y para seguir aferrándose a estar en el poder. México debe de ser gobernado por personas que no representen un riesgo para nuestras ciudades, no nos merecemos candidatos que nos imponga un partido político gracias a un acuerdo. Los pactos no nos benefician, nos llevan al caos, caos que dominará el mismo país, estado y ciudad en la que ellos y sus generaciones vivirán. Lo que construimos hoy como gobiernos y como sociedad, es lo que dejaremos el día de mañana para las próximas generaciones.

No seamos indiferentes ante la injusticia, exijamos representantes dignos del futuro en el que queremos vivir. No nos quedemos callados ante selecciones de candidaturas que atentan contra las grandes luchas y causas justas.

¿Acaso la defensa a toda costa por parte de un partido político hacia su candidato es por el mero hecho de seguir manteniéndose en el poder? En semanas pasadas el caso de Félix Salgado Macedonio explotó en los medios de comunicación, revelando las 5 denuncias por presunto abuso sexual por parte del candidato morenista. ¿Cómo es que una persona con este tipo de cargos puede ser candidato para una gubernatura en México?

Un hecho también alarmante de este caso fue la reacción del presidente y su respaldo insultante ante lo ocurrido. Me dejó reflexionando sobre si la famosa “lealtad” de los partidos políticos en México es más fuerte que los valores y el bien actuar ante una crisis como esta. O compromisos políticos, porque en ocasiones ni siquiera lealtad al partido es. Situaciones que claramente deben ser atendidas y en caso de encontrarse culpables, ser castigadas. ¿Qué está pasando con las personas que están a cargo de los partidos políticos y el valor que le dan a la palabra de una mujer?

Cada día son más fuertes los movimientos feministas que exigen que sus voces sean escuchadas y se haga justicia ante tantos actos que violentan a las mujeres. Como sociedad estamos despertando y dando eco a lo que realmente importa, esas voces. Uniéndonos a la demanda del bienestar de nuestra comunidad. ¿Acaso el mayor enemigo de estas luchas es el Estado? Como servidor público sé que no podemos hacernos sordos y negarnos a ver una realidad que necesita cambiar por el bien de nuestro presente y nuestro futuro. El caso de Félix Salgado Macedonio debe ser un parteaguas para que el sistema cambie sus prioridades y dejen de poner al frente figuras que lejos de hacer un bien, son peligrosos para la misma sociedad, y silencian de nuevo las voces de mujeres que tanto han trabajado y luchado para hacerse escuchar.

Este tipo de demandas y exigencias que la gente expone cada vez más son necesarias para que un verdadero cambio ocurra. Los partidos políticos deben indagar más en la vida de los candidatos y encontrar personas con verdaderas convicciones, valores y representatividad. No debe de tratarse de un tema de conveniencia y para seguir aferrándose a estar en el poder. México debe de ser gobernado por personas que no representen un riesgo para nuestras ciudades, no nos merecemos candidatos que nos imponga un partido político gracias a un acuerdo. Los pactos no nos benefician, nos llevan al caos, caos que dominará el mismo país, estado y ciudad en la que ellos y sus generaciones vivirán. Lo que construimos hoy como gobiernos y como sociedad, es lo que dejaremos el día de mañana para las próximas generaciones.

No seamos indiferentes ante la injusticia, exijamos representantes dignos del futuro en el que queremos vivir. No nos quedemos callados ante selecciones de candidaturas que atentan contra las grandes luchas y causas justas.