/ miércoles 13 de febrero de 2019

Libertad de expresión

A reflexionar

Libertad de expresión

“La libertad es un derecho, pero no puede servir a quienes no luchan día a día por conquistarlo”

Goethe


Siempre incomodó a los gobernantes la opinión de quienes se oponían a su forma de ejercer el poder. La intolerancia va en razón directa del carácter del gobierno. Las monarquías absolutas apoyadas en sus fuerzas militares y en sus religiones eliminaban cualquier asomo de expresión contraria a su ejercicio gubernamental. Muchos hombres valerosos pagaron con sus vidas y bienes el atreverse a señalar la crueldad y el abuso de los monarcas. Prolongada fue la lucha de la humanidad para lograr la libertad de expresión (hoy, derecho humano), empero no se ha logrado del todo. Recordemos a tres grandes pensadores de la Ilustración: La División de poderes, Montesquieu, la Soberanía popular, Rousseau y, la libertad de expresión: Voltaire.

Para Voltaire era condición indispensable, e inalienable, el poder expresar libremente las ideas. Han pasado siglos y la lucha sigue, pues el poder político, el religioso y el económico no cejan en su propósito de sentirse amos y señores de la verdad. Al respecto el periodista colombiano Javier Darío Restrepo nos dice: “Sobre si siente amenazada la libertad de expresión en el mundo, refiere que ésta siempre ha estado amenazada porque donde alguien ejerce un poder, necesita silenciar o controlar la información. Ejercen ese poder los gobiernos que, quiéranlo o no, sienten la necesidad de controlar la información, esto vale por igual a políticos, empresarios, publicistas, religiosos, militares o intelectuales. Cada uno de ellos desde su plataforma de poder ve la libertad de expresión como una amenaza o un límite.”

En un régimen autoritario como el nuestro, hoy, se utilizan recursos que le aseguran al encargado del poder Ejecutivo el hecho de que “sólo lo que él y sus difusores digan, es la verdad, quien difiera, miente. “La difamación, la descalificación y la generación de enemigos están a la orden del día. En la agenda del desarrollo humano está, en primer lugar, luchar por garantizar el derecho humano a la información veraz y oportuna. Si cada mañana nos invaden las versiones oficiales, quiere decir que se quiere debilitar la libre expresión de las ideas que contempla nuestra Carta Magna.

A reflexionar

Libertad de expresión

“La libertad es un derecho, pero no puede servir a quienes no luchan día a día por conquistarlo”

Goethe


Siempre incomodó a los gobernantes la opinión de quienes se oponían a su forma de ejercer el poder. La intolerancia va en razón directa del carácter del gobierno. Las monarquías absolutas apoyadas en sus fuerzas militares y en sus religiones eliminaban cualquier asomo de expresión contraria a su ejercicio gubernamental. Muchos hombres valerosos pagaron con sus vidas y bienes el atreverse a señalar la crueldad y el abuso de los monarcas. Prolongada fue la lucha de la humanidad para lograr la libertad de expresión (hoy, derecho humano), empero no se ha logrado del todo. Recordemos a tres grandes pensadores de la Ilustración: La División de poderes, Montesquieu, la Soberanía popular, Rousseau y, la libertad de expresión: Voltaire.

Para Voltaire era condición indispensable, e inalienable, el poder expresar libremente las ideas. Han pasado siglos y la lucha sigue, pues el poder político, el religioso y el económico no cejan en su propósito de sentirse amos y señores de la verdad. Al respecto el periodista colombiano Javier Darío Restrepo nos dice: “Sobre si siente amenazada la libertad de expresión en el mundo, refiere que ésta siempre ha estado amenazada porque donde alguien ejerce un poder, necesita silenciar o controlar la información. Ejercen ese poder los gobiernos que, quiéranlo o no, sienten la necesidad de controlar la información, esto vale por igual a políticos, empresarios, publicistas, religiosos, militares o intelectuales. Cada uno de ellos desde su plataforma de poder ve la libertad de expresión como una amenaza o un límite.”

En un régimen autoritario como el nuestro, hoy, se utilizan recursos que le aseguran al encargado del poder Ejecutivo el hecho de que “sólo lo que él y sus difusores digan, es la verdad, quien difiera, miente. “La difamación, la descalificación y la generación de enemigos están a la orden del día. En la agenda del desarrollo humano está, en primer lugar, luchar por garantizar el derecho humano a la información veraz y oportuna. Si cada mañana nos invaden las versiones oficiales, quiere decir que se quiere debilitar la libre expresión de las ideas que contempla nuestra Carta Magna.