/ viernes 27 de noviembre de 2020

Llegó el Covid a mi casa

“Llegó el Covid sin dar traza; sin invitación alguna; e infectó en mala fortuna… a la jefa de la casa”.

El día 9 del presente noviembre mi mujer presentó agotamiento, inapetencia, cefalea y calentura moderada –que no detecté a la exploración-, además de angustia por temor al Covid. Le di tratamiento sintomático, pues lo consideré influenza. La madrugada del 12 de noviembre a las 4:00 a.m., me despertó angustiada… -Ernesto, no puedo respirar. Busqué mi maletín y revisé T.A., normal; frecuencia cardiaca ligeramente aumentada; temperatura normal; insuficiencia respiratoria moderada y angustia; y un signo que me acabó de convencer… hiperemia conjuntival, como si hubiera estado llorando; no se lo comenté; pero me convencí; estaba frente a mi primer caso familiar de Covid. La tranquilicé y fui por el arsenal terapéutico que ya tenía previsto, para cuando un caso de Covid se diera en la familia. La moderada insuficiencia respiratoria me indicaba que ya se estaba instalando un edema del parénquima pulmonar y de los demás órganos. En un momento y al mismo tiempo, mi mujer ingeriría… una tableta de Meticorten de 20 mg. –cortisona-, enérgico antiinflamatorio; una tableta de ácido acetilsalicílico de 500 mg –aspirina- anticoagulante regular, analgésico y antitérmico; y una tableta de Azitromicina de 500 mg. –antibiótico de amplio espectro- muy recomendado en el Covid; este tratamiento se repetiría cada doce horas durante cuatro días, por ser suficiente; junto con una infusión diaria que tomaría por cinco días en las mañanas… ¾ de taza de agua caliente con jugo de tres limones –ácido cítrico- oxigenador celular y principio activo del Dióxido de Cloro –medicamento de elección en Sudamérica para el Covid- dos aspirinas molidas, -anticoagulante- y una cucharada de miel de abeja, antibiótico y edulcorante. Pero todo este tratamiento debe ir acompañado de la supervisión de un médico; es indispensable; ya que según la respuesta del paciente, hay que ajustar o cambiar el medicamento; y el tratamiento debe ser de preferencia en casa, y sólo cuando hay insuficiencia respiratoria grave se requerirá oxigenoterapia, misma que también puede darse en casa. La intubación resulta contraproducente según casuística; y es recomendable sólo en peligro inminente de paro respiratorio; por ello hay que tratar al paciente a los primeros síntomas; a tiempo; la restricción de espacio no me permite hablarles de la evolución del caso y de muchos factores a supervisar; pediré a la directora de este rotativo me conceda un espacio suficiente para hacerlo. Mi mujer evolucionó favorablemente bien; en cuatro días; y la di de alta el 23 de noviembre; ya se incorporó a su rutina con pilas nuevas.

Mi esquema terapéutico funcionó, y el gasto no fue mayor a mil pesos, que no requerí de Pensiones Civiles del Estado. En la mayoría de los casos, basta el diagnóstico y la asistencia clínica de un profesional, sin gastos exorbitantes de laboratorio, gabinete y parafernalia. Sólo espero no seguir yo.

Email.- visconti49@hotmail.com

“Llegó el Covid sin dar traza; sin invitación alguna; e infectó en mala fortuna… a la jefa de la casa”.

El día 9 del presente noviembre mi mujer presentó agotamiento, inapetencia, cefalea y calentura moderada –que no detecté a la exploración-, además de angustia por temor al Covid. Le di tratamiento sintomático, pues lo consideré influenza. La madrugada del 12 de noviembre a las 4:00 a.m., me despertó angustiada… -Ernesto, no puedo respirar. Busqué mi maletín y revisé T.A., normal; frecuencia cardiaca ligeramente aumentada; temperatura normal; insuficiencia respiratoria moderada y angustia; y un signo que me acabó de convencer… hiperemia conjuntival, como si hubiera estado llorando; no se lo comenté; pero me convencí; estaba frente a mi primer caso familiar de Covid. La tranquilicé y fui por el arsenal terapéutico que ya tenía previsto, para cuando un caso de Covid se diera en la familia. La moderada insuficiencia respiratoria me indicaba que ya se estaba instalando un edema del parénquima pulmonar y de los demás órganos. En un momento y al mismo tiempo, mi mujer ingeriría… una tableta de Meticorten de 20 mg. –cortisona-, enérgico antiinflamatorio; una tableta de ácido acetilsalicílico de 500 mg –aspirina- anticoagulante regular, analgésico y antitérmico; y una tableta de Azitromicina de 500 mg. –antibiótico de amplio espectro- muy recomendado en el Covid; este tratamiento se repetiría cada doce horas durante cuatro días, por ser suficiente; junto con una infusión diaria que tomaría por cinco días en las mañanas… ¾ de taza de agua caliente con jugo de tres limones –ácido cítrico- oxigenador celular y principio activo del Dióxido de Cloro –medicamento de elección en Sudamérica para el Covid- dos aspirinas molidas, -anticoagulante- y una cucharada de miel de abeja, antibiótico y edulcorante. Pero todo este tratamiento debe ir acompañado de la supervisión de un médico; es indispensable; ya que según la respuesta del paciente, hay que ajustar o cambiar el medicamento; y el tratamiento debe ser de preferencia en casa, y sólo cuando hay insuficiencia respiratoria grave se requerirá oxigenoterapia, misma que también puede darse en casa. La intubación resulta contraproducente según casuística; y es recomendable sólo en peligro inminente de paro respiratorio; por ello hay que tratar al paciente a los primeros síntomas; a tiempo; la restricción de espacio no me permite hablarles de la evolución del caso y de muchos factores a supervisar; pediré a la directora de este rotativo me conceda un espacio suficiente para hacerlo. Mi mujer evolucionó favorablemente bien; en cuatro días; y la di de alta el 23 de noviembre; ya se incorporó a su rutina con pilas nuevas.

Mi esquema terapéutico funcionó, y el gasto no fue mayor a mil pesos, que no requerí de Pensiones Civiles del Estado. En la mayoría de los casos, basta el diagnóstico y la asistencia clínica de un profesional, sin gastos exorbitantes de laboratorio, gabinete y parafernalia. Sólo espero no seguir yo.

Email.- visconti49@hotmail.com