/ jueves 6 de diciembre de 2018

Llegó el momento

“La vida cambia cuando nosotros cambiamos”

- Andrew Matthews -

Arrancó el nuevo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador; en las plurales redes sociales se leen todo tipo de comentarios, desde los que aplauden, los que desean buena suerte (como si se tratara de suerte) y los que se mantienen en una dura incredulidad y suben todo tipo de memes y les aseguro que lo seguirán haciendo. Así es esto.

Con el inicio de este sexenio presidencial llega también el momento para el pueblo de dejar de ver la actividad política como un espectáculo para entretenerse en el que nos sentamos cómodamente para observar y esperar que las autoridades oficiales hagan todo por nosotros; por supuesto que desde el Ejecutivo y el Legislativo deben tomarse decisiones para tratar de lograr una mejor calidad de vida para los ciudadanos, pero esta llamada “cuarta transformación” jamás llegará si la sociedad no transforma esas malas costumbres que se tienen arraigadas en la forma de ser y de pensar.

El nuevo presidente de México sabe perfectamente que el argumento que lo llevó al Poder Ejecutivo fue el combate a la corrupción, ya que su discurso siempre fue ese desde que era candidato, presidente electo y ahora tendrá que demostrarlo. En sus palabras de toma de posesión mencionó, entre otras promesas, la apertura de cien universidades públicas, el doble de pensión para los jubilados y para los que tengan alguna incapacidad, un salario de 3,600 pesos para los miles de jóvenes principiantes y becas estudiantiles, todo esto sin subir impuestos y sin un peso más de deuda sólo como consecuencia del combate a la corrupción; la gran incertidumbre que para muchos prevalece sigue siendo el ¿cómo?, más pronto tendrá que responder con actos lo que el joven ciclista le sentenció: “No tienes derecho a fallarnos”, pues eso.

Desde luego que AMLO hizo “clic” con mucha gente a la que de alguna manera le brindó un sentir de esperanza, pero hoy ya no es candidato de esos 30 millones de personas que sufragaron por él, hoy ya representa y preside a una nación con más de 120 millones de habitantes que tienen distintos tipos de problemas, el reto es fuerte.

El momento trascendental para la vida democrática de nuestro querido país llegó, el cambio de presidente de la nación repercute de una u otra forma en cada mexicano, aquí estaremos con nuestra responsabilidad como ciudadano de realizar bien nuestro papel, como columnista de apoyar las buenas decisiones del nuevo gobierno y de criticar lo que se considere necesario. Me canso ganso. Pos luego.



“La vida cambia cuando nosotros cambiamos”

- Andrew Matthews -

Arrancó el nuevo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador; en las plurales redes sociales se leen todo tipo de comentarios, desde los que aplauden, los que desean buena suerte (como si se tratara de suerte) y los que se mantienen en una dura incredulidad y suben todo tipo de memes y les aseguro que lo seguirán haciendo. Así es esto.

Con el inicio de este sexenio presidencial llega también el momento para el pueblo de dejar de ver la actividad política como un espectáculo para entretenerse en el que nos sentamos cómodamente para observar y esperar que las autoridades oficiales hagan todo por nosotros; por supuesto que desde el Ejecutivo y el Legislativo deben tomarse decisiones para tratar de lograr una mejor calidad de vida para los ciudadanos, pero esta llamada “cuarta transformación” jamás llegará si la sociedad no transforma esas malas costumbres que se tienen arraigadas en la forma de ser y de pensar.

El nuevo presidente de México sabe perfectamente que el argumento que lo llevó al Poder Ejecutivo fue el combate a la corrupción, ya que su discurso siempre fue ese desde que era candidato, presidente electo y ahora tendrá que demostrarlo. En sus palabras de toma de posesión mencionó, entre otras promesas, la apertura de cien universidades públicas, el doble de pensión para los jubilados y para los que tengan alguna incapacidad, un salario de 3,600 pesos para los miles de jóvenes principiantes y becas estudiantiles, todo esto sin subir impuestos y sin un peso más de deuda sólo como consecuencia del combate a la corrupción; la gran incertidumbre que para muchos prevalece sigue siendo el ¿cómo?, más pronto tendrá que responder con actos lo que el joven ciclista le sentenció: “No tienes derecho a fallarnos”, pues eso.

Desde luego que AMLO hizo “clic” con mucha gente a la que de alguna manera le brindó un sentir de esperanza, pero hoy ya no es candidato de esos 30 millones de personas que sufragaron por él, hoy ya representa y preside a una nación con más de 120 millones de habitantes que tienen distintos tipos de problemas, el reto es fuerte.

El momento trascendental para la vida democrática de nuestro querido país llegó, el cambio de presidente de la nación repercute de una u otra forma en cada mexicano, aquí estaremos con nuestra responsabilidad como ciudadano de realizar bien nuestro papel, como columnista de apoyar las buenas decisiones del nuevo gobierno y de criticar lo que se considere necesario. Me canso ganso. Pos luego.