/ martes 28 de abril de 2020

Lo bueno, lo malo y lo feo

“Más peligroso que colmillo de serpiente es el hijo o la hija desagradecida”: Shakespeare.


Lo bueno.- Miles de seres humanos que atienden nuestra salud, segundo a segundo, hora tras hora, día tras día y mes tras mes, con una bondad ética, frente a un escenario de alta presión, de manejo de complejos aparatos y, con una disciplina a toda prueba, nos dan testimonio de la entrega de los médicos, las enfermeras, personal de apoyo, de intendencia y demás, para atender a los pacientes. Nuestro eterno reconocimiento a su noble labor, en el que va la vida en prenda de los enfermos. Horas, muchas horas de estudios, de conferencias, congresos, prácticas, ensayos, guardias y ejercicios de una praxis exigente, para dar la atención que merecen los pacientes. Con el equipo que tienen a la mano, hacen milagros, para enfrentar situaciones de emergencia, más cuando se trata de contingencias masivas, como las que hoy enfrentamos. Nuestro amor y nuestro respeto al personal médico de todos los hospitales, clínicas y espacios habilitados para atender la emergencia.

Lo malo.- El Estado debe atender el fenómeno viral de inmediato, y otorgar los recursos que la magnitud requiera para preservar la salud del pueblo mexicano. ¡Basta de recortes a los sectores de salud y de educación! ¡Basta del manejo discrecional del erario para obras no prioritarias, cuando están de por medio la salud y la vida de los habitantes de la patria! Se escatiman los recursos del erario para atacar la pandemia. No se vale que se mofen de los mexicanos, con supuestas medidas ridículas de bajar el sueldo a los altos funcionarios ¿de que sirvan semejantes mendacidades? El Estado autoritario ha demostrado que no tiene capacidad para gobernar de acuerdo con la ley. Los infectados y los muertos se acumulan y el Estado, inepto e ineficiente para emprender las acciones que le corresponden.

Lo feo.- Gente inconsciente, cobarde y violenta ataca, golpea, insulta, lanza sustancias peligrosas a los miembros del cuerpo médico-asistencial que porta sus uniformes blancos, vamos, incluso choferes de camiones públicos les niegan el acceso al transporte.

Mantengamos la solidaridad con nuestros semejantes, admiramos sectores del empresariado que apoyan con salarios y donativos en especie de equipo médico ¡enhorabuena señores!, unidos en este fenómeno, saldremos adelante.

“Más peligroso que colmillo de serpiente es el hijo o la hija desagradecida”: Shakespeare.


Lo bueno.- Miles de seres humanos que atienden nuestra salud, segundo a segundo, hora tras hora, día tras día y mes tras mes, con una bondad ética, frente a un escenario de alta presión, de manejo de complejos aparatos y, con una disciplina a toda prueba, nos dan testimonio de la entrega de los médicos, las enfermeras, personal de apoyo, de intendencia y demás, para atender a los pacientes. Nuestro eterno reconocimiento a su noble labor, en el que va la vida en prenda de los enfermos. Horas, muchas horas de estudios, de conferencias, congresos, prácticas, ensayos, guardias y ejercicios de una praxis exigente, para dar la atención que merecen los pacientes. Con el equipo que tienen a la mano, hacen milagros, para enfrentar situaciones de emergencia, más cuando se trata de contingencias masivas, como las que hoy enfrentamos. Nuestro amor y nuestro respeto al personal médico de todos los hospitales, clínicas y espacios habilitados para atender la emergencia.

Lo malo.- El Estado debe atender el fenómeno viral de inmediato, y otorgar los recursos que la magnitud requiera para preservar la salud del pueblo mexicano. ¡Basta de recortes a los sectores de salud y de educación! ¡Basta del manejo discrecional del erario para obras no prioritarias, cuando están de por medio la salud y la vida de los habitantes de la patria! Se escatiman los recursos del erario para atacar la pandemia. No se vale que se mofen de los mexicanos, con supuestas medidas ridículas de bajar el sueldo a los altos funcionarios ¿de que sirvan semejantes mendacidades? El Estado autoritario ha demostrado que no tiene capacidad para gobernar de acuerdo con la ley. Los infectados y los muertos se acumulan y el Estado, inepto e ineficiente para emprender las acciones que le corresponden.

Lo feo.- Gente inconsciente, cobarde y violenta ataca, golpea, insulta, lanza sustancias peligrosas a los miembros del cuerpo médico-asistencial que porta sus uniformes blancos, vamos, incluso choferes de camiones públicos les niegan el acceso al transporte.

Mantengamos la solidaridad con nuestros semejantes, admiramos sectores del empresariado que apoyan con salarios y donativos en especie de equipo médico ¡enhorabuena señores!, unidos en este fenómeno, saldremos adelante.