/ martes 15 de junio de 2021

Lo que consumimos

Por Leslie Aimé Oaxaca

Todos necesitamos ropa y todos queremos vernos bien, tener cosas de temporada, prendas básicas, pero también de moda. La forma de ver la moda ha cambiado radicalmente en las ultimas décadas, conseguir prendas como las que se mostraban en las revistas o televisión antes era más complicado que ahora, antes era un estándar que mostraba tu nivel, ahora muestra un estilo de vida. Actualmente es muy sencillo conseguir ropa y accesorios de moda a un precio muy bajo. Las empresas se dieron cuenta de eso y aquí es donde vemos es “fast fashion”.

La ropa se comenzó a hacer en masa, moda rápida y barata ¿consecuencias? Las prendas son de muy baja calidad por lo que terminan en la basura muy rápido, generando más basura y comprando más prendas que tendrán el mismo destino. Esta ropa se produce en lugares como China, Bangladesh, Vietnam, entre otros lugares donde niños y mujeres (se estima que son el 85% de los obreros textiles) son explotados al realizar las prendas en lugares donde las condiciones son inhumanas y por muy poco dinero. No hay que olvidar que es de las industrias que más contaminan, siendo la responsable 10% de las emisiones de dióxido de carbono y se posiciona en la 2° industria que necesita más agua, en el fast fashion la ropa “nueva” se produce cada dos semanas produciendo aproximadamente 150.000 millones de prendas al año que en su mayoría termina en la basura.

Sin embargo, todos hemos comprado de esta ropa, cuando vemos una tienda donde hay muchas prendas de un solo tipo y hay variedad en todo, estamos viendo el fast fashion, sobre todo cuando es claro que esa ropa no se produce en un lugar especifico y no se hacen de manera individual, ni tienen estándares de calidad apropiados.

Al principio se decía que era muy clasista hablar de estos temas, pues se decía que era un privilegio especial comprar ropa que se crea de manera individual o que no contamina, pero con el tiempo se ha visto que no, pues las opciones son incluso más baratas y de mejor calidad.

Las mejores opciones son buscar marcas que tengan estándares de calidad reales y que no apoyen el fast fashion, así como las compras de segunda mano, ya que das un nuevo uso, también el reciclaje o el upcycling que es una alternativa por la que una prenda se transforma en otra totalmente diferente aprovechando los recursos que ya se tenían, así se alarga la vida de los materiales.

¿Qué pasa con las prendas que ya no se pueden utilizar? Como la ropa del fast fashion es de mala calidad, muchísimas prendas no se pueden salvar, pero hay empresas que para no contaminar solo tirando lo que no sirve a la basura hacen fundas para carros o relleno de asientos, en nuestra propia ciudad podemos encontrarlos.

Hay muchas formas de no contaminar, empezando con lo que ya tenemos. Si por alguna razón compramos en ropa de fast fashion lo que podemos hacer es darle una buena vida a nuestra ropa y no tirarla, sino reciclarla.

Por Leslie Aimé Oaxaca

Todos necesitamos ropa y todos queremos vernos bien, tener cosas de temporada, prendas básicas, pero también de moda. La forma de ver la moda ha cambiado radicalmente en las ultimas décadas, conseguir prendas como las que se mostraban en las revistas o televisión antes era más complicado que ahora, antes era un estándar que mostraba tu nivel, ahora muestra un estilo de vida. Actualmente es muy sencillo conseguir ropa y accesorios de moda a un precio muy bajo. Las empresas se dieron cuenta de eso y aquí es donde vemos es “fast fashion”.

La ropa se comenzó a hacer en masa, moda rápida y barata ¿consecuencias? Las prendas son de muy baja calidad por lo que terminan en la basura muy rápido, generando más basura y comprando más prendas que tendrán el mismo destino. Esta ropa se produce en lugares como China, Bangladesh, Vietnam, entre otros lugares donde niños y mujeres (se estima que son el 85% de los obreros textiles) son explotados al realizar las prendas en lugares donde las condiciones son inhumanas y por muy poco dinero. No hay que olvidar que es de las industrias que más contaminan, siendo la responsable 10% de las emisiones de dióxido de carbono y se posiciona en la 2° industria que necesita más agua, en el fast fashion la ropa “nueva” se produce cada dos semanas produciendo aproximadamente 150.000 millones de prendas al año que en su mayoría termina en la basura.

Sin embargo, todos hemos comprado de esta ropa, cuando vemos una tienda donde hay muchas prendas de un solo tipo y hay variedad en todo, estamos viendo el fast fashion, sobre todo cuando es claro que esa ropa no se produce en un lugar especifico y no se hacen de manera individual, ni tienen estándares de calidad apropiados.

Al principio se decía que era muy clasista hablar de estos temas, pues se decía que era un privilegio especial comprar ropa que se crea de manera individual o que no contamina, pero con el tiempo se ha visto que no, pues las opciones son incluso más baratas y de mejor calidad.

Las mejores opciones son buscar marcas que tengan estándares de calidad reales y que no apoyen el fast fashion, así como las compras de segunda mano, ya que das un nuevo uso, también el reciclaje o el upcycling que es una alternativa por la que una prenda se transforma en otra totalmente diferente aprovechando los recursos que ya se tenían, así se alarga la vida de los materiales.

¿Qué pasa con las prendas que ya no se pueden utilizar? Como la ropa del fast fashion es de mala calidad, muchísimas prendas no se pueden salvar, pero hay empresas que para no contaminar solo tirando lo que no sirve a la basura hacen fundas para carros o relleno de asientos, en nuestra propia ciudad podemos encontrarlos.

Hay muchas formas de no contaminar, empezando con lo que ya tenemos. Si por alguna razón compramos en ropa de fast fashion lo que podemos hacer es darle una buena vida a nuestra ropa y no tirarla, sino reciclarla.