/ miércoles 25 de abril de 2018

Lo que me esperaba

Era como un guion escrito, como esa película que ya vimos y que poco a poco, al verla de nuevo, nos vienen a la memoria escenas de la misma.

Me refiero al primero de los debates de los presidenciables.

Si usted tuvo oportunidad de verlo, sabrá lo que le digo. Si no, ya tendrá otras dos oportunidades para hacerlo.

Vamos por partes. Primero las damas.

Margarita no avanza. No se le vio la chispa necesaria para prender la campaña que nomás no termina por cuadrarle. Suena fuerte y cada vez más, el rumor de que al final de la contienda se puede subir a la causa de quien vaya en el real segundo lugar.

El Bronco quizá se llevó la noche. Le puso sabor al caldo. Leí un tweet, cierto ciudadano decía algo así, palabras más, palabras menos:

“A ver pen…. Ya hubo uno que ganó por guapo. No me vayan a salir que votaron por el Bronco por chistoso…”.

El asunto de mochar las manos a los que roben fue el tema de más memes y burlas en las redes sociales. Ingenio mexicano merece mención aparte.

¿Dónde habría de depositar tantas manos que saldrían rodando? Viviríamos pues en un pueblo de mancos. El mismo candidato regio no tendría quizás las manos para ejecutar el acto.

Populacha y dicharacheramente le dio parque, electoralmente hablando, nada.

El ciudadano Meade no lució como debía. ¿No se ha dado cuenta que el tiempo se le termina y que su candidatura nomás no avanza ni lo mínimo? No prende.

La marca que representa es sin duda una fuerte losa en su espalda, peor que la del Pípila en la Alhóndiga de Granaditas.

Ricardo Anaya, era de esperarse. Preparado, el mejor orador de los cinco. Pero como dijeron por ahí; no era un concurso de oratoria. Mucho material gráfico que supo usar a la hora indicada. Lo mejor de su noche fue la foto del pastel que Meade comparte con César Duarte.

Cerramos con López Obrador. Gris, opaco, carente de ideas y toreando los golpes. El todos contra AMLO esperado se dio. Pero en su caso no se despeina ni el gallito que porta. Sigue siendo el puntero de las encuestas y mientras su peor enemigo (él mismo) no meta la pata grande (como ya lo hizo anteriormente), podrá seguir navegando en aguas tranquilas a lo largo de la campaña. Ya a la hora cero, a la hora de votar, eso es otra historia. Ahí puede haber sorpresas.


Como dice mi abuela.

Ahi ’tá la ancheta.


Los invito a leerme y escribirme a:

Facebook/JoséLuisSáenz

Twitter: @JLSaenzNoticias

A escucharme a las 8:00 a.m. y 3:00 p.m. en Radio Fórmula en el 101.7 FM, www.radioformulachihuahua.com y a verme a las 7:30 p.m. en la señal de Gala TV Chihuahua por el 9.1 de señal abierta, 009 y 709 de IZZI.

Era como un guion escrito, como esa película que ya vimos y que poco a poco, al verla de nuevo, nos vienen a la memoria escenas de la misma.

Me refiero al primero de los debates de los presidenciables.

Si usted tuvo oportunidad de verlo, sabrá lo que le digo. Si no, ya tendrá otras dos oportunidades para hacerlo.

Vamos por partes. Primero las damas.

Margarita no avanza. No se le vio la chispa necesaria para prender la campaña que nomás no termina por cuadrarle. Suena fuerte y cada vez más, el rumor de que al final de la contienda se puede subir a la causa de quien vaya en el real segundo lugar.

El Bronco quizá se llevó la noche. Le puso sabor al caldo. Leí un tweet, cierto ciudadano decía algo así, palabras más, palabras menos:

“A ver pen…. Ya hubo uno que ganó por guapo. No me vayan a salir que votaron por el Bronco por chistoso…”.

El asunto de mochar las manos a los que roben fue el tema de más memes y burlas en las redes sociales. Ingenio mexicano merece mención aparte.

¿Dónde habría de depositar tantas manos que saldrían rodando? Viviríamos pues en un pueblo de mancos. El mismo candidato regio no tendría quizás las manos para ejecutar el acto.

Populacha y dicharacheramente le dio parque, electoralmente hablando, nada.

El ciudadano Meade no lució como debía. ¿No se ha dado cuenta que el tiempo se le termina y que su candidatura nomás no avanza ni lo mínimo? No prende.

La marca que representa es sin duda una fuerte losa en su espalda, peor que la del Pípila en la Alhóndiga de Granaditas.

Ricardo Anaya, era de esperarse. Preparado, el mejor orador de los cinco. Pero como dijeron por ahí; no era un concurso de oratoria. Mucho material gráfico que supo usar a la hora indicada. Lo mejor de su noche fue la foto del pastel que Meade comparte con César Duarte.

Cerramos con López Obrador. Gris, opaco, carente de ideas y toreando los golpes. El todos contra AMLO esperado se dio. Pero en su caso no se despeina ni el gallito que porta. Sigue siendo el puntero de las encuestas y mientras su peor enemigo (él mismo) no meta la pata grande (como ya lo hizo anteriormente), podrá seguir navegando en aguas tranquilas a lo largo de la campaña. Ya a la hora cero, a la hora de votar, eso es otra historia. Ahí puede haber sorpresas.


Como dice mi abuela.

Ahi ’tá la ancheta.


Los invito a leerme y escribirme a:

Facebook/JoséLuisSáenz

Twitter: @JLSaenzNoticias

A escucharme a las 8:00 a.m. y 3:00 p.m. en Radio Fórmula en el 101.7 FM, www.radioformulachihuahua.com y a verme a las 7:30 p.m. en la señal de Gala TV Chihuahua por el 9.1 de señal abierta, 009 y 709 de IZZI.