/ viernes 14 de mayo de 2021

Lo que no saben los "sabios y buenos"

“La persona que no da frutos, da espinas”

Lo que no saben los que quieren robarse el poder de la nación es que el progreso logrado por todos los países del primer mundo no se debe tanto a la tecnología, ni a las máquinas, ni a la abundancia de materias primas, sino a una simple fórmula, contraria por cierto a lo que ellos, los de Morena proponen; nos referimos a la fórmula de AMLO, en la que el individuo pase a ser pupilo del Estado. De hecho, la fórmula exitosa es que cada ciudadano debe tener el derecho de la libertad económica; la oportunidad de ejercer dicha libertad y de conservar lo que pueda comprar por su propio esfuerzo.

Lo que no saben es que el derecho de producir sería una esclavitud si no estuviera balanceada por el derecho de consumir. Y donde hay gente dispuesta a conservar parte de lo que produce, se forma el capital, lo que hace posible más producción y más intercambio.

El incentivo es una fuerza impresionante en el logro de los pueblos. Destruir el incentivo en el individuo es destruir algo esencial para su felicidad. Por duro que el hombre trabaje, nunca se cansa cuando está ganando. Se cansa cuando no encuentra recompensa en lo que hace, cuando su esfuerzo es en vano.

Cuando el aliciente y el estímulo se acaban, la industria igualmente muere.

Lo que no saben los ladrones del futuro del país, es que si las vacas no dan leche, tenemos que ordeñarlas. Lo mismo es con la tierra, tenemos que cultivarla si deseamos cosechar algo, y para sacarle el mejor provecho, hay que plantar la mejor semilla en el mejor suelo, abonarla y regarla oportunamente. No se trata de quitarle la leche y la tierra al que la tiene, pues de esta forma todo termina de la peor manera.

Para los que no saben, los ricos son los que trabajan y los “pobres” son ellos que no lo hacen. El trabajo no es meramente hacer tal o cual cosa en un tal número de horas. Es un desafío para mostrar nuestra voluntad y nuestra habilidad.

Gobernar no es quitarle al que tiene para dárselo al que no tiene como pretenden los que no saben. Más bien es motivar al ciudadano a trabajar haciendo las cosas con entusiasmo, bien hechas, prontamente, y además, encontrando placer al hacerlo. Es desempeñar nuestras tareas no solamente con nuestras manos, sino también con nuestra imaginación y con toda nuestra alma.

Lo que no saben los parásitos del país es que la persona que no da frutos, da espinas. No saben que la única revolución que necesitamos y que queremos es la que nos vuelva más trabajadores, eficientes, responsables, modestos y considerados.

La rectitud es una victoria perpetua que no es celebrada por medio de gritos, insultos, golpes y balas, sino por la serenidad, que es la alegría y la concordia.

El odio, la malicia y la envidia son venenos muy poderosos que si los dejamos obrar, envenenarán nuestra sangre y nuestros esfuerzos; nos ocasionarán fracasos, nos quitarán amigos y terminarán con nuestras esperanzas. Es por esto que en esta emergencia histórica, tenemos que quitar a López Obrador, a Morena y a la izquierda como opción para ser un gran país.

“La persona que no da frutos, da espinas”

Lo que no saben los que quieren robarse el poder de la nación es que el progreso logrado por todos los países del primer mundo no se debe tanto a la tecnología, ni a las máquinas, ni a la abundancia de materias primas, sino a una simple fórmula, contraria por cierto a lo que ellos, los de Morena proponen; nos referimos a la fórmula de AMLO, en la que el individuo pase a ser pupilo del Estado. De hecho, la fórmula exitosa es que cada ciudadano debe tener el derecho de la libertad económica; la oportunidad de ejercer dicha libertad y de conservar lo que pueda comprar por su propio esfuerzo.

Lo que no saben es que el derecho de producir sería una esclavitud si no estuviera balanceada por el derecho de consumir. Y donde hay gente dispuesta a conservar parte de lo que produce, se forma el capital, lo que hace posible más producción y más intercambio.

El incentivo es una fuerza impresionante en el logro de los pueblos. Destruir el incentivo en el individuo es destruir algo esencial para su felicidad. Por duro que el hombre trabaje, nunca se cansa cuando está ganando. Se cansa cuando no encuentra recompensa en lo que hace, cuando su esfuerzo es en vano.

Cuando el aliciente y el estímulo se acaban, la industria igualmente muere.

Lo que no saben los ladrones del futuro del país, es que si las vacas no dan leche, tenemos que ordeñarlas. Lo mismo es con la tierra, tenemos que cultivarla si deseamos cosechar algo, y para sacarle el mejor provecho, hay que plantar la mejor semilla en el mejor suelo, abonarla y regarla oportunamente. No se trata de quitarle la leche y la tierra al que la tiene, pues de esta forma todo termina de la peor manera.

Para los que no saben, los ricos son los que trabajan y los “pobres” son ellos que no lo hacen. El trabajo no es meramente hacer tal o cual cosa en un tal número de horas. Es un desafío para mostrar nuestra voluntad y nuestra habilidad.

Gobernar no es quitarle al que tiene para dárselo al que no tiene como pretenden los que no saben. Más bien es motivar al ciudadano a trabajar haciendo las cosas con entusiasmo, bien hechas, prontamente, y además, encontrando placer al hacerlo. Es desempeñar nuestras tareas no solamente con nuestras manos, sino también con nuestra imaginación y con toda nuestra alma.

Lo que no saben los parásitos del país es que la persona que no da frutos, da espinas. No saben que la única revolución que necesitamos y que queremos es la que nos vuelva más trabajadores, eficientes, responsables, modestos y considerados.

La rectitud es una victoria perpetua que no es celebrada por medio de gritos, insultos, golpes y balas, sino por la serenidad, que es la alegría y la concordia.

El odio, la malicia y la envidia son venenos muy poderosos que si los dejamos obrar, envenenarán nuestra sangre y nuestros esfuerzos; nos ocasionarán fracasos, nos quitarán amigos y terminarán con nuestras esperanzas. Es por esto que en esta emergencia histórica, tenemos que quitar a López Obrador, a Morena y a la izquierda como opción para ser un gran país.