/ lunes 21 de junio de 2021

Loera:  gran capacidad de destrucción

Por: Luis Rubén Maldonado Alvídrez

Héctor Aguilar Camín dice en su fabulosa novela La conspiración de la fortuna que, “la modernidad no es un lugar que se alcance, es un punto de fuga en continua expansión. No se elige al gusto, como en catálogo de cortinas. En realidad, es una furia que viene de todos lados imponiendo su lógica con una violencia floja que acaba siendo la peor de todas, la más difícil de resistir. Crea tanto como lo que destruye, y destruye antes de crear”.

Loera de la Rosa se resiste a la lógica de la modernidad democrática, al resultado que los chihuahuenses expresaron en las urnas.

La semana pasada fue entregada la constancia de mayoría a la panista Maru Campos Galván, que la acredita como la primera gobernadora electa en la historia de nuestro estado. Además, es la primera vez que el PAN repite de manera consecutiva en el Palacio de Gobierno, a pesar de los esfuerzos de Corral de impedirlo.

Maru Campos ha vencido todas las adversidades posibles: cinco años de ataques de Javier Corral, luego el embate por varios frentes jurídicos, partidistas y por supuesto, la guerra de calumnias que iniciaron en 2018 Fernando Tiscareño y el priista Alejandro Domínguez, quien tuvo que doblar las manitas y apoyar forzado a Maru Campos.

Loera de la Rosa impugnó el triunfo de la panista, justo minutos antes de que venciera el plazo legal para hacerlo.

El cómputo final arrojó que Maru Campos ganó la contienda electoral con 576 mil 176 sufragios sobre Juan Carlos Loera de la coalición Juntos Haremos Historia, que conformaron Morena, Partido del Trabajo y Nueva Alianza, quien obtuvo 444 mil 634 votos.

La diferencia de votos por los que Juan Carlos Loera perdió la elección fueron 131,542 votos.

Loera acusa la intervención de servidores públicos en favor de la campaña del PAN; por otro lado, acusa el desvío de recursos públicos de la Dirección de Seguridad Pública de Chihuahua, al darse a conocer fotografías publicitarias con empleados de esa área.

También denuncia la presencia de algunos empleados del DIF municipal de la ciudad de Chihuahua en supuestos ataques contra militantes morenistas.

Además, acusa a los medios de comunicación, empresarios y a la Iglesia Católica de generar inequidad en la contienda.

Es decir, todo mundo es culpable, menos él.

Contrasta la actitud de mal perdedor de Loera con la de otros candidatos de Morena, quienes han aceptado el resultado adverso hacia ellos y hacia el mismo Loera.

Todo este berrinche debe prender alertas en Morena: Loera no debe tener ningún espacio en la próxima dirigencia y mucho menos en la estructura del gobierno federal: todo lo que toca, lo echa a perder. La candidatura a gobernador, el mejor ejemplo.

Loera sólo sabe destruir, no sabe crear. Por eso no entiende la modernidad.

ULTIMALETRA

Antonio Díaz García se nos ha adelantado en el camino. Descansa en paz, tío.

luisruben@plandevuelo.mx

Por: Luis Rubén Maldonado Alvídrez

Héctor Aguilar Camín dice en su fabulosa novela La conspiración de la fortuna que, “la modernidad no es un lugar que se alcance, es un punto de fuga en continua expansión. No se elige al gusto, como en catálogo de cortinas. En realidad, es una furia que viene de todos lados imponiendo su lógica con una violencia floja que acaba siendo la peor de todas, la más difícil de resistir. Crea tanto como lo que destruye, y destruye antes de crear”.

Loera de la Rosa se resiste a la lógica de la modernidad democrática, al resultado que los chihuahuenses expresaron en las urnas.

La semana pasada fue entregada la constancia de mayoría a la panista Maru Campos Galván, que la acredita como la primera gobernadora electa en la historia de nuestro estado. Además, es la primera vez que el PAN repite de manera consecutiva en el Palacio de Gobierno, a pesar de los esfuerzos de Corral de impedirlo.

Maru Campos ha vencido todas las adversidades posibles: cinco años de ataques de Javier Corral, luego el embate por varios frentes jurídicos, partidistas y por supuesto, la guerra de calumnias que iniciaron en 2018 Fernando Tiscareño y el priista Alejandro Domínguez, quien tuvo que doblar las manitas y apoyar forzado a Maru Campos.

Loera de la Rosa impugnó el triunfo de la panista, justo minutos antes de que venciera el plazo legal para hacerlo.

El cómputo final arrojó que Maru Campos ganó la contienda electoral con 576 mil 176 sufragios sobre Juan Carlos Loera de la coalición Juntos Haremos Historia, que conformaron Morena, Partido del Trabajo y Nueva Alianza, quien obtuvo 444 mil 634 votos.

La diferencia de votos por los que Juan Carlos Loera perdió la elección fueron 131,542 votos.

Loera acusa la intervención de servidores públicos en favor de la campaña del PAN; por otro lado, acusa el desvío de recursos públicos de la Dirección de Seguridad Pública de Chihuahua, al darse a conocer fotografías publicitarias con empleados de esa área.

También denuncia la presencia de algunos empleados del DIF municipal de la ciudad de Chihuahua en supuestos ataques contra militantes morenistas.

Además, acusa a los medios de comunicación, empresarios y a la Iglesia Católica de generar inequidad en la contienda.

Es decir, todo mundo es culpable, menos él.

Contrasta la actitud de mal perdedor de Loera con la de otros candidatos de Morena, quienes han aceptado el resultado adverso hacia ellos y hacia el mismo Loera.

Todo este berrinche debe prender alertas en Morena: Loera no debe tener ningún espacio en la próxima dirigencia y mucho menos en la estructura del gobierno federal: todo lo que toca, lo echa a perder. La candidatura a gobernador, el mejor ejemplo.

Loera sólo sabe destruir, no sabe crear. Por eso no entiende la modernidad.

ULTIMALETRA

Antonio Díaz García se nos ha adelantado en el camino. Descansa en paz, tío.

luisruben@plandevuelo.mx