/ martes 27 de noviembre de 2018

Los adultos mayores

El llegar en este país a la tercera edad representa el iniciar una lucha por hacer que se respeten los derechos de quienes acumulan más de seis décadas de juventud.


Es el inicio de la lucha por la búsqueda de una raquítica pensión que permita subsistir el resto de la vida, y esa lucha pasa por los errores y necedades de muchos actores de la política, que burlándose de todos, modifican leyes por iniciativa propia o por orden de sus patrones en los niveles más altos del gobierno que sólo buscan su beneficio, el de sus familias o de sus amigos.


Para muestra, el abominable “candado” en la ley del IMSS que suspende el derecho a la pensión a quienes hayan dejado de cotizar por más de seis años, obligándolos a cotizar (trabajar), un año más, para recuperar ese derecho y a pesar de que se han presentado varias iniciativas por parte de diputados y senadores que han buscado “abrir” este candado, no se logrado resultado alguno.


Otro caso muy sonado es el de los ex braceros de la década de los sesenta, este caso también es patético. Durante años ahorraron parte de su salario y durante años el gobierno mexicano, priistas y panistas, se los jinetearon, y a pesar de tener juicios ganados por la vía del amparo y recientemente la ratificación de la Tremenda Corte de concederles la razón en su petitorio, no pueden alcanzar el sueño de recuperar lo que les pertenece y que significan muchos años de trabajo honrado y duro en el vecino país del norte.


En el primer caso, el argumento para negarlo es que dicen que representa un impacto presupuestal de 138,000 millones de pesos, que prefieren regalarlos en aparatos de televisión, en el segundo son 5 billones de pesos, casi un año del presupuesto nacional.


A pesar de que la Ley Estatal del Adulto Mayor establece que todos los adultos mayores tienen derecho a una pensión por parte del Estado, limitantes de leyes inferiores asoman como argumento para negarlo a quienes aún no rebasan los 65 años de edad.


Pareciese que en nuestro país los adultos mayores fueran una carga para los gobiernos y cada día suman más al incrementarse el promedio de vida. Ojalá y con el nuevo gobierno las cosas cambien de verdad.


Necesitamos aprender de culturas más desarrolladas socialmente, donde los adultos mayores son los que dirigen los destinos de los pueblos.


Correo: vicmedina@hotmail.com


El llegar en este país a la tercera edad representa el iniciar una lucha por hacer que se respeten los derechos de quienes acumulan más de seis décadas de juventud.


Es el inicio de la lucha por la búsqueda de una raquítica pensión que permita subsistir el resto de la vida, y esa lucha pasa por los errores y necedades de muchos actores de la política, que burlándose de todos, modifican leyes por iniciativa propia o por orden de sus patrones en los niveles más altos del gobierno que sólo buscan su beneficio, el de sus familias o de sus amigos.


Para muestra, el abominable “candado” en la ley del IMSS que suspende el derecho a la pensión a quienes hayan dejado de cotizar por más de seis años, obligándolos a cotizar (trabajar), un año más, para recuperar ese derecho y a pesar de que se han presentado varias iniciativas por parte de diputados y senadores que han buscado “abrir” este candado, no se logrado resultado alguno.


Otro caso muy sonado es el de los ex braceros de la década de los sesenta, este caso también es patético. Durante años ahorraron parte de su salario y durante años el gobierno mexicano, priistas y panistas, se los jinetearon, y a pesar de tener juicios ganados por la vía del amparo y recientemente la ratificación de la Tremenda Corte de concederles la razón en su petitorio, no pueden alcanzar el sueño de recuperar lo que les pertenece y que significan muchos años de trabajo honrado y duro en el vecino país del norte.


En el primer caso, el argumento para negarlo es que dicen que representa un impacto presupuestal de 138,000 millones de pesos, que prefieren regalarlos en aparatos de televisión, en el segundo son 5 billones de pesos, casi un año del presupuesto nacional.


A pesar de que la Ley Estatal del Adulto Mayor establece que todos los adultos mayores tienen derecho a una pensión por parte del Estado, limitantes de leyes inferiores asoman como argumento para negarlo a quienes aún no rebasan los 65 años de edad.


Pareciese que en nuestro país los adultos mayores fueran una carga para los gobiernos y cada día suman más al incrementarse el promedio de vida. Ojalá y con el nuevo gobierno las cosas cambien de verdad.


Necesitamos aprender de culturas más desarrolladas socialmente, donde los adultos mayores son los que dirigen los destinos de los pueblos.


Correo: vicmedina@hotmail.com