/ miércoles 29 de abril de 2020

Los detalles

Cuando se habla de un detalle, se relaciona con algo pequeño que significa mucho, o por otro lado, algo en lo que no se debe poner atención porque es algo insignificante y no debe mortificar.

Las demostraciones de amor suelen ir acompañadas de un bonito detalle, una flor, unos chocolates, un monito de peluche, una tarjeta, etc. Culturalmente se adoptan costumbres para decir te amo con un detalle y se siente muy bien recibirlos.

Muchos detalles también son para decir ¡gracias! o para alentar a alguien: ¡Tu rendimiento en el trabajo es excelente! ¡Ya te graduaste! ¡Felicidades, es tu cumpleaños, tu aniversario! Se dan detalles en la convalecencia, en las pérdidas, en Navidad, etc. etc.

En fin los detalles van y vienen, pero creo que llegó el momento de darlos a consciencia de lo que termina en la basura casi inmediatamente después de dar el detalle.

Pongo de ejemplo esos reconocimientos que son una placa enmarcada donde se le dice a la persona ¡gracias! o ¡bravo! por algo, un cuadro que el 99.99% termina arrumbado en un closet porque no se le encuentra el lugar adecuado para colgarlo. ¿Qué no se podrá simplemente agasajar a las personas con una comida, un ramo de flores o una planta?

Hace poco hubo una travesía de un sacerdote bendiciendo las calles y me imagino que se le sugirió a la comunidad que pusieran globos blancos afuera de sus casas y al día siguiente globos tirados en las calles y otros que aunque seguían colgados terminarán en la basura. ¿Qué no se podrá sugerir que se cuelgue un pañuelo blanco en vez de todo ese hule que ya satura la basura?

El detalle no se debe ver como algo insignificante, porque cuando la moda adopta uno, ese detallito genera en grande. El ser humano tiene la vista puesta en lo que a simple vista llama la atención, queremos ser originales, hacer cosas diferentes, ser pioneros en costumbres que se adoptan precisamente por ese impacto visual. Pero hoy es necesario que aprendamos a despertar los otros sentidos y sugiramos con ejemplo, detalles que no se contrapongan con la salud del planeta. ¡Ay, qué exagerada, no es para tanto! ¿Qué tanto daño hará esta pequeñez? Pues estamos saturados de pequeñeces que suman grandes daños.

La cantidad de bebidas que vienen en envases desechables es alarmante, y creo firmemente que las mismas fábricas de estas bebidas deben de hacerse cargo del desecho, poner centros de acopio donde visualicen la contaminación alarmante de su producto. La exageración de platos, cubiertos, vasos y tazas desechables de negocios de alimentos deben desaparecer ¿cómo?, cobrándolos caros.

Ya se ven tapabocas tirados por todos lados, ¿qué pasa con el razonamiento humano? ¡A usar uno de tela lavable por favor!

E insisto, autoridades, ¿qué están esperando para multar a los que tiran basura? En países más avanzados en este terma, las tienen muy claras y se responde.

Hoy me pongo a pensar que esta experiencia que estamos viviendo mundialmente es una oportunidad para poner atención en los grandes detalles que antes no llamaban nuestra atención, detalles diarios que harían un diferencia enorme si nos sumamos a evitarlos o por el lado positivo hacia el medio ambiente multiplicarlos.

Vigilante: Sé creativo en cuestión de detalles, regala mejor una experiencia, y no subestimes los detalles que multiplicados por todos afectan grandemente.

Cuando se habla de un detalle, se relaciona con algo pequeño que significa mucho, o por otro lado, algo en lo que no se debe poner atención porque es algo insignificante y no debe mortificar.

Las demostraciones de amor suelen ir acompañadas de un bonito detalle, una flor, unos chocolates, un monito de peluche, una tarjeta, etc. Culturalmente se adoptan costumbres para decir te amo con un detalle y se siente muy bien recibirlos.

Muchos detalles también son para decir ¡gracias! o para alentar a alguien: ¡Tu rendimiento en el trabajo es excelente! ¡Ya te graduaste! ¡Felicidades, es tu cumpleaños, tu aniversario! Se dan detalles en la convalecencia, en las pérdidas, en Navidad, etc. etc.

En fin los detalles van y vienen, pero creo que llegó el momento de darlos a consciencia de lo que termina en la basura casi inmediatamente después de dar el detalle.

Pongo de ejemplo esos reconocimientos que son una placa enmarcada donde se le dice a la persona ¡gracias! o ¡bravo! por algo, un cuadro que el 99.99% termina arrumbado en un closet porque no se le encuentra el lugar adecuado para colgarlo. ¿Qué no se podrá simplemente agasajar a las personas con una comida, un ramo de flores o una planta?

Hace poco hubo una travesía de un sacerdote bendiciendo las calles y me imagino que se le sugirió a la comunidad que pusieran globos blancos afuera de sus casas y al día siguiente globos tirados en las calles y otros que aunque seguían colgados terminarán en la basura. ¿Qué no se podrá sugerir que se cuelgue un pañuelo blanco en vez de todo ese hule que ya satura la basura?

El detalle no se debe ver como algo insignificante, porque cuando la moda adopta uno, ese detallito genera en grande. El ser humano tiene la vista puesta en lo que a simple vista llama la atención, queremos ser originales, hacer cosas diferentes, ser pioneros en costumbres que se adoptan precisamente por ese impacto visual. Pero hoy es necesario que aprendamos a despertar los otros sentidos y sugiramos con ejemplo, detalles que no se contrapongan con la salud del planeta. ¡Ay, qué exagerada, no es para tanto! ¿Qué tanto daño hará esta pequeñez? Pues estamos saturados de pequeñeces que suman grandes daños.

La cantidad de bebidas que vienen en envases desechables es alarmante, y creo firmemente que las mismas fábricas de estas bebidas deben de hacerse cargo del desecho, poner centros de acopio donde visualicen la contaminación alarmante de su producto. La exageración de platos, cubiertos, vasos y tazas desechables de negocios de alimentos deben desaparecer ¿cómo?, cobrándolos caros.

Ya se ven tapabocas tirados por todos lados, ¿qué pasa con el razonamiento humano? ¡A usar uno de tela lavable por favor!

E insisto, autoridades, ¿qué están esperando para multar a los que tiran basura? En países más avanzados en este terma, las tienen muy claras y se responde.

Hoy me pongo a pensar que esta experiencia que estamos viviendo mundialmente es una oportunidad para poner atención en los grandes detalles que antes no llamaban nuestra atención, detalles diarios que harían un diferencia enorme si nos sumamos a evitarlos o por el lado positivo hacia el medio ambiente multiplicarlos.

Vigilante: Sé creativo en cuestión de detalles, regala mejor una experiencia, y no subestimes los detalles que multiplicados por todos afectan grandemente.

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