/ sábado 14 de septiembre de 2019

¿Los estacionamientos de Star Médica y Hospital Ángeles de qué privilegios gozan?

Amable lector, lectora, cuando usted se pregunte por qué ganó el comunista López Obrador, vaya a este tipo de casos y encontrará la respuesta.

Sucede que desde que hicieron el edificio donde está el Hospital Star Médica, en el periférico de la Juventud y Francisco Villa, claramente se vio, hasta para una inexperta como yo en cuestión de arquitectura e ingeniería, que el estacionamiento sería insuficiente, y que los constructores e inversionistas no estaban considerando que los empleados necesitan dignamente dónde estacionarse.

Ahora Star Médica cobra veinte pesos por estacionarse las primeras cuatro horas, luego otros veinte pesos por cada hora siguiente. Esto es a propósito para que los empleados no se estacionen. ¿Hasta dónde vamos a llegar?

Los empleados se estacionarán en la calle, exponiendo sus autos a la delincuencia y comprimiendo la ya atiborrada avenida Francisco Villa, que por cierto es por donde paso, y cada vez que paso y veo esto siento coraje contra los fifís dueños de Star Médica. ¿Todavía no le queda claro por qué la raza ama a AMLO?

Ahora bien, como recordará usted, a estos listos empresarios ya hace algunos años que se les ocurrió cobrar en los estacionamientos (listos, ellos, viendo de dónde sacar dinero fácil sin invertir nada), pero gracias a algunos diputados se paró esta grosería, que por cierto comenzó en Ciudad Juárez en un Walmart.

Sin embargo, en el Hospital Ángeles todavía siguen cobrando por estacionarse en su mal diseñado y limitado estacionamiento. Yo, como usted, querido lector, lectora, me pregunto: ¿De qué privilegios goza? ¿Con quién hizo un convenio, cómo fue, dónde está, a quién corrompió? Dicen las malas lenguas que hubo un arreglo, no pude confírmalo, y por eso no quiero pecar de habladora, líbreme Buda de esas cosas, pero, bueno, sólo se lo digo a usted porque tampoco soy una monja budista para andar guardando secretos, y es que dicen que en la administración de Quezada hubo algo oscuro, una “mordida”, un dinerito, un empaste, un billete, morralla, feria, billullo, pasta o baro, y por eso cuando se prohibió cobrar en los otros estacionamientos ellos permanecieron intocables.

Ojalá pudiera el gobierno de hoy poner gobierno en el desorden que hizo el gobierno de antes, y defender la dignidad de esas personas que trabajan ahí y su sueldo no les permite pagar 1,200 pesos de estacionamiento, porque, fíjese usted, les saldría hasta más caro que a los médicos.

Querido lector, lectora, tomemos conciencia social de que las diferencias económicas las establece la injusticia de unos empresarios hambrientos y la permisividad de un gobierno corrupto. Corrijamos antes de que el comunismo nos obligue.

NAMASTE

www.silviagonzalez.com.mx




Amable lector, lectora, cuando usted se pregunte por qué ganó el comunista López Obrador, vaya a este tipo de casos y encontrará la respuesta.

Sucede que desde que hicieron el edificio donde está el Hospital Star Médica, en el periférico de la Juventud y Francisco Villa, claramente se vio, hasta para una inexperta como yo en cuestión de arquitectura e ingeniería, que el estacionamiento sería insuficiente, y que los constructores e inversionistas no estaban considerando que los empleados necesitan dignamente dónde estacionarse.

Ahora Star Médica cobra veinte pesos por estacionarse las primeras cuatro horas, luego otros veinte pesos por cada hora siguiente. Esto es a propósito para que los empleados no se estacionen. ¿Hasta dónde vamos a llegar?

Los empleados se estacionarán en la calle, exponiendo sus autos a la delincuencia y comprimiendo la ya atiborrada avenida Francisco Villa, que por cierto es por donde paso, y cada vez que paso y veo esto siento coraje contra los fifís dueños de Star Médica. ¿Todavía no le queda claro por qué la raza ama a AMLO?

Ahora bien, como recordará usted, a estos listos empresarios ya hace algunos años que se les ocurrió cobrar en los estacionamientos (listos, ellos, viendo de dónde sacar dinero fácil sin invertir nada), pero gracias a algunos diputados se paró esta grosería, que por cierto comenzó en Ciudad Juárez en un Walmart.

Sin embargo, en el Hospital Ángeles todavía siguen cobrando por estacionarse en su mal diseñado y limitado estacionamiento. Yo, como usted, querido lector, lectora, me pregunto: ¿De qué privilegios goza? ¿Con quién hizo un convenio, cómo fue, dónde está, a quién corrompió? Dicen las malas lenguas que hubo un arreglo, no pude confírmalo, y por eso no quiero pecar de habladora, líbreme Buda de esas cosas, pero, bueno, sólo se lo digo a usted porque tampoco soy una monja budista para andar guardando secretos, y es que dicen que en la administración de Quezada hubo algo oscuro, una “mordida”, un dinerito, un empaste, un billete, morralla, feria, billullo, pasta o baro, y por eso cuando se prohibió cobrar en los otros estacionamientos ellos permanecieron intocables.

Ojalá pudiera el gobierno de hoy poner gobierno en el desorden que hizo el gobierno de antes, y defender la dignidad de esas personas que trabajan ahí y su sueldo no les permite pagar 1,200 pesos de estacionamiento, porque, fíjese usted, les saldría hasta más caro que a los médicos.

Querido lector, lectora, tomemos conciencia social de que las diferencias económicas las establece la injusticia de unos empresarios hambrientos y la permisividad de un gobierno corrupto. Corrijamos antes de que el comunismo nos obligue.

NAMASTE

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