/ jueves 25 de octubre de 2018

Los éxodos del hambre y la inseguridad

La caravana de miles de hondureños que arribó a México es sólo el preámbulo de futuras peregrinaciones masivas de centroamericanos que intentarán por todos los medios llegar a los Estados Unidos de América.

La situación económica y de inseguridad en la región centroamericana está empeorando para sus habitantes, buena parte de los cuales opta por emigrar. El destino común no es nuestro país, sino el vecino rico del norte, por lo que se arriesgan a superar los riesgos que implica recorrer el territorio nacional de forma ilegal.

El “sueño americano” sigue vigente para los latinoamericanos, así como el europeo para los africanos y habitantes de Medio Oriente.

Las raíces de las emigraciones masivas de los últimos años son las hambrunas y las guerras, como es el caso de Siria. Este país es gobernado por un dictador que heredó el poder de su padre y persiste en continuar en su cargo combatiendo para ello a los rebeldes y a los militantes del Estado Islámico.

Los que sufren más las consecuencias de este conflicto son los civiles, millones de los cuales han emigrado a Europa y han provocado crisis en algunas naciones como las balcánicas.

Una de las principales causas de la salida del Reino Unido de la Unión Europea fue para evitar recibir a miles de inmigrantes. Al parecer la mayoría de los británicos decidieron pagar el alto costo económico del Brexit con tal de impedir el arribo de más extranjeros a su país.

En el caso centroamericano la miseria tradicional, la carencia de inversiones y la ineptitud de los gobiernos han agudizado la pobreza y la inseguridad de los ciudadanos de Honduras y El Salvador, a los que se agregaría ahora Nicaragua.

La propuesta del presidente electo de invertir 30 mil millones de dólares en la región podría ser efectiva si realmente estuvieran dispuestos a hacerlo Estados Unidos y Canadá. México requiere también grandes inversiones en el sur y el norte para mitigar las presiones sociales causadas por la marginación de millones de mexicanos.

El problema migratorio es complejo y global, por lo que requiere estrategias concertadas por los países implicados para controlarlo pues es prácticamente imposible erradicarlo sólo con muros y persecuciones policiacas de inmigrantes ilegales.

Atacar las crisis migratorias a fondo es un deber tanto de los líderes de las regiones donde se originan como de los dirigentes de las zonas afectadas.

Si bien siempre han existido las migraciones masivas, en este siglo es cuando se han convertido en una amenaza global debido a la expansión de la brecha entre países ricos y pobres.

La caravana de inmigrantes centroamericanos por lo pronto requiere no sólo la atención mediática, sino también la intervención humanitaria del gobierno mexicano para atender a los olvidados vecinos del sur y darles el mismo trato que exigimos para nuestros emigrantes en el vecino país del norte.

A mediano y largo plazo deberían ser la OEA y los otros organismos internacionales los que propusieran y llevaran a cabo medidas preventivas que realmente fomentaran el desarrollo de la región centroamericana y así evitar la emigración de sus habitantes.


La caravana de miles de hondureños que arribó a México es sólo el preámbulo de futuras peregrinaciones masivas de centroamericanos que intentarán por todos los medios llegar a los Estados Unidos de América.

La situación económica y de inseguridad en la región centroamericana está empeorando para sus habitantes, buena parte de los cuales opta por emigrar. El destino común no es nuestro país, sino el vecino rico del norte, por lo que se arriesgan a superar los riesgos que implica recorrer el territorio nacional de forma ilegal.

El “sueño americano” sigue vigente para los latinoamericanos, así como el europeo para los africanos y habitantes de Medio Oriente.

Las raíces de las emigraciones masivas de los últimos años son las hambrunas y las guerras, como es el caso de Siria. Este país es gobernado por un dictador que heredó el poder de su padre y persiste en continuar en su cargo combatiendo para ello a los rebeldes y a los militantes del Estado Islámico.

Los que sufren más las consecuencias de este conflicto son los civiles, millones de los cuales han emigrado a Europa y han provocado crisis en algunas naciones como las balcánicas.

Una de las principales causas de la salida del Reino Unido de la Unión Europea fue para evitar recibir a miles de inmigrantes. Al parecer la mayoría de los británicos decidieron pagar el alto costo económico del Brexit con tal de impedir el arribo de más extranjeros a su país.

En el caso centroamericano la miseria tradicional, la carencia de inversiones y la ineptitud de los gobiernos han agudizado la pobreza y la inseguridad de los ciudadanos de Honduras y El Salvador, a los que se agregaría ahora Nicaragua.

La propuesta del presidente electo de invertir 30 mil millones de dólares en la región podría ser efectiva si realmente estuvieran dispuestos a hacerlo Estados Unidos y Canadá. México requiere también grandes inversiones en el sur y el norte para mitigar las presiones sociales causadas por la marginación de millones de mexicanos.

El problema migratorio es complejo y global, por lo que requiere estrategias concertadas por los países implicados para controlarlo pues es prácticamente imposible erradicarlo sólo con muros y persecuciones policiacas de inmigrantes ilegales.

Atacar las crisis migratorias a fondo es un deber tanto de los líderes de las regiones donde se originan como de los dirigentes de las zonas afectadas.

Si bien siempre han existido las migraciones masivas, en este siglo es cuando se han convertido en una amenaza global debido a la expansión de la brecha entre países ricos y pobres.

La caravana de inmigrantes centroamericanos por lo pronto requiere no sólo la atención mediática, sino también la intervención humanitaria del gobierno mexicano para atender a los olvidados vecinos del sur y darles el mismo trato que exigimos para nuestros emigrantes en el vecino país del norte.

A mediano y largo plazo deberían ser la OEA y los otros organismos internacionales los que propusieran y llevaran a cabo medidas preventivas que realmente fomentaran el desarrollo de la región centroamericana y así evitar la emigración de sus habitantes.