En la recta final del gobierno solidario del cual ha sido un privilegio estar al frente, hemos demostrado una vez más que el recurso público debe invertirse en aspectos de beneficio colectivo que vengan a resarcir las prioridades de la gente.
Hasta hoy, hemos ponderado obras y acciones sociales con verdadero impacto para la ciudadanía, eficientando con ello a la administración municipal y tomando decisiones razonadas que en verdad cumplan con el objetivo de mejorar la vida de las personas.
A tres meses de concluir, es preciso señalar que fueron 350 obras concretadas así como el seguimiento, mejoramiento y el establecimiento de programas sociales, buscando en todo momento atender aspectos de primera importancia.
En el rubro educativo por ejemplo, y aunque no le corresponde al gobierno municipal hacerlo, nos dimos a la tarea de apoyar a los alumnos con uniformes completos para coadyuvar al desarrollo familiar, además de que realizamos obras al interior de las escuelas en materia de infraestructura, y prueba de ello fueron las techumbres con las que ahora se protegen de las inclemencias del tiempo los alumnos.
Mantuvimos la atención al aspecto de salud, dando seguimiento al programa de Médico en tu Casa, el cual fortalecimos con atención a la salud dental y el establecimiento de consultorios en varios puntos de la ciudad que brindan atención puntual y gratuita, y además proveen de medicamento a quienes no cuentan con el recurso económico para atenderlo.
El programa Canasta Solidaria ha hecho llegar a las familias los insumos imprescindibles para la alimentación de las familias, pero también establecimos las tortillerías solidarias que vienen a cubrir de manera puntual con este alimento básico de las personas.
Buscamos siempre catapultar el poder turístico de la ciudad cambiando la imagen de sectores claves del centro histórico, dando un nuevo maquillaje a las principales calles además de concretar el Pabellón Revolucionario que hoy por hoy, es uno de los puntos que más popularidad ha adquirido ya gracias a la imagen de nuestro centauro del Norte, cuyo centenario luctuoso nos tocó conmemorar.
Así, correspondimos a la confianza que la gente de Parral nos brindó y la cual es digna de agradecer y reconocer, por ello la obligación de continuar hasta el último minuto trabajando como si se tratara del primer día.
Encabezar un gobierno sensible y de puertas abiertas seguirá siendo hasta su culminación, uno de los honores y satisfacciones que marcan la vida de un hombre, y que establecen la premisa de que las cosas buenas se logran hacer cuando se trabaja de la mano con la ciudadanía y no de manera individual.
Porque los próximos días sin lugar a dudas, seguiré dando lo mejor de mi persona para que se vean cumplidas todas las metas que nos fijamos al inicio.
Reforzaremos la imagen y la nobleza de quienes habitan la Capital de lo bueno.