/ miércoles 8 de agosto de 2018

Los mares con perspectiva de derechos humanos

Los océanos del mundo son la clave para la conservación de la vida en el planeta.

Ban Ki-Moon exsecretario general de las Naciones Unidas.

La vida surgió de los océanos. Las aguas oceánicas abarcan un área inmensa, con más de 360.132.000 km², que representan aproximadamente el 72% de la superficie terrestre. No sólo ha servido de principal fuente de alimento de los seres vivos a los que dio la vida, sino que, desde el principio de los tiempos, ha sido también fuente de comercio, aventuras y descubrimiento. Ha separado a los pueblos, pero al mismo tiempo los ha unido.

Los océanos ofrecen una amplia gama de ventajas para el bienestar humano y la prosperidad, como la producción de alimentos, la creación de empleo, la moderación de la temperatura, el secuestro del carbono, el ciclo de los nutrientes, los hábitats y la diversidad biológica, el turismo, además de su calidad de fuente de energía, entre otras cosas. Los seres humanos, sin embargo, hemos expuesto los océanos a riesgo de daños irreversibles a través de la pesca excesiva, el cambio climático y la acidificación del océano (por las emisiones de carbono absorbidas), el aumento de la contaminación, el desarrollo no sostenible de las zonas costeras y los impactos no deseados de la extracción de recursos, con la consiguiente pérdida de la diversidad biológica, disminución de la abundancia de especies, daños en los hábitats y menoscabo de las funciones ecológicas. Es necesario revertir estas tendencias, aprovechando la enorme riqueza potencial de los océanos para construir una sociedad que utilice los recursos oceánicos con prudencia y que sea menos vulnerable a los riesgos relacionados con los océanos. Debemos adoptar una visión más dinámica de los océanos y renovar la comprensión sobre su capacidad. Tenemos que crear nuevas asociaciones y, al mismo tiempo, fortalecer las principales ya existentes, y desarrollar formas de compartir la riqueza de los océanos en provecho de todos.

La ONU presentó una iniciativa denominada Pacto de los Océanos, que busca mantener los océanos sanos para la prosperidad, ya que es necesario para resolver los problemas del deterioro de la salud y la productividad de los mismos en una meta y tres objetivos.

Se trata de alentar a los estados miembros, el sector privado y la sociedad civil a asumir compromisos globales e individuales para restablecer los océanos como sistemas sanos, productivos y resistentes, con carácter urgente y sobre la base de referencia necesaria para garantizar el bienestar humano y la prosperidad. Para lograr el objetivo de “Océanos sanos para la prosperidad” tenemos que descubrir formas nuevas e innovadoras de proteger los recursos oceánicos, utilizarlos de manera más eficiente, y garantizar al mismo tiempo el uso sostenible y la conservación de los recursos naturales por parte de todas las partes interesadas. Tres objetivos interrelacionados promueven esta meta buscando:

Objetivo 1.- Proteger a las personas y mejorar la salud de los océanos, buscando la reducción de la vulnerabilidad de las personas de los peligros naturales incluyendo los tsunamis así como de los contaminantes de las actividades marítimas y terrestres.

Objetivo 2.- Proteger, recuperar y conservar el medio oceánico y los recursos naturales de los océanos y restablecer plenamente sus servicios de producción de alimentos y suministro de medios de subsistencia.

Objetivo 3.- Fortalecer el conocimiento del océano y su gestión.


¡Me siento orgullosa de ser hija de estas hermosas tierras norteñas!

heidy_universidad@hotmail.com


Los océanos del mundo son la clave para la conservación de la vida en el planeta.

Ban Ki-Moon exsecretario general de las Naciones Unidas.

La vida surgió de los océanos. Las aguas oceánicas abarcan un área inmensa, con más de 360.132.000 km², que representan aproximadamente el 72% de la superficie terrestre. No sólo ha servido de principal fuente de alimento de los seres vivos a los que dio la vida, sino que, desde el principio de los tiempos, ha sido también fuente de comercio, aventuras y descubrimiento. Ha separado a los pueblos, pero al mismo tiempo los ha unido.

Los océanos ofrecen una amplia gama de ventajas para el bienestar humano y la prosperidad, como la producción de alimentos, la creación de empleo, la moderación de la temperatura, el secuestro del carbono, el ciclo de los nutrientes, los hábitats y la diversidad biológica, el turismo, además de su calidad de fuente de energía, entre otras cosas. Los seres humanos, sin embargo, hemos expuesto los océanos a riesgo de daños irreversibles a través de la pesca excesiva, el cambio climático y la acidificación del océano (por las emisiones de carbono absorbidas), el aumento de la contaminación, el desarrollo no sostenible de las zonas costeras y los impactos no deseados de la extracción de recursos, con la consiguiente pérdida de la diversidad biológica, disminución de la abundancia de especies, daños en los hábitats y menoscabo de las funciones ecológicas. Es necesario revertir estas tendencias, aprovechando la enorme riqueza potencial de los océanos para construir una sociedad que utilice los recursos oceánicos con prudencia y que sea menos vulnerable a los riesgos relacionados con los océanos. Debemos adoptar una visión más dinámica de los océanos y renovar la comprensión sobre su capacidad. Tenemos que crear nuevas asociaciones y, al mismo tiempo, fortalecer las principales ya existentes, y desarrollar formas de compartir la riqueza de los océanos en provecho de todos.

La ONU presentó una iniciativa denominada Pacto de los Océanos, que busca mantener los océanos sanos para la prosperidad, ya que es necesario para resolver los problemas del deterioro de la salud y la productividad de los mismos en una meta y tres objetivos.

Se trata de alentar a los estados miembros, el sector privado y la sociedad civil a asumir compromisos globales e individuales para restablecer los océanos como sistemas sanos, productivos y resistentes, con carácter urgente y sobre la base de referencia necesaria para garantizar el bienestar humano y la prosperidad. Para lograr el objetivo de “Océanos sanos para la prosperidad” tenemos que descubrir formas nuevas e innovadoras de proteger los recursos oceánicos, utilizarlos de manera más eficiente, y garantizar al mismo tiempo el uso sostenible y la conservación de los recursos naturales por parte de todas las partes interesadas. Tres objetivos interrelacionados promueven esta meta buscando:

Objetivo 1.- Proteger a las personas y mejorar la salud de los océanos, buscando la reducción de la vulnerabilidad de las personas de los peligros naturales incluyendo los tsunamis así como de los contaminantes de las actividades marítimas y terrestres.

Objetivo 2.- Proteger, recuperar y conservar el medio oceánico y los recursos naturales de los océanos y restablecer plenamente sus servicios de producción de alimentos y suministro de medios de subsistencia.

Objetivo 3.- Fortalecer el conocimiento del océano y su gestión.


¡Me siento orgullosa de ser hija de estas hermosas tierras norteñas!

heidy_universidad@hotmail.com