/ miércoles 7 de octubre de 2020

Los marranos del camino

Vengo llegando de El Paso, Texas, por carretera y no doy crédito ante la cantidad de basura que hay a los lados del trayecto, ¡nunca había visto ese tramo de carretera tan sucio! Sobre todo cerca de los poblados.

Me imagino a personas totalmente irracionales aventando cosas desde sus vehículos en movimiento, a otros dejando sus rastros en las paradas que hacen por diferentes motivos y a los mismos habitantes de los pueblos, que por lo visto ya se acostumbraron al cochinero.

Como siempre, lo que pulula son botellas de bebidas, contenedores de comida, bolsas de plástico y todo lo que queda después de “satisfacer” el hambre y la sed.

Muchos de ustedes pensarán que es responsabilidad del gobierno mantener los espacios públicos limpios, pero definitivamente yo no estoy de acuerdo con eso, el gobierno ya tiene suficiente trabajo con hacerse cargo de las toneladas de basura que enviamos a los tiraderos, y además es totalmente irracional pensar que lo que tiro yo, individuo, alguien más lo debe levantar. ¡Los lugares públicos son de todos y todos debemos cooperar para dejarlos en óptimas condiciones. ¿Pero cómo se puede lograr esto, si hay tantas personas que están en la categoría de marranos irresponsables? Yo no veo otra solución más efectiva que la multa. Así como se elevaron mucho las sanciones por las faltas al tráfico vehicular, se debe ir pensando en crear una multa bastante alta para los marranos del camino, que tanto motorizados como a pie hacen de las suyas. Todos somos testigos de caminos atiborrados de desechos, por la ignorancia y la apatía de estúpidos transeúntes, esos insensibles que no se ponen a pensar que el cúmulo de residuos contaminantes es un peligro para la humanidad en general, es como ir hirviendo una pócima que tarde o temprano se derramará para alcanzarnos a todos con su veneno.

La educación y conciencia tardan en atrapar a las multitudes y no podemos esperar a que agarren la onda los marranos del camino. Si estos personajes quieren vivir en un chiquero, ¡adelante!, que lo hagan en su propiedad, siempre y cuando los que transitamos no podamos ver su marranero, ¡que no esté a la vista de los que vamos y venimos y nos gusta deleitarnos con el orden, los que practicamos el respeto al prójimo y los que trabajamos por el amor que le tenemos a nuestra absoluta proveedora: la naturaleza.

Esto que vi el día de ayer es sólo la puntita del iceberg, la basura es ya un tema preocupante y sus manifestaciones van desde un botella a cerros que están acabando con todo tipo de ecosistemas.

Mandos gubernamentales, definitivamente urgen las multas, al principio las personas renegarán, pero luego asumirán desde una conciencia obligada que tirar basura es igual a perder dinero, y cuando el golpe es en el bolsillo, todos se alinean.

Cada vez somos más, cada año las ciudades crecen, si no actuamos hoy ¿qué nos espera? El reciclado es hoy un parche ante la avalancha de residuos contaminantes, hoy la reducción de basura es el tema que nos debe ocupar, hoy el prescindir de productos que contaminan es el reto, hoy esta ciudad, el estado, México y el mundo entero requiere de atención, hoy hace falta una reflexión de lo que estamos generando, hoy la naturaleza grita y quiere que la escuche el ser humano con atención, para enfocarnos en la máxima: Si no salvamos a la naturaleza, nos vamos de pique con ella.

Vigilante: Dicen que los extraterrestres limpiarían el planeta entero en 7 días, ¿dónde están los señores marcianos? ¡Los necesitamos yaaaaaaa!


Vengo llegando de El Paso, Texas, por carretera y no doy crédito ante la cantidad de basura que hay a los lados del trayecto, ¡nunca había visto ese tramo de carretera tan sucio! Sobre todo cerca de los poblados.

Me imagino a personas totalmente irracionales aventando cosas desde sus vehículos en movimiento, a otros dejando sus rastros en las paradas que hacen por diferentes motivos y a los mismos habitantes de los pueblos, que por lo visto ya se acostumbraron al cochinero.

Como siempre, lo que pulula son botellas de bebidas, contenedores de comida, bolsas de plástico y todo lo que queda después de “satisfacer” el hambre y la sed.

Muchos de ustedes pensarán que es responsabilidad del gobierno mantener los espacios públicos limpios, pero definitivamente yo no estoy de acuerdo con eso, el gobierno ya tiene suficiente trabajo con hacerse cargo de las toneladas de basura que enviamos a los tiraderos, y además es totalmente irracional pensar que lo que tiro yo, individuo, alguien más lo debe levantar. ¡Los lugares públicos son de todos y todos debemos cooperar para dejarlos en óptimas condiciones. ¿Pero cómo se puede lograr esto, si hay tantas personas que están en la categoría de marranos irresponsables? Yo no veo otra solución más efectiva que la multa. Así como se elevaron mucho las sanciones por las faltas al tráfico vehicular, se debe ir pensando en crear una multa bastante alta para los marranos del camino, que tanto motorizados como a pie hacen de las suyas. Todos somos testigos de caminos atiborrados de desechos, por la ignorancia y la apatía de estúpidos transeúntes, esos insensibles que no se ponen a pensar que el cúmulo de residuos contaminantes es un peligro para la humanidad en general, es como ir hirviendo una pócima que tarde o temprano se derramará para alcanzarnos a todos con su veneno.

La educación y conciencia tardan en atrapar a las multitudes y no podemos esperar a que agarren la onda los marranos del camino. Si estos personajes quieren vivir en un chiquero, ¡adelante!, que lo hagan en su propiedad, siempre y cuando los que transitamos no podamos ver su marranero, ¡que no esté a la vista de los que vamos y venimos y nos gusta deleitarnos con el orden, los que practicamos el respeto al prójimo y los que trabajamos por el amor que le tenemos a nuestra absoluta proveedora: la naturaleza.

Esto que vi el día de ayer es sólo la puntita del iceberg, la basura es ya un tema preocupante y sus manifestaciones van desde un botella a cerros que están acabando con todo tipo de ecosistemas.

Mandos gubernamentales, definitivamente urgen las multas, al principio las personas renegarán, pero luego asumirán desde una conciencia obligada que tirar basura es igual a perder dinero, y cuando el golpe es en el bolsillo, todos se alinean.

Cada vez somos más, cada año las ciudades crecen, si no actuamos hoy ¿qué nos espera? El reciclado es hoy un parche ante la avalancha de residuos contaminantes, hoy la reducción de basura es el tema que nos debe ocupar, hoy el prescindir de productos que contaminan es el reto, hoy esta ciudad, el estado, México y el mundo entero requiere de atención, hoy hace falta una reflexión de lo que estamos generando, hoy la naturaleza grita y quiere que la escuche el ser humano con atención, para enfocarnos en la máxima: Si no salvamos a la naturaleza, nos vamos de pique con ella.

Vigilante: Dicen que los extraterrestres limpiarían el planeta entero en 7 días, ¿dónde están los señores marcianos? ¡Los necesitamos yaaaaaaa!


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