/ viernes 15 de febrero de 2019

Los perros al nacer duran 15 días para abrir los ojos… ¿Nosotros cuándo?

La caja de Pandora

Toda una apología del crimen organizado fue el juicio en New York de Joaquín el Chapo Guzmán Loera, puesto en escena, se pudiera decir, por el poder judicial norteamericano en conjunto con la Casa Blanca, lo único que pudiera haber faltado en la corte en los tres meses que duró el juicio, fueron las palomitas y los dogos, así como el presidente Trump solicitando en la misma corte y al mismo narcotraficante su cooperación para su ya famoso muro.

La cobertura informativa fue enorme, como si se tratara del más importante evento para la humanidad, y tal parece que Guzmán Loera podrá ser en poco tiempo el quinto fantástico o mínimo uno de los héroes mexicanos que desafió al poderoso país norteamericano.

Hay muchas cosas que merecen más la atención de la audiencia de los medios de comunicación que estar casi festejando las hazañas de este famoso delincuente que lo único que deja es una increíble promoción al consumo de drogas, que ya también se ha convertido en un problema real en México y que ha producido la infinidad de cárteles que se pelean las plazas y la distribución y venta de los enervantes.

Pero indudablemente que el juicio del siglo, como se le llamó a este mamotreto, fue un inmejorable elemento distractor para dejar un poco de lado las incoherencias de nuestro presidente que ya no se duda, nos encamina a un Estado autoritario y férreamente centralista donde se quiera o no, se tendrán que aceptar sus desvaríos democráticos y de pureza administrativa que tanto presume quiere llevar a todo el país.

Apenas el miércoles, si de dichos se trata, se volvió a montar en su macho, al ratificar el recorte de la mitad del presupuesto a las guarderías, con lo que prácticamente está certificando su desaparición, al señalar que esto se hacía para que los padres asumieran su responsabilidad. Es decir les quiere adjudicar ahora a los padres su yerro que, sin duda, será fuertemente reclamado, pero que seguro es, no dará marcha atrás.

Es increíble la tozudez del presidente López Obrador, para llevar a México a la ruina, no es cierto que a él le importe el país, sino más bien restablecer su orgullo o cobrar la venganza ya ni tan siquiera de las dos últimas contiendas que perdió para llegar a la Presidencia de la República, sino cuando el mismo PRI no lo dejó llegar a la gubernatura de Tabasco.

El país está prácticamente paralizado desde el primero de diciembre del año próximo pasado, las dependencias en sus sedes y en sus delegaciones en los estados están sin funcionar y el presidente buscando culpables y subiendo diariamente nombres de los según él, enemigos de México, pero que no se atreve a denunciarlos porque dice que tienen muy buenos abogados que le ganan. Háganme ustedes el gran favor.

¿Porque qué presidente deja paralizado gran parte del comercio internacional y nacional con la toma de las vías ferroviarias en Michoacán por parte de esos malandrines que se respaldan en el CNTE o en el SNTE y que con ello demuestran que para ellos no hay nada, ni nadie que los detenga para hacer sus fechorías y sacar provecho?

Y es que el ataque o bloqueo a las vías federales de comunicación tiene consecuencias penales graves, pero el presidente cree que con sus cortos discursos va a convencerlos de que se porten bien, cuando sabe perfectamente que nunca lo harán.

Estamos en condiciones muy graves y los que por el momento andan en la rueda de la fortuna con don Andrés Manuel López Obrador, no lo alcanzan a ver porque creen que por fin les hizo justicia la Revolución, cuando no saben que es precisamente hacia donde se nos encamina con estas actitudes tan especiales para gobernar del presidente López Obrador.

Los perros al nacer duran 15 días en abrir los ojos... ¿Nosotros cuándo?



La caja de Pandora

Toda una apología del crimen organizado fue el juicio en New York de Joaquín el Chapo Guzmán Loera, puesto en escena, se pudiera decir, por el poder judicial norteamericano en conjunto con la Casa Blanca, lo único que pudiera haber faltado en la corte en los tres meses que duró el juicio, fueron las palomitas y los dogos, así como el presidente Trump solicitando en la misma corte y al mismo narcotraficante su cooperación para su ya famoso muro.

La cobertura informativa fue enorme, como si se tratara del más importante evento para la humanidad, y tal parece que Guzmán Loera podrá ser en poco tiempo el quinto fantástico o mínimo uno de los héroes mexicanos que desafió al poderoso país norteamericano.

Hay muchas cosas que merecen más la atención de la audiencia de los medios de comunicación que estar casi festejando las hazañas de este famoso delincuente que lo único que deja es una increíble promoción al consumo de drogas, que ya también se ha convertido en un problema real en México y que ha producido la infinidad de cárteles que se pelean las plazas y la distribución y venta de los enervantes.

Pero indudablemente que el juicio del siglo, como se le llamó a este mamotreto, fue un inmejorable elemento distractor para dejar un poco de lado las incoherencias de nuestro presidente que ya no se duda, nos encamina a un Estado autoritario y férreamente centralista donde se quiera o no, se tendrán que aceptar sus desvaríos democráticos y de pureza administrativa que tanto presume quiere llevar a todo el país.

Apenas el miércoles, si de dichos se trata, se volvió a montar en su macho, al ratificar el recorte de la mitad del presupuesto a las guarderías, con lo que prácticamente está certificando su desaparición, al señalar que esto se hacía para que los padres asumieran su responsabilidad. Es decir les quiere adjudicar ahora a los padres su yerro que, sin duda, será fuertemente reclamado, pero que seguro es, no dará marcha atrás.

Es increíble la tozudez del presidente López Obrador, para llevar a México a la ruina, no es cierto que a él le importe el país, sino más bien restablecer su orgullo o cobrar la venganza ya ni tan siquiera de las dos últimas contiendas que perdió para llegar a la Presidencia de la República, sino cuando el mismo PRI no lo dejó llegar a la gubernatura de Tabasco.

El país está prácticamente paralizado desde el primero de diciembre del año próximo pasado, las dependencias en sus sedes y en sus delegaciones en los estados están sin funcionar y el presidente buscando culpables y subiendo diariamente nombres de los según él, enemigos de México, pero que no se atreve a denunciarlos porque dice que tienen muy buenos abogados que le ganan. Háganme ustedes el gran favor.

¿Porque qué presidente deja paralizado gran parte del comercio internacional y nacional con la toma de las vías ferroviarias en Michoacán por parte de esos malandrines que se respaldan en el CNTE o en el SNTE y que con ello demuestran que para ellos no hay nada, ni nadie que los detenga para hacer sus fechorías y sacar provecho?

Y es que el ataque o bloqueo a las vías federales de comunicación tiene consecuencias penales graves, pero el presidente cree que con sus cortos discursos va a convencerlos de que se porten bien, cuando sabe perfectamente que nunca lo harán.

Estamos en condiciones muy graves y los que por el momento andan en la rueda de la fortuna con don Andrés Manuel López Obrador, no lo alcanzan a ver porque creen que por fin les hizo justicia la Revolución, cuando no saben que es precisamente hacia donde se nos encamina con estas actitudes tan especiales para gobernar del presidente López Obrador.

Los perros al nacer duran 15 días en abrir los ojos... ¿Nosotros cuándo?