/ viernes 27 de abril de 2018

Los pinochos del debate

Nada novedoso, las mismas promesas incumplidas, la misma demagogia, denostaciones, difamaciones, si es que lo que reclaman es cierto, insidias de unos a otros, repitiendo, si es que son ciertas, las acusaciones, que se hicieron los unos a los otros. ¿Qué quién ganó el debate? Pues nadie, y no se trata de quién gana, no, se trata de que convenzan al pueblo de cómo van a cumplir las promesas, compromisos, y díceres de siempre, para que de esta manera ganemos la sociedad, el populacho, el electorado, y les creamos, y recuperar la confianza perdida.

Y con el debido respeto a quienes tengan sus favoritos, o que deseen que gane fulano o zutano, me voy a permitir esbozar mi humilde opinión, de todos y cada uno de los participantes y presuntos gobernantes de nuestro país, así como representantes populares: que si los candidatos a la presidencia están manchados, los candidatos a senadores, diputados, presidentes municipales, síndicos, etc., esos les dicen “quítate que ahi te voy”, más de lo mismo, mamadores de la ubre, permanentemente.

Empezaré con el que según él y sus respetables y apasionados seguidores “le echaron montón”, el Lic. Andrés Manuel López Obrador; en mi concepto personal, no contestó con objetividad y realismo la andanada de cuestionamientos de todos, y salió por la tangente, y eso no se lo traga nadie más que quienes lo tienen idealizado, por no decir, que endiosado; lo mejor fueron los departamentos que le regaló a Meade, y creo, ya se le pasó su tiempo, el señor, con todo respeto, está muy adulto para gobernar un país, y ya se le nota la enfermedad del alemán.

Me reservo ampliar una opinión del Bronco, sólo eso demostró ser dos horrores: el ser muy enamorado e irresponsable, sin seriedad ni valores familiares, y demasiado sádico, deshumano, y poco inteligente. La Lic. Margarita Zavala se comportó como lo que es: una gran señora, tratando de jalar el voto femenino, muy loable, sólo que sí dio la impresión de defender más la administración de su marido, sin tener necesidad; ella posee mucha experiencia administrativa y política del país, para no haber desperdiciado su tiempo.

El Lic. Anaya, en su papel, un niño muy inteligente, gran orador, pero no justificó sus bienes, ni por qué desdeña la educación y la residencia de su familia en el país, y la tiene en el extranjero, de esa manera se entiende su desprecio por el país que desea gobernar. Y el menos malo, y no porque sea priista, porque primero debo aclarar que me debo orgullosamente a la sociedad chihuahuense, y no debemos soslayar que es el candidato del sistema, y de los Estados Unidos, y por lo tanto, debe ser el próximo presidente de México, aparte de que demostró estar más preparado, y con más experiencia, con y sin los votos del electorado, será presidente.



Nada novedoso, las mismas promesas incumplidas, la misma demagogia, denostaciones, difamaciones, si es que lo que reclaman es cierto, insidias de unos a otros, repitiendo, si es que son ciertas, las acusaciones, que se hicieron los unos a los otros. ¿Qué quién ganó el debate? Pues nadie, y no se trata de quién gana, no, se trata de que convenzan al pueblo de cómo van a cumplir las promesas, compromisos, y díceres de siempre, para que de esta manera ganemos la sociedad, el populacho, el electorado, y les creamos, y recuperar la confianza perdida.

Y con el debido respeto a quienes tengan sus favoritos, o que deseen que gane fulano o zutano, me voy a permitir esbozar mi humilde opinión, de todos y cada uno de los participantes y presuntos gobernantes de nuestro país, así como representantes populares: que si los candidatos a la presidencia están manchados, los candidatos a senadores, diputados, presidentes municipales, síndicos, etc., esos les dicen “quítate que ahi te voy”, más de lo mismo, mamadores de la ubre, permanentemente.

Empezaré con el que según él y sus respetables y apasionados seguidores “le echaron montón”, el Lic. Andrés Manuel López Obrador; en mi concepto personal, no contestó con objetividad y realismo la andanada de cuestionamientos de todos, y salió por la tangente, y eso no se lo traga nadie más que quienes lo tienen idealizado, por no decir, que endiosado; lo mejor fueron los departamentos que le regaló a Meade, y creo, ya se le pasó su tiempo, el señor, con todo respeto, está muy adulto para gobernar un país, y ya se le nota la enfermedad del alemán.

Me reservo ampliar una opinión del Bronco, sólo eso demostró ser dos horrores: el ser muy enamorado e irresponsable, sin seriedad ni valores familiares, y demasiado sádico, deshumano, y poco inteligente. La Lic. Margarita Zavala se comportó como lo que es: una gran señora, tratando de jalar el voto femenino, muy loable, sólo que sí dio la impresión de defender más la administración de su marido, sin tener necesidad; ella posee mucha experiencia administrativa y política del país, para no haber desperdiciado su tiempo.

El Lic. Anaya, en su papel, un niño muy inteligente, gran orador, pero no justificó sus bienes, ni por qué desdeña la educación y la residencia de su familia en el país, y la tiene en el extranjero, de esa manera se entiende su desprecio por el país que desea gobernar. Y el menos malo, y no porque sea priista, porque primero debo aclarar que me debo orgullosamente a la sociedad chihuahuense, y no debemos soslayar que es el candidato del sistema, y de los Estados Unidos, y por lo tanto, debe ser el próximo presidente de México, aparte de que demostró estar más preparado, y con más experiencia, con y sin los votos del electorado, será presidente.