/ viernes 24 de agosto de 2018

Los puntos suspensivos

Son los puntos suspensivos…

expectativa razón;

y se usan en ocasión,

de indicar fines sabidos.


Este es un tema de Gramática Española, así con mayúsculas… los puntos suspensivos; no confundir con “los suspensorios”, que son prendas deportivas para otros fines.

Resulta que “habemos” autores que nos encanta el uso de los puntos suspensivos que tiene diversos fines y que mencionaremos a continuación; pero el tema viene a que el slogan o frase de identificación de mis artículos es: “Cartucheras al cañón… quepan o no quepan”, esta frase que refleja lo absurdo de la intransigencia en la línea de mando superior y además se burla de ella, encabeza estos artículos como inocente protesta, a las múltiples ocasiones que el rotativo que nos hace el favor de albergarnos en sus páginas y del que nos orgullecemos ser parte, nos ha requerido frecuentemente a lo largo de los años, disminuir nuestras exposiciones en extensión, así nomás, como aquel general que le ordenó a sus soldados –los que habían agotado el parque de sus ametralladoras, quedando sólo cartucheras, de otro calibre, que no cabían en las mencionadas armas- bajo pena de muerte al que desobedeciera: “Cartucheras al cañón… quepan o no quepan”. La anécdota no refiere si lograron disparar las armas o el fin que tuvo aquella tropa, pero de que forzaron las cartucheras en las ametralladoras no quedó duda.

Por ello consideré prudente titular mis colaboraciones como “Cartucheras al cañón…” terminando con puntos suspensivos, dado que la frase ocuparía mucho espacio y los puntos suspensivos indican lo inconcluso de la frase, la que el público lector sin duda inferiría. Sin embargo en la honorable Mesa de Redacción de este rotativo, hay un obcecado o una obcecada correctora editorial que elimina rutinariamente las puntos suspensivos de mi escrito y para él o ella, va la siguiente explicación: Los puntos suspensivos se usan…

1.- Para expresar diversos estados anímicos: Duda; Ironía; Temor y Expectación.

2.- Como recurso estilístico: Para sorprender al lector con algo inesperado; Para dar por conocido lo que se calla y; Para sugerir, dejando librado a la imaginación del lector lo que pueda añadirse. 3.- Como señal de interrupción o supresión real en el texto; En diálogos, por una interrupción entre interlocutores; En las enumeraciones; Para suplir partes omitidas, cuando se cita un texto ajeno -entonces van entre espacios o corchetes-.

Como podrán ver el uso de los puntos suspensivos después de mi frase de identificación: “Cartucheras al cañón…” da por conocido lo que se calla. Pero si aun así, el obcecado o la obcecada persisten en su intención de omitir mis puntos suspensivos, amenazo con escribir entonces y de manera rutinaria la frase completa: “Cartucheras al cañón… quepan o no quepan”.

Qué difícil resulta en ocasiones hacerse entender y en otras entender a los demás. Seamos tolerantes pero sinceros, veraces y precisos; hasta donde podamos o nos permitan.

Y hay que echarle una mano a Andrés Manuel López Obrador, nunca obstaculizarle el camino, con él vamos todos.



Son los puntos suspensivos…

expectativa razón;

y se usan en ocasión,

de indicar fines sabidos.


Este es un tema de Gramática Española, así con mayúsculas… los puntos suspensivos; no confundir con “los suspensorios”, que son prendas deportivas para otros fines.

Resulta que “habemos” autores que nos encanta el uso de los puntos suspensivos que tiene diversos fines y que mencionaremos a continuación; pero el tema viene a que el slogan o frase de identificación de mis artículos es: “Cartucheras al cañón… quepan o no quepan”, esta frase que refleja lo absurdo de la intransigencia en la línea de mando superior y además se burla de ella, encabeza estos artículos como inocente protesta, a las múltiples ocasiones que el rotativo que nos hace el favor de albergarnos en sus páginas y del que nos orgullecemos ser parte, nos ha requerido frecuentemente a lo largo de los años, disminuir nuestras exposiciones en extensión, así nomás, como aquel general que le ordenó a sus soldados –los que habían agotado el parque de sus ametralladoras, quedando sólo cartucheras, de otro calibre, que no cabían en las mencionadas armas- bajo pena de muerte al que desobedeciera: “Cartucheras al cañón… quepan o no quepan”. La anécdota no refiere si lograron disparar las armas o el fin que tuvo aquella tropa, pero de que forzaron las cartucheras en las ametralladoras no quedó duda.

Por ello consideré prudente titular mis colaboraciones como “Cartucheras al cañón…” terminando con puntos suspensivos, dado que la frase ocuparía mucho espacio y los puntos suspensivos indican lo inconcluso de la frase, la que el público lector sin duda inferiría. Sin embargo en la honorable Mesa de Redacción de este rotativo, hay un obcecado o una obcecada correctora editorial que elimina rutinariamente las puntos suspensivos de mi escrito y para él o ella, va la siguiente explicación: Los puntos suspensivos se usan…

1.- Para expresar diversos estados anímicos: Duda; Ironía; Temor y Expectación.

2.- Como recurso estilístico: Para sorprender al lector con algo inesperado; Para dar por conocido lo que se calla y; Para sugerir, dejando librado a la imaginación del lector lo que pueda añadirse. 3.- Como señal de interrupción o supresión real en el texto; En diálogos, por una interrupción entre interlocutores; En las enumeraciones; Para suplir partes omitidas, cuando se cita un texto ajeno -entonces van entre espacios o corchetes-.

Como podrán ver el uso de los puntos suspensivos después de mi frase de identificación: “Cartucheras al cañón…” da por conocido lo que se calla. Pero si aun así, el obcecado o la obcecada persisten en su intención de omitir mis puntos suspensivos, amenazo con escribir entonces y de manera rutinaria la frase completa: “Cartucheras al cañón… quepan o no quepan”.

Qué difícil resulta en ocasiones hacerse entender y en otras entender a los demás. Seamos tolerantes pero sinceros, veraces y precisos; hasta donde podamos o nos permitan.

Y hay que echarle una mano a Andrés Manuel López Obrador, nunca obstaculizarle el camino, con él vamos todos.