/ viernes 24 de abril de 2020

Los ricos también lloran

¿En qué momento el futuro dejó de ser una promesa para convertirse en una amenaza?: Palahniuk

Y así, mientras en un lapsus de esos que no se encuentra la razón de la sinrazón el cuestionado gobernador del hermoso estado de Puebla se atrevía a decir que el Covid-19 es una enfermedad inmune para los pobres; mientras el teléfono celular se llenaba de memes que iban desde la reina de Inglaterra solicitando a la gente no salir de sus castillos hasta un grupo de africanos bailando y festejando a la muerte (que por cierto ya se hicieron tan famosos como nuestro querido subsecretario de Salud); mientras los cronistas de futbol de la televisión mexicana tienen que entrarle a la narración de juegos de Nintendo (se han de sentir medio ridículos) y mientras el gobernador Javier Corral realizaba una histórica reunión virtual con cuatro exgobernadores del estado (Fernando Baeza, Francisco Barrio, Patricio Martínez y Reyes Baeza) para, olvidándose de afiliaciones partidistas, sumarlos a la estrategia de combatir al virus asiático y que las consecuencias para Chihuahua no sean tan graves, llegamos al arranque de la última semana de abril con más de 680 decesos en el país y con la gran incertidumbre de saber qué es lo que falta (o sobra) en este escenario de aislamientos voluntarios e involuntarios que han hecho que algunos ya seamos expertos en las tareas del hogar.

Por supuesto que cuidar la vida de los ciudadanos es lo más importante para cualquier Gobierno, sin olvidar que el trabajo es el motor principal de la riqueza de las naciones y el soporte de las mismas a través de las fuentes de empleo que brindan las empresas, las cuales pagan impuestos que le inyectan dinamismo a la economía, es por ello el gran reto que se tiene por parte del Gobierno Federal, de la banca de desarrollo y de los hombres pudientes del país para que las pequeñas y medianas empresas, que representan arriba del 90%, no se vayan al abismo en medio de esta pandemia cuyos efectos los veremos y sentiremos más adelante si no se actúa adecuadamente.

Este extraño, polémico y peligroso virus hizo que todo en el mundo se trastornara, hizo que las distancias se acortaran entre los países (a pesar de los vuelos cancelados), hizo que el hombre se uniera en un solo abrazo virtual sin importar religión, simpatía política, raza ni sexo. Esperamos que también haga que el hombre tome conciencia del respeto que debe tener para todos sus semejantes y cuando menciono “todos” abarco a las distintas clases sociales que viven o sobreviven en el mismo suelo que tú y que yo, querido lector, porque en condiciones como las actuales, ya lo dijo Valentín Pimstein, “Los ricos también lloran”, pos luego.

Los dejo, que me toca lavar los trastes. No les digo.

¿En qué momento el futuro dejó de ser una promesa para convertirse en una amenaza?: Palahniuk

Y así, mientras en un lapsus de esos que no se encuentra la razón de la sinrazón el cuestionado gobernador del hermoso estado de Puebla se atrevía a decir que el Covid-19 es una enfermedad inmune para los pobres; mientras el teléfono celular se llenaba de memes que iban desde la reina de Inglaterra solicitando a la gente no salir de sus castillos hasta un grupo de africanos bailando y festejando a la muerte (que por cierto ya se hicieron tan famosos como nuestro querido subsecretario de Salud); mientras los cronistas de futbol de la televisión mexicana tienen que entrarle a la narración de juegos de Nintendo (se han de sentir medio ridículos) y mientras el gobernador Javier Corral realizaba una histórica reunión virtual con cuatro exgobernadores del estado (Fernando Baeza, Francisco Barrio, Patricio Martínez y Reyes Baeza) para, olvidándose de afiliaciones partidistas, sumarlos a la estrategia de combatir al virus asiático y que las consecuencias para Chihuahua no sean tan graves, llegamos al arranque de la última semana de abril con más de 680 decesos en el país y con la gran incertidumbre de saber qué es lo que falta (o sobra) en este escenario de aislamientos voluntarios e involuntarios que han hecho que algunos ya seamos expertos en las tareas del hogar.

Por supuesto que cuidar la vida de los ciudadanos es lo más importante para cualquier Gobierno, sin olvidar que el trabajo es el motor principal de la riqueza de las naciones y el soporte de las mismas a través de las fuentes de empleo que brindan las empresas, las cuales pagan impuestos que le inyectan dinamismo a la economía, es por ello el gran reto que se tiene por parte del Gobierno Federal, de la banca de desarrollo y de los hombres pudientes del país para que las pequeñas y medianas empresas, que representan arriba del 90%, no se vayan al abismo en medio de esta pandemia cuyos efectos los veremos y sentiremos más adelante si no se actúa adecuadamente.

Este extraño, polémico y peligroso virus hizo que todo en el mundo se trastornara, hizo que las distancias se acortaran entre los países (a pesar de los vuelos cancelados), hizo que el hombre se uniera en un solo abrazo virtual sin importar religión, simpatía política, raza ni sexo. Esperamos que también haga que el hombre tome conciencia del respeto que debe tener para todos sus semejantes y cuando menciono “todos” abarco a las distintas clases sociales que viven o sobreviven en el mismo suelo que tú y que yo, querido lector, porque en condiciones como las actuales, ya lo dijo Valentín Pimstein, “Los ricos también lloran”, pos luego.

Los dejo, que me toca lavar los trastes. No les digo.