/ martes 15 de mayo de 2018

Maestro, te necesito

“Antes que las mujeres y los niños, salvemos a nuestros maestros, ellos llevan nuestra cultura, nuestras tradiciones y nuestras creencias”. Escuchado en la matanza del ghetto de Varsovia.

La más grande responsabilidad social del género humano la tienen los maestros, al recibir en las aulas a los niños y jóvenes que serán encaminados por el sendero de la educación intencionada. La educación es un proceso muy complejo que requiere de una preparación profesional en constante evolución, para adelantar el futuro de la humanidad. El humanismo debe estar presente en todo acto de la enseñanza-aprendizaje, porque se socializa al ser humano, desde su más tierna edad. Se debe tener como faro de guía la integración de los educandos al entorno social. Así comparecerán al paso de los años con sus hermanos, con sus padres y con la sociedad entera y, procederán a transformarla, de eso es de lo que se trata.

La Revolución Mexicana, por si lo han olvidado algunos compatriotas, tiene su mayor obra en la educación. Preparar maestros, construir escuelas y recorrer nuestra inmensa y diversa geografía ha sido la tarea de los gobiernos de la Revolución. Los maestros han estado en todas las reformas, aportando sus conocimientos, experiencias, hábitos y esfuerzos, para actualizar su noble tarea. Sin embargo, los gobiernos reaccionarios han afrontado la dignidad de los maestros con actos autoritarios y agresivos. El otro extremo, grupos pseudoizquierdistas atacan el mayor valor de la educación pública: la negación del servicio educativo a los niños de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, ciertamente a las comunidades de indígenas que tanto la requieren. Todo en un afán político mesiánico y maniqueo de los morenos.

Los maestros merecen un trato de respeto a su dignidad y no devaluarlos al suspenderles su pecunio. Hay rencor y cobardía en los gobiernos que así actúan. Hoy, Día del Maestro, brindo el mayor homenaje a los verdaderos maestros que nos otorgaron sus conocimientos y su vida, para convertirnos en mexicanos honestos, trabajadores y promotores de la nueva nación mexicana. Todos luchen por un país educado con mexicanos de bien. Respeto y amor a los maestros.

“Antes que las mujeres y los niños, salvemos a nuestros maestros, ellos llevan nuestra cultura, nuestras tradiciones y nuestras creencias”. Escuchado en la matanza del ghetto de Varsovia.

La más grande responsabilidad social del género humano la tienen los maestros, al recibir en las aulas a los niños y jóvenes que serán encaminados por el sendero de la educación intencionada. La educación es un proceso muy complejo que requiere de una preparación profesional en constante evolución, para adelantar el futuro de la humanidad. El humanismo debe estar presente en todo acto de la enseñanza-aprendizaje, porque se socializa al ser humano, desde su más tierna edad. Se debe tener como faro de guía la integración de los educandos al entorno social. Así comparecerán al paso de los años con sus hermanos, con sus padres y con la sociedad entera y, procederán a transformarla, de eso es de lo que se trata.

La Revolución Mexicana, por si lo han olvidado algunos compatriotas, tiene su mayor obra en la educación. Preparar maestros, construir escuelas y recorrer nuestra inmensa y diversa geografía ha sido la tarea de los gobiernos de la Revolución. Los maestros han estado en todas las reformas, aportando sus conocimientos, experiencias, hábitos y esfuerzos, para actualizar su noble tarea. Sin embargo, los gobiernos reaccionarios han afrontado la dignidad de los maestros con actos autoritarios y agresivos. El otro extremo, grupos pseudoizquierdistas atacan el mayor valor de la educación pública: la negación del servicio educativo a los niños de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, ciertamente a las comunidades de indígenas que tanto la requieren. Todo en un afán político mesiánico y maniqueo de los morenos.

Los maestros merecen un trato de respeto a su dignidad y no devaluarlos al suspenderles su pecunio. Hay rencor y cobardía en los gobiernos que así actúan. Hoy, Día del Maestro, brindo el mayor homenaje a los verdaderos maestros que nos otorgaron sus conocimientos y su vida, para convertirnos en mexicanos honestos, trabajadores y promotores de la nueva nación mexicana. Todos luchen por un país educado con mexicanos de bien. Respeto y amor a los maestros.