/ viernes 11 de mayo de 2018

Manipulación en tiempos de las TIC

En el año 2002, el francés Sylvain Timsit publicó el decálogo “Estrategias de manipulación”. En él, Timist expone diez estrategias utilizadas por los “maestros del mundo” para manipular a la opinión pública.

Desde entonces, el texto de Timist ha facilitado comprender cómo el poder económico y sus custodios políticos operan para ejercer el control sobre la sociedad.

El decálogo de Timist se basa en el documento “Armas silenciosas para guerras tranquilas” (fechado el mayo de 1979 y encontrado en 1986 en una fotocopiadora comprada en una subasta de material militar). Se trata de un “Manual introductorio a la programación” (de la sociedad) que establece y detalla un plan para dominar (con la ayuda de la propaganda y los medios de comunicación) al mundo.

Considerando la fecha de ambos textos, queda claro que los medios de comunicación a los que se refieren son los denominados “tradicionales”. No obstante, también queda claro que, con la llegada de nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la manipulación masiva se ha visto favorecida.

Es precisamente en ese sentido (la llegada de las TIC) que Jürgen Habermas, miembro de la segunda generación y superviviente de la Escuela de Frankfurt (Teoría Crítica de la sociedad), ha enfocado uno de sus más recientes comentarios.

“Ahora, los nuevos medios de comunicación se roban los datos de los clientes sin su conocimiento para poder manipularlos mejor", dijo Habermas durante una entrevista con El País Semanal.

Para Habermas, el robo de datos de los clientes es, incluso, con fines políticos perversos, tal y como sucedió con el caso Cambridge Analytica, empresa de consultoría especializada en temas de comunicación electoral que usó, sin permiso, los datos personales de millones de usuarios de Facebook.

Es notorio pues, que en tiempos de las TIC, las estrategias para manipular a la sociedad (especialmente en épocas electorales) han incrementado y se han diversificado. De ahí que, como ya se ha dicho en varias ocasiones en este espacio de análisis y reflexión, es urgente y necesario estar en permanente alerta para evitar ser víctimas de la manipulación.

Finalizo en esta ocasión citando lo dicho alguna vez por el político y cuadragésimo quinto vicepresidente de los Estados Unidos de América, Al Gore: “La posibilidad de manipular las opiniones y sentimientos de las masas, descubierta en un principio por los publicistas, está siendo explotada ahora con mayor agresividad por una nueva generación de Maquiavelos”.


laecita.wordpress.com

laecita@gmail.com


En el año 2002, el francés Sylvain Timsit publicó el decálogo “Estrategias de manipulación”. En él, Timist expone diez estrategias utilizadas por los “maestros del mundo” para manipular a la opinión pública.

Desde entonces, el texto de Timist ha facilitado comprender cómo el poder económico y sus custodios políticos operan para ejercer el control sobre la sociedad.

El decálogo de Timist se basa en el documento “Armas silenciosas para guerras tranquilas” (fechado el mayo de 1979 y encontrado en 1986 en una fotocopiadora comprada en una subasta de material militar). Se trata de un “Manual introductorio a la programación” (de la sociedad) que establece y detalla un plan para dominar (con la ayuda de la propaganda y los medios de comunicación) al mundo.

Considerando la fecha de ambos textos, queda claro que los medios de comunicación a los que se refieren son los denominados “tradicionales”. No obstante, también queda claro que, con la llegada de nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la manipulación masiva se ha visto favorecida.

Es precisamente en ese sentido (la llegada de las TIC) que Jürgen Habermas, miembro de la segunda generación y superviviente de la Escuela de Frankfurt (Teoría Crítica de la sociedad), ha enfocado uno de sus más recientes comentarios.

“Ahora, los nuevos medios de comunicación se roban los datos de los clientes sin su conocimiento para poder manipularlos mejor", dijo Habermas durante una entrevista con El País Semanal.

Para Habermas, el robo de datos de los clientes es, incluso, con fines políticos perversos, tal y como sucedió con el caso Cambridge Analytica, empresa de consultoría especializada en temas de comunicación electoral que usó, sin permiso, los datos personales de millones de usuarios de Facebook.

Es notorio pues, que en tiempos de las TIC, las estrategias para manipular a la sociedad (especialmente en épocas electorales) han incrementado y se han diversificado. De ahí que, como ya se ha dicho en varias ocasiones en este espacio de análisis y reflexión, es urgente y necesario estar en permanente alerta para evitar ser víctimas de la manipulación.

Finalizo en esta ocasión citando lo dicho alguna vez por el político y cuadragésimo quinto vicepresidente de los Estados Unidos de América, Al Gore: “La posibilidad de manipular las opiniones y sentimientos de las masas, descubierta en un principio por los publicistas, está siendo explotada ahora con mayor agresividad por una nueva generación de Maquiavelos”.


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