“Una verdadera decisión se mide por el hecho de haber emprendido una nueva acción”
- Tony Robbins -
Desde que Margarita Zavala decidió bajarse de la contienda en la búsqueda de la Presidencia de la República se habla más de ella, se ha vuelto más popular; antes sólo sabíamos de su existencia y que representaba un 3% de la intención de voto, pero hoy se ha vuelto personaje de interés ya que la sagacidad del pueblo azteca atribuye esta decisión a cuestiones que circulan en el sospechosismo, es que nos encanta.
Contrario a lo que muchos llegaron a pensar, el hecho de que la hoy excandidata fuera del sexo femenino no representó absolutamente ninguna ventaja competitiva frente a sus adversarios, nunca prendió su campaña y esto recayó en aceptar la realidad, una realidad que nos muestra que hasta el día de hoy la vía para llegar a Los Pinos de manera independiente es prácticamente imposible, si no perteneces a un partido simple y sencillamente nomás no pintas; el Bronco lo sabe, pero ya ven cómo es aferrado el hombre (a mí la verdad me cae rebien).
La dimisión de Margarita hasta cierto punto era predecible, tarde o temprano tenía que llegar, el debate en el que participó demostrando cierto grado de nerviosismo e inseguridad fue el punto final de una travesía a la que le urgía encontrar un digno desenlace, mismo que irónicamente la coloca como una mujer a seguir muy de cerca a partir del próximo 2 de julio.
La incógnita que hoy se presenta en el mundo mágico de la política es: ¿Qué hará la ex primera dama ahora que abandonó la competencia? Para nadie es un secreto el distanciamiento que tiene con Ricardo Anaya por el agandalle que éste le realizó para quedarse con la candidatura de Acción Nacional, ¿se podrá subsanar tan profunda herida?, se antoja difícil pero no imposible (recuerden, es política). Por otro lado, es conocida la excelente relación que la dama guarda con José Antonio Meade, ya que el candidato del PRI (y partidos adheribles) fue un importante secretario de Estado en el gabinete de su esposo Felipe Calderón y aunque el principal activo de Meade es su intachable conducta no se visualiza a Margarita trabajando para su causa por el partido que representa, aunque a sorpresas ya nos estamos acostumbrando.
