/ martes 25 de junio de 2019

Me equivoqué contigo

Entre las canciones de José Alfredo Jiménez Sandoval (1926-1973) está la llamada “Me equivoqué contigo”, cuya letra expresa la decepción tenida por un hombre respecto a una mujer con la que se ilusionó.

De entrada la letra expone: “Me equivoqué contigo / me equivoqué a lo macho / como muy pocas gentes se habrán equivocado…”. Luego habla de la triste realidad con la que se topó al paso del tiempo.

Hoy no pocos expresan de distintos modos una equivocación nacida de una esperanza o supuestamente asentada en ella. Cada vez hay más voces que se levantan para manifestar que aquello esperado no llega a término o se desvía de su impulso inicial, incluso toma otros derroteros. Refieren desde luego al modo de gobernar de quien lleva las riendas del Poder Ejecutivo federal.

“Me equivoqué…, perdón por mi estúpida esperanza”, clama una conocida artista, la que engloba en esas palabras la postura de otras personas de distintas clases que dan cuenta que las cosas no son como se pintaron al principio.

Hay quienes señalan dos cosas, entre otras, que el primer mandatario debe sopesar: uno, que el Poder Ejecutivo tiene una función distinta al Poder Legislativo y al Poder Judicial, y que cuando se entremezclan arbitrariamente o se busca imponer el Ejecutivo sobre los otros poderes, las cosas no caminan bien. El segundo punto estriba en declarar que la prédica y las palabras deben sustentarse en los hechos, pues de otro modo aquella esperanza queda en el aire.

Amén de lo anterior se formula que los métodos utilizados por el presidente para tomar alguna decisión, sea o no de envergadura, no parecen adecuados aunque suenen como democráticos, como las encuestas o la mano alzada. También se plantea que el tiempo de campañas electorales ya pasó, y que ahora es tiempo de asumir las funciones desde el poder para ejecutar las promesas derivadas de las mismas.

Lo anterior, podría pensarse, son manifestaciones de opositores o personas que no comulgan con los postulados del mandatario o su partido, lo cual es lógico que así suceda o pueda suceder, pero las voces referidas arriba proceden muchas veces de aquellos que apoyaron un rayito de esperanza. Hoy manifiestan el “me equivoqué contigo”. ¿Lo ven?






Entre las canciones de José Alfredo Jiménez Sandoval (1926-1973) está la llamada “Me equivoqué contigo”, cuya letra expresa la decepción tenida por un hombre respecto a una mujer con la que se ilusionó.

De entrada la letra expone: “Me equivoqué contigo / me equivoqué a lo macho / como muy pocas gentes se habrán equivocado…”. Luego habla de la triste realidad con la que se topó al paso del tiempo.

Hoy no pocos expresan de distintos modos una equivocación nacida de una esperanza o supuestamente asentada en ella. Cada vez hay más voces que se levantan para manifestar que aquello esperado no llega a término o se desvía de su impulso inicial, incluso toma otros derroteros. Refieren desde luego al modo de gobernar de quien lleva las riendas del Poder Ejecutivo federal.

“Me equivoqué…, perdón por mi estúpida esperanza”, clama una conocida artista, la que engloba en esas palabras la postura de otras personas de distintas clases que dan cuenta que las cosas no son como se pintaron al principio.

Hay quienes señalan dos cosas, entre otras, que el primer mandatario debe sopesar: uno, que el Poder Ejecutivo tiene una función distinta al Poder Legislativo y al Poder Judicial, y que cuando se entremezclan arbitrariamente o se busca imponer el Ejecutivo sobre los otros poderes, las cosas no caminan bien. El segundo punto estriba en declarar que la prédica y las palabras deben sustentarse en los hechos, pues de otro modo aquella esperanza queda en el aire.

Amén de lo anterior se formula que los métodos utilizados por el presidente para tomar alguna decisión, sea o no de envergadura, no parecen adecuados aunque suenen como democráticos, como las encuestas o la mano alzada. También se plantea que el tiempo de campañas electorales ya pasó, y que ahora es tiempo de asumir las funciones desde el poder para ejecutar las promesas derivadas de las mismas.

Lo anterior, podría pensarse, son manifestaciones de opositores o personas que no comulgan con los postulados del mandatario o su partido, lo cual es lógico que así suceda o pueda suceder, pero las voces referidas arriba proceden muchas veces de aquellos que apoyaron un rayito de esperanza. Hoy manifiestan el “me equivoqué contigo”. ¿Lo ven?