/ jueves 14 de diciembre de 2017

Meade, el candidato

“La consecuencia de no pertenecer a ningún partido será que los molestará a todos”

  • Lord Byron -

Hace un par de semanas por estos lugares compartí un artículo al que titulé “Meade, la mejor opción” (sigo sosteniéndolo). Algunos conocidos que tengo comparten esta posición y otros, que creen que sólo ellos gozan de la verdad absoluta, criticaron mis palabras diciéndome que ya había salido el priista que llevo dentro cuando a quien consideré la mejor opción fue a la persona de José Antonio Meade y no al partido tricolor del que en varias ocasiones he escrito sobre la debacle en la que se encuentra, socialmente hablando.

Desde que se supo que Meade buscará la candidatura del PRI a la Presidencia de la República se han escrito cantidad de opiniones (de eso de trata la democracia periodística); mi amigo el galeno dijo que iba a ser más de lo mismo o hasta peor, Jaramillo lo posicionó como un hombre con real perfil de candidato y Sergio Armando lo calificó como todólogo y comodín. El caso es que Meade, el político que no lleva la sombra de pertenecer a algún partido político, es hoy por hoy el hombre sobre el escenario quien junto con Aurelio Nuño en la coordinación de su campaña tendrán la complicada tarea de escuchar a un pueblo que desea, que exige, mayor certeza en el desarrollo de su país.

La llegada del ex secretario de Hacienda al proceso electoral le causó agruras al dueño de Morena, quien, con el repetido y cansado argumento de “tengo información confidencial”, tratará de desprestigiar a quien en teoría representará su principal oponente en la boleta electoral. En un arranque de esos que acostumbra el famoso Peje dijo que el mejor candidato del PRI hubiera sido Osorio Chong, desde luego que no aclaró que era el mejor candidato, pero para él, ya que seguramente le tenía preparada alguna táctica de guerra, misma que se vino abajo.

Miguel Ángel Osorio Chong, José Narro Robles, José Calzada y otros actores políticos que forman parte del gabinete y que tenían posibilidades de ser los candidatos a suceder a Peña Nieto han cerrado sus filas en torno a la figura de José Antonio Meade entendiendo que hoy el partido político al que pertenecen requiere de una verdadera unidad para salir avante en las urnas del 2018.

En sus casi nueve décadas de existencia el Partido Revolucionario Institucional propone por primera ocasión a un candidato competente que no se encuentra en la lista de sus afiliados, un candidato que no simboliza la baja popularidad del gobierno, un candidato con un perfil más ciudadano que los independientes que andan en la búsqueda de firmas y más firmas, un candidato cuya tolerancia pone en evidencia a otros, un candidato que cuando estuvo al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores fortaleció los vínculos con países que hoy en día ven a México como una gran alternativa comercial, un candidato que desde la Secretaría de Hacienda posicionó a México con fortaleza una vez que Trump ganara la presidencia en Estados Unidos, un candidato pues, que por obvias razones ha causado la frustración de muchos que saben que representa la mejor opción pero que les cuesta aceptarlo.

Punto y aparte.

Nuestro actual presidente ha “volvido” a posicionarse en las redes sociales. Ni modo que no pueda.

 

 

    

“La consecuencia de no pertenecer a ningún partido será que los molestará a todos”

  • Lord Byron -

Hace un par de semanas por estos lugares compartí un artículo al que titulé “Meade, la mejor opción” (sigo sosteniéndolo). Algunos conocidos que tengo comparten esta posición y otros, que creen que sólo ellos gozan de la verdad absoluta, criticaron mis palabras diciéndome que ya había salido el priista que llevo dentro cuando a quien consideré la mejor opción fue a la persona de José Antonio Meade y no al partido tricolor del que en varias ocasiones he escrito sobre la debacle en la que se encuentra, socialmente hablando.

Desde que se supo que Meade buscará la candidatura del PRI a la Presidencia de la República se han escrito cantidad de opiniones (de eso de trata la democracia periodística); mi amigo el galeno dijo que iba a ser más de lo mismo o hasta peor, Jaramillo lo posicionó como un hombre con real perfil de candidato y Sergio Armando lo calificó como todólogo y comodín. El caso es que Meade, el político que no lleva la sombra de pertenecer a algún partido político, es hoy por hoy el hombre sobre el escenario quien junto con Aurelio Nuño en la coordinación de su campaña tendrán la complicada tarea de escuchar a un pueblo que desea, que exige, mayor certeza en el desarrollo de su país.

La llegada del ex secretario de Hacienda al proceso electoral le causó agruras al dueño de Morena, quien, con el repetido y cansado argumento de “tengo información confidencial”, tratará de desprestigiar a quien en teoría representará su principal oponente en la boleta electoral. En un arranque de esos que acostumbra el famoso Peje dijo que el mejor candidato del PRI hubiera sido Osorio Chong, desde luego que no aclaró que era el mejor candidato, pero para él, ya que seguramente le tenía preparada alguna táctica de guerra, misma que se vino abajo.

Miguel Ángel Osorio Chong, José Narro Robles, José Calzada y otros actores políticos que forman parte del gabinete y que tenían posibilidades de ser los candidatos a suceder a Peña Nieto han cerrado sus filas en torno a la figura de José Antonio Meade entendiendo que hoy el partido político al que pertenecen requiere de una verdadera unidad para salir avante en las urnas del 2018.

En sus casi nueve décadas de existencia el Partido Revolucionario Institucional propone por primera ocasión a un candidato competente que no se encuentra en la lista de sus afiliados, un candidato que no simboliza la baja popularidad del gobierno, un candidato con un perfil más ciudadano que los independientes que andan en la búsqueda de firmas y más firmas, un candidato cuya tolerancia pone en evidencia a otros, un candidato que cuando estuvo al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores fortaleció los vínculos con países que hoy en día ven a México como una gran alternativa comercial, un candidato que desde la Secretaría de Hacienda posicionó a México con fortaleza una vez que Trump ganara la presidencia en Estados Unidos, un candidato pues, que por obvias razones ha causado la frustración de muchos que saben que representa la mejor opción pero que les cuesta aceptarlo.

Punto y aparte.

Nuestro actual presidente ha “volvido” a posicionarse en las redes sociales. Ni modo que no pueda.