/ miércoles 30 de mayo de 2018

¡Meade presidente! (2° debate)

Ante lo evidente, muchos columnistas aceptan que el candidato presidencial José Antonio Meade demostró en Tijuana que “sabe de comercio exterior, de inversiones, de lavado de dinero, de migración y del crimen transnacional”; sin embargo, no concluyen en que Meade es el candidato más capacitado para ocupar la Presidencia de la República.

Por supuesto, en México, es mucho pedir a quienes participan en los medios que su opinión fuera definitiva, menos en un evento que está en proceso como lo es la elección presidencial; pero su definición y argumentos sí contribuirían a elevar el nivel de calidad del debate público y la confrontación de ideas para tener una ciudadanía mejor informada.

Hay condiciones, aunque no se puede generalizar, todo depende de que se atrevan, porque algunos medios no sólo lo aceptan, sino incluso promueven el debate, como El Heraldo de Chihuahua, prueba son los artículos de opinión que publica diariamente y el material que da contenido a los suplementos dominicales.

Otros espacios, escritos y electrónicos, aunque publican, aclaran: “Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma y no necesariamente la postura de la empresa”. De acuerdo, pero Televisa y Canal Once se fueron al extremo: terminaron su relación laboral con el periodista Ricardo Alemán, “por considerar que un mensaje que retuiteó indujo a la violencia”.

Lo entendemos: Televisa, lo hace para congraciarse con el hasta ahora probable ganador de las elecciones presidenciales y asegurar recursos que disfrutaba; hasta le armó un programa a modo en “Tercer grado”. Y Canal Once, para mantenerse al margen en el poco, pero probable caso, de que si los resultados le fueran adversos a “ya sabe quién”, decidan soltar al tigre.

Y es que, como anotamos al principio, José Antonio Meade en el segundo debate resaltó como un verdadero hombre de Estado, no obstante que, como afirman, carga con el desprestigio del PRI; la inducida pérdida de popularidad del presidente Enrique Peña Nieto; la invitación al candidato Trump a México y las fratricidas pugnas del PRI.

Por ser Tijuana directamente afectada, las preguntas del público, más el protagonismo de la conductora, llevaron a que el problema de la migración ocupara la mayor parte del tiempo del debate, dejando el resto a los temas comercio exterior e inversión, y seguridad fronteriza y combate al crimen internacional.

Problemática que no fue tratada dentro del esquema del debate, suficientemente, por las razones que anotamos; lamentable porque ni ésta ni la problemática nacional los candidatos lo han hecho en el transcurso de la campaña. Aun así, queda “el contraste sideral entre la personalidad y la formación de López Obrador, con las de Meade y Anaya”.

“Esta vez López Obrador quiso debatir y lo único memorable fue decirle ‘Ricky Riquín Canallín’ a Ricardo Anaya y señalar que le quería robar la cartera.

“Lo anterior, ¡en un debate presidencial! Qué pobreza. Qué nivel.

“Anaya mostró conocimientos, actualizado con el mundo.

“Y López Obrador no enseñó una sola idea nueva. Ni una. Puro pasado.

“Meade pudo resultar aburrido en algunos pasajes, precisamente porque estaba hablando de cosas serias y con nivel presidencial” (Pablo Hiriart).

“No tengo la menor duda de que el más estructurado de los cuatro candidatos presidenciales que debatieron el domingo en Tijuana fue José Antonio Meade. Eran sus temas. Los conoce. Llevaba ventaja. Sabe de comercio exterior, de inversiones, de lavado de dinero y crimen transnacional…” (Francisco Garfias).

Ante lo evidente, muchos columnistas aceptan que el candidato presidencial José Antonio Meade demostró en Tijuana que “sabe de comercio exterior, de inversiones, de lavado de dinero, de migración y del crimen transnacional”; sin embargo, no concluyen en que Meade es el candidato más capacitado para ocupar la Presidencia de la República.

Por supuesto, en México, es mucho pedir a quienes participan en los medios que su opinión fuera definitiva, menos en un evento que está en proceso como lo es la elección presidencial; pero su definición y argumentos sí contribuirían a elevar el nivel de calidad del debate público y la confrontación de ideas para tener una ciudadanía mejor informada.

Hay condiciones, aunque no se puede generalizar, todo depende de que se atrevan, porque algunos medios no sólo lo aceptan, sino incluso promueven el debate, como El Heraldo de Chihuahua, prueba son los artículos de opinión que publica diariamente y el material que da contenido a los suplementos dominicales.

Otros espacios, escritos y electrónicos, aunque publican, aclaran: “Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma y no necesariamente la postura de la empresa”. De acuerdo, pero Televisa y Canal Once se fueron al extremo: terminaron su relación laboral con el periodista Ricardo Alemán, “por considerar que un mensaje que retuiteó indujo a la violencia”.

Lo entendemos: Televisa, lo hace para congraciarse con el hasta ahora probable ganador de las elecciones presidenciales y asegurar recursos que disfrutaba; hasta le armó un programa a modo en “Tercer grado”. Y Canal Once, para mantenerse al margen en el poco, pero probable caso, de que si los resultados le fueran adversos a “ya sabe quién”, decidan soltar al tigre.

Y es que, como anotamos al principio, José Antonio Meade en el segundo debate resaltó como un verdadero hombre de Estado, no obstante que, como afirman, carga con el desprestigio del PRI; la inducida pérdida de popularidad del presidente Enrique Peña Nieto; la invitación al candidato Trump a México y las fratricidas pugnas del PRI.

Por ser Tijuana directamente afectada, las preguntas del público, más el protagonismo de la conductora, llevaron a que el problema de la migración ocupara la mayor parte del tiempo del debate, dejando el resto a los temas comercio exterior e inversión, y seguridad fronteriza y combate al crimen internacional.

Problemática que no fue tratada dentro del esquema del debate, suficientemente, por las razones que anotamos; lamentable porque ni ésta ni la problemática nacional los candidatos lo han hecho en el transcurso de la campaña. Aun así, queda “el contraste sideral entre la personalidad y la formación de López Obrador, con las de Meade y Anaya”.

“Esta vez López Obrador quiso debatir y lo único memorable fue decirle ‘Ricky Riquín Canallín’ a Ricardo Anaya y señalar que le quería robar la cartera.

“Lo anterior, ¡en un debate presidencial! Qué pobreza. Qué nivel.

“Anaya mostró conocimientos, actualizado con el mundo.

“Y López Obrador no enseñó una sola idea nueva. Ni una. Puro pasado.

“Meade pudo resultar aburrido en algunos pasajes, precisamente porque estaba hablando de cosas serias y con nivel presidencial” (Pablo Hiriart).

“No tengo la menor duda de que el más estructurado de los cuatro candidatos presidenciales que debatieron el domingo en Tijuana fue José Antonio Meade. Eran sus temas. Los conoce. Llevaba ventaja. Sabe de comercio exterior, de inversiones, de lavado de dinero y crimen transnacional…” (Francisco Garfias).

ÚLTIMASCOLUMNAS
martes 18 de mayo de 2021

El poder de los sin poder

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 11 de mayo de 2021

Tecnología y digitalización

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 04 de mayo de 2021

Elecciones, razón vs emoción

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 27 de abril de 2021

Nenis: microempresarias en la era digital

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 20 de abril de 2021

Aprendiendo a vivir con la pandemia

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 13 de abril de 2021

Startups y corporativos, una sociedad virtuosa

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 06 de abril de 2021

Funcionarios “disque” anticorrupción

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 30 de marzo de 2021

“Gaslighting”, base de la manipulación

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 23 de marzo de 2021

Pequeñas inversiones, grandes impactos

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 16 de marzo de 2021

El modelo económico “dona”

Antonio Gutiérrez Martínez

Cargar Más