/ domingo 8 de mayo de 2022

Mensaje de AMLO a los “traidores de la patria”

Por: Francisco Javier Pizarro Chávez.

El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, difundió que el 27 de septiembre de 1960, el visionario presidente Adolfo López Mateos nacionalizó la industria electrónica, advirtió a los mexicanos.

“Pueblo de México, devuelvo la energía eléctrica, que es de exclusiva propiedad de la nación, pero no se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a las inversiones extranjeras”.

No se equivocó. A partir del sexenio de Enrique Peña Nieto se privatizó el sector energético, por lo que debió ser juzgado como traición a la patria.

El presidente de la república don Lázaro Cárdenas del Río, durante la nacionalización del nuestro petróleo, ya lo había advertido también; “Ni un paso atrás”, fue la consigna.

Hoy, dijo López Obrador, “le tocó por fortuna a la energía eléctrica. El pueblo de México los dispensó de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretenden entregar nuestros recursos energéticos a intereses a la nación que conformamos”.

Una cosa obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética; sería necio afirmar que México “no requiere de la capacitación tecnológica en materia eléctrica y petrolera”.

Pero para ello, ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para “apoyarnos”, como difunden los neoliberales.

Sólo un traidor entrega a su país a los extranjeros; los mexicanos podemos hacer todo mejor que cualquier otro país,

Dice AMLO: “Cuando un gobernante extranjero me pregunta si hay posibilidad de entrar al negocio de los energéticos o la electricidad, les respondo que apenas estamos independizando a las invasiones extranjeras que nos vaciaron el país”.

Y agregó socarronamente. “Los mexicanos si queremos invertir en el petróleo americano o en su producción de energía eléctrica, por si quieren un socio extranjero”.

En México la constitución es muy clara: “Los recursos energéticos y los yacimientos petroleros son, a perpetuidad propiedad única y exclusiva del pueblo mexicano”.

El resto de las especulaciones, son traición a la patria. El artículo 51 de la Constitución de 1917, lo dejó en claro. “La Cámara de Diputados se compondrá de los representantes de la nación”.

Y agrega; “Los diputados en la medida que concurren a discutir o votar alguna norma jurídica de alcance general, que tiene que ver con todos los intereses de todo el país, y –ojo-- “no con los de una parte o de sus grupos sociales, deben actuar como REPRESENTANTES DE TODO EL PUEBLO, y no sólo de la parte que la eligió”.

Reyes Heroles lo reiteró en 1988. “No son representantes de intereses particulares, sino depositarios de los intereses de la nación”.

Dicho coloquialmente: Los partidos son para la nación y NO la nación para los partidos”.

No se dejen manipular. La democracia participativa es la que manda, no la representativa de los partidos; se requiere que se atiendan las demandas de la sociedad civil no de los neoliberales y sus partidos de Va por México.

Veremos y diremos si los ciudadanos respetan la constitución, no a los magnates y dirigentes de los partidos nefastos ajenos a la democracia, el derecho, la justicia y la igualdad social.


Por: Francisco Javier Pizarro Chávez.

El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, difundió que el 27 de septiembre de 1960, el visionario presidente Adolfo López Mateos nacionalizó la industria electrónica, advirtió a los mexicanos.

“Pueblo de México, devuelvo la energía eléctrica, que es de exclusiva propiedad de la nación, pero no se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a las inversiones extranjeras”.

No se equivocó. A partir del sexenio de Enrique Peña Nieto se privatizó el sector energético, por lo que debió ser juzgado como traición a la patria.

El presidente de la república don Lázaro Cárdenas del Río, durante la nacionalización del nuestro petróleo, ya lo había advertido también; “Ni un paso atrás”, fue la consigna.

Hoy, dijo López Obrador, “le tocó por fortuna a la energía eléctrica. El pueblo de México los dispensó de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretenden entregar nuestros recursos energéticos a intereses a la nación que conformamos”.

Una cosa obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética; sería necio afirmar que México “no requiere de la capacitación tecnológica en materia eléctrica y petrolera”.

Pero para ello, ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para “apoyarnos”, como difunden los neoliberales.

Sólo un traidor entrega a su país a los extranjeros; los mexicanos podemos hacer todo mejor que cualquier otro país,

Dice AMLO: “Cuando un gobernante extranjero me pregunta si hay posibilidad de entrar al negocio de los energéticos o la electricidad, les respondo que apenas estamos independizando a las invasiones extranjeras que nos vaciaron el país”.

Y agregó socarronamente. “Los mexicanos si queremos invertir en el petróleo americano o en su producción de energía eléctrica, por si quieren un socio extranjero”.

En México la constitución es muy clara: “Los recursos energéticos y los yacimientos petroleros son, a perpetuidad propiedad única y exclusiva del pueblo mexicano”.

El resto de las especulaciones, son traición a la patria. El artículo 51 de la Constitución de 1917, lo dejó en claro. “La Cámara de Diputados se compondrá de los representantes de la nación”.

Y agrega; “Los diputados en la medida que concurren a discutir o votar alguna norma jurídica de alcance general, que tiene que ver con todos los intereses de todo el país, y –ojo-- “no con los de una parte o de sus grupos sociales, deben actuar como REPRESENTANTES DE TODO EL PUEBLO, y no sólo de la parte que la eligió”.

Reyes Heroles lo reiteró en 1988. “No son representantes de intereses particulares, sino depositarios de los intereses de la nación”.

Dicho coloquialmente: Los partidos son para la nación y NO la nación para los partidos”.

No se dejen manipular. La democracia participativa es la que manda, no la representativa de los partidos; se requiere que se atiendan las demandas de la sociedad civil no de los neoliberales y sus partidos de Va por México.

Veremos y diremos si los ciudadanos respetan la constitución, no a los magnates y dirigentes de los partidos nefastos ajenos a la democracia, el derecho, la justicia y la igualdad social.