/ sábado 24 de julio de 2021

Mexicanas olímpicas

Las mujeres no la hemos tenido fácil en ningún ámbito y en el deporte, menos.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han iniciado un año después de lo planeado originalmente y es ocasión propicia para recordar un poco de la presencia de las mujeres en la justa olímpica de la era moderna. Hay quienes aseguran que el francés Pierre de Coubertin, padre de los Juegos Olímpicos modernos, se opuso hasta su muerte a la participación de mujeres en los mismos, y argumentaba que la presencia de la mujer en un estadio resultaba antiestética, poco interesante e incorrecta.

Incluso, en los Juegos Olímpicos de la Grecia antigua, las mujeres eran excluidas no sólo de participar sino también como espectadoras, ya que sólo las mujeres solteras podían asistir a disfrutar las competencias.

Las puertas olímpicas se abrieron muy parcialmente a las mujeres en el año 1900, en la segunda edición de las olimpiadas que se realizaron en París, Francia.

En aquellos primeros olímpicos parisinos, las mujeres pudieron participar única y exclusivamente en dos disciplinas: golf y tenis. Sólo seis mujeres participaron.

Fue hasta la edición de 1928, realizada en Amsterdam, que las puertas del olimpismo se abrieron un poco más: 300 mujeres participaron, casi el 10% del total y también pudieron competir en atletismo.

Para Londres 2012, el 46% de deportistas participantes eran mujeres (4,850 mujeres), un 4% más que en Beijing 2008.

Para las mexicanas, el nombre de María del Pilar Roldán debe ser importante, junto con el de María Teresa Ramírez. Ambas se convirtieron en las primeras mujeres en ganar medallas olímpicas en la edición celebrada en nuestro país en 1968, plata en esgrima y bronce en natación, respectivamente. Pasó un siglo completo para que una mexicana levantara una medalla de oro: Soraya Jiménez en halterofilia en Sídney 2000.

Para los segundos Juegos Olímpicos de Tokio (los primeros fueron en 1964) se contará con 33 disciplinas, entre las que destacan cuatro deportes nuevos: karate, skateboarding, escalada deportiva y surfing.

Y hay mexicanas a quienes debemos seguir: Paola Morán en atletismo, Citlali Moreno Medina, Rut Castillo Galindo y Dafne Navarro Loza, en gimnasia artística; Briseida Acosta, en taekwondo; Alejandra Valencia, en tiro con arco; Gaby López y María José Fassi Álvarez, en golf; Laura Esther Galván Rodríguez, Alegna González Muñoz, Ilse Ariadna Guerrero Rodarte y Valeria Ortuño Martínez, en atletismo; Andrea Soraya Ramírez Limón, Úrsula Patricia Sánchez García, Daniela Torres Huerta, en maratón; Haramara Gaitan Fausto, en bádminton; el equipo de softbol femenil; Esmeralda Falcón Reyes y Brianda Tamara Cruz Sandoval, en boxeo; Sofía Reynoso Díaz Barriga, en canotaje; Luz Daniela Gaxiola Gonzalez, Victoria Velasco Fuentes y Yuli Paola Verdugo Osuna, en ciclismo; Martha Fernanda del Valle Quirarte, en equitación; Byanca Melissa Rodríguez Villanueva, en natación, y muchas otras más a quienes deseo todo el éxito.

Las mujeres no la hemos tenido fácil en ningún ámbito y en el deporte, menos.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han iniciado un año después de lo planeado originalmente y es ocasión propicia para recordar un poco de la presencia de las mujeres en la justa olímpica de la era moderna. Hay quienes aseguran que el francés Pierre de Coubertin, padre de los Juegos Olímpicos modernos, se opuso hasta su muerte a la participación de mujeres en los mismos, y argumentaba que la presencia de la mujer en un estadio resultaba antiestética, poco interesante e incorrecta.

Incluso, en los Juegos Olímpicos de la Grecia antigua, las mujeres eran excluidas no sólo de participar sino también como espectadoras, ya que sólo las mujeres solteras podían asistir a disfrutar las competencias.

Las puertas olímpicas se abrieron muy parcialmente a las mujeres en el año 1900, en la segunda edición de las olimpiadas que se realizaron en París, Francia.

En aquellos primeros olímpicos parisinos, las mujeres pudieron participar única y exclusivamente en dos disciplinas: golf y tenis. Sólo seis mujeres participaron.

Fue hasta la edición de 1928, realizada en Amsterdam, que las puertas del olimpismo se abrieron un poco más: 300 mujeres participaron, casi el 10% del total y también pudieron competir en atletismo.

Para Londres 2012, el 46% de deportistas participantes eran mujeres (4,850 mujeres), un 4% más que en Beijing 2008.

Para las mexicanas, el nombre de María del Pilar Roldán debe ser importante, junto con el de María Teresa Ramírez. Ambas se convirtieron en las primeras mujeres en ganar medallas olímpicas en la edición celebrada en nuestro país en 1968, plata en esgrima y bronce en natación, respectivamente. Pasó un siglo completo para que una mexicana levantara una medalla de oro: Soraya Jiménez en halterofilia en Sídney 2000.

Para los segundos Juegos Olímpicos de Tokio (los primeros fueron en 1964) se contará con 33 disciplinas, entre las que destacan cuatro deportes nuevos: karate, skateboarding, escalada deportiva y surfing.

Y hay mexicanas a quienes debemos seguir: Paola Morán en atletismo, Citlali Moreno Medina, Rut Castillo Galindo y Dafne Navarro Loza, en gimnasia artística; Briseida Acosta, en taekwondo; Alejandra Valencia, en tiro con arco; Gaby López y María José Fassi Álvarez, en golf; Laura Esther Galván Rodríguez, Alegna González Muñoz, Ilse Ariadna Guerrero Rodarte y Valeria Ortuño Martínez, en atletismo; Andrea Soraya Ramírez Limón, Úrsula Patricia Sánchez García, Daniela Torres Huerta, en maratón; Haramara Gaitan Fausto, en bádminton; el equipo de softbol femenil; Esmeralda Falcón Reyes y Brianda Tamara Cruz Sandoval, en boxeo; Sofía Reynoso Díaz Barriga, en canotaje; Luz Daniela Gaxiola Gonzalez, Victoria Velasco Fuentes y Yuli Paola Verdugo Osuna, en ciclismo; Martha Fernanda del Valle Quirarte, en equitación; Byanca Melissa Rodríguez Villanueva, en natación, y muchas otras más a quienes deseo todo el éxito.