/ jueves 25 de octubre de 2018

Mexicanos xenófobos

Las imágenes son impresionantes, un éxodo de centroamericanos cruzando la frontera sur de nuestro país; hombres, mujeres y niños. Todos en busca de mejores condiciones de vida, ninguno haciéndolo por gusto. Todos dispuestos a cruzar un territorio que no ofrece ninguna seguridad, repleto de narcotraficantes que no dudarán en usarlos como “mulas” y a matarles. Y encima de todo ello, hay voces mexicanas xenófobas, sí, en este país, expulsador masivo de esas mismas personas que una vez cruzando el río Bravo se convierten en lo mismo que los centroamericanos: migrantes.

Causas, lector, causas. La mitad de los hogares salvadoreños vive restricciones debido a la inseguridad pública. Persiste la baja educación de adultos, falta de acceso a la seguridad social, subempleo e inestabilidad en el trabajo, restricciones debido a la inseguridad.

Guatemala es considerado el país de la región con el más elevado nivel de criminalidad en el último año, tan sólo por debajo de Afganistán.

De acuerdo a diferentes organismos de la ONU, Centroamérica es la región donde existe la mayor desigualdad social del planeta. En Guatemala, el país más poblado de la región, con casi 13 millones de habitantes, y la economía centroamericana más fuerte con un Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de 2.535 dólares, casi 7 millones de personas son pobres y 2 millones viven en extrema pobreza.

Por qué no habrían de buscar mejores condiciones de vida, sabiendo que el “sueño americano” está cruzando el infierno mexicano y que cruzar ese infierno vale la pena. Que en el caso de las mujeres y niñas saben que el riesgo es doble, pues muchas de ellas son violadas en este éxodo, pero qué es eso, México es sólo un territorio de paso, porque estoy segura de que ningún centroamericano piensa siquiera en la posibilidad de residir en México, porque simple y llanamente no mejoraría la situación de la cual huye, al contrario.

Mexicanos xenófobos han salido de su hipócrita guarida para llamar la atención acerca de la “invasión” de centroamericanos. Reclaman que no son formas, y llaman a la construcción de un muro, diciendo que ahora comprenden a Donald Trump, que viéndolo así, tiene razón… la empatía a miles de kilómetros.

Sin embargo, y no se puede dejar de mencionar, ha habido múltiples pruebas de solidaridad de mexicanos que a lo largo de la caravana han ayudado, con lo que pueden y con lo que tienen, a estos miles de migrantes porque muchos reconocen la necesidad en sí mismos.

Reflexionar acerca de las causas y los porqué debería ser suficiente para pensar que no se trata de una invasión, se trata de sobrevivencia, de humanidad, algo de lo que últimamente se carece.










Las imágenes son impresionantes, un éxodo de centroamericanos cruzando la frontera sur de nuestro país; hombres, mujeres y niños. Todos en busca de mejores condiciones de vida, ninguno haciéndolo por gusto. Todos dispuestos a cruzar un territorio que no ofrece ninguna seguridad, repleto de narcotraficantes que no dudarán en usarlos como “mulas” y a matarles. Y encima de todo ello, hay voces mexicanas xenófobas, sí, en este país, expulsador masivo de esas mismas personas que una vez cruzando el río Bravo se convierten en lo mismo que los centroamericanos: migrantes.

Causas, lector, causas. La mitad de los hogares salvadoreños vive restricciones debido a la inseguridad pública. Persiste la baja educación de adultos, falta de acceso a la seguridad social, subempleo e inestabilidad en el trabajo, restricciones debido a la inseguridad.

Guatemala es considerado el país de la región con el más elevado nivel de criminalidad en el último año, tan sólo por debajo de Afganistán.

De acuerdo a diferentes organismos de la ONU, Centroamérica es la región donde existe la mayor desigualdad social del planeta. En Guatemala, el país más poblado de la región, con casi 13 millones de habitantes, y la economía centroamericana más fuerte con un Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de 2.535 dólares, casi 7 millones de personas son pobres y 2 millones viven en extrema pobreza.

Por qué no habrían de buscar mejores condiciones de vida, sabiendo que el “sueño americano” está cruzando el infierno mexicano y que cruzar ese infierno vale la pena. Que en el caso de las mujeres y niñas saben que el riesgo es doble, pues muchas de ellas son violadas en este éxodo, pero qué es eso, México es sólo un territorio de paso, porque estoy segura de que ningún centroamericano piensa siquiera en la posibilidad de residir en México, porque simple y llanamente no mejoraría la situación de la cual huye, al contrario.

Mexicanos xenófobos han salido de su hipócrita guarida para llamar la atención acerca de la “invasión” de centroamericanos. Reclaman que no son formas, y llaman a la construcción de un muro, diciendo que ahora comprenden a Donald Trump, que viéndolo así, tiene razón… la empatía a miles de kilómetros.

Sin embargo, y no se puede dejar de mencionar, ha habido múltiples pruebas de solidaridad de mexicanos que a lo largo de la caravana han ayudado, con lo que pueden y con lo que tienen, a estos miles de migrantes porque muchos reconocen la necesidad en sí mismos.

Reflexionar acerca de las causas y los porqué debería ser suficiente para pensar que no se trata de una invasión, se trata de sobrevivencia, de humanidad, algo de lo que últimamente se carece.