/ jueves 20 de diciembre de 2018

México con sus jóvenes

Un tema por demás controversial en los últimos tiempos en nuestro país tiene que ver con el tema de la juventud en clara alusión a su relación con la falta de oportunidades de estudio o trabajo y que, en tiempos recientes, se les ha denominado jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis), lo cual, de acuerdo con lo establecido con diversos estudios, tiene un efecto importante en aspectos tan delicados como la inseguridad, al ser orillados a participar en las redes de la delincuencia.

En alusión a lo anterior y retomando el estudio que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Universidad de Oxford (OU) recién acaban de publicar la semana pasada en el libro “Millenials en América Latina y el Caribe ¿Trabajar o estudiar?”, desde donde se desprenden interesantes análisis sobre lo que sucede con este grupo de jóvenes que se encuentran entre los 15 y los 24 años.

Un primer aspecto que observo y comparto, tiene que ver con el optimismo con el futuro que presentan ante la vida y el trabajo, donde un universo de 81% de todos los jóvenes de este rango de edad aspira a terminar la educación superior, y un 91% tiene la esperanza de alcanzar el trabajo deseado, en contraste con la cruda realidad que la sociedad les ofrece para poder alcanzar dichos sueños por la falta de oportunidades.

Dentro de los aspectos negativos que señala el documento, está en que uno de cada tres jóvenes de este rango ya tuvieron hijos en la adolescencia, así como que la condición de nini tiene rostro de mujer, especialmente en el grupo de edad de 19 a 24 años, debido a que el que 40% de las mujeres no estudia y no trabaja, en comparación con el 8% de la población masculina de este mismo grupo de edad.

A pesar de lo anterior, el documento especifica que dicho grupo de jóvenes no se encuentran ociosos como mucha gente pudiera presumir, sólo que la condición social le presenta un menor número de oportunidades, porque nacieron en hogares cuyos padres presentan una menor movilidad social ascendente, en comparación con jóvenes más favorecidos, sin embargo, la gran mayoría está buscando trabajo, cuida a familiares y/o apoya en las labores domésticas de su hogar.

Es por ello que cuando se observa en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para este 2019 un incremento de 932% a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), que es donde se insertará el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que pagará 3,600 pesos mensuales a los más de 2 millones 300 mil jóvenes que trabajen por un año en empresas como becarios o aprendices, pienso que puede ser un buen aliciente para que estos millones de jovenes cumplan con sus sueños.

Feliz Navidad y próspero año 2019.

Un tema por demás controversial en los últimos tiempos en nuestro país tiene que ver con el tema de la juventud en clara alusión a su relación con la falta de oportunidades de estudio o trabajo y que, en tiempos recientes, se les ha denominado jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis), lo cual, de acuerdo con lo establecido con diversos estudios, tiene un efecto importante en aspectos tan delicados como la inseguridad, al ser orillados a participar en las redes de la delincuencia.

En alusión a lo anterior y retomando el estudio que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Universidad de Oxford (OU) recién acaban de publicar la semana pasada en el libro “Millenials en América Latina y el Caribe ¿Trabajar o estudiar?”, desde donde se desprenden interesantes análisis sobre lo que sucede con este grupo de jóvenes que se encuentran entre los 15 y los 24 años.

Un primer aspecto que observo y comparto, tiene que ver con el optimismo con el futuro que presentan ante la vida y el trabajo, donde un universo de 81% de todos los jóvenes de este rango de edad aspira a terminar la educación superior, y un 91% tiene la esperanza de alcanzar el trabajo deseado, en contraste con la cruda realidad que la sociedad les ofrece para poder alcanzar dichos sueños por la falta de oportunidades.

Dentro de los aspectos negativos que señala el documento, está en que uno de cada tres jóvenes de este rango ya tuvieron hijos en la adolescencia, así como que la condición de nini tiene rostro de mujer, especialmente en el grupo de edad de 19 a 24 años, debido a que el que 40% de las mujeres no estudia y no trabaja, en comparación con el 8% de la población masculina de este mismo grupo de edad.

A pesar de lo anterior, el documento especifica que dicho grupo de jóvenes no se encuentran ociosos como mucha gente pudiera presumir, sólo que la condición social le presenta un menor número de oportunidades, porque nacieron en hogares cuyos padres presentan una menor movilidad social ascendente, en comparación con jóvenes más favorecidos, sin embargo, la gran mayoría está buscando trabajo, cuida a familiares y/o apoya en las labores domésticas de su hogar.

Es por ello que cuando se observa en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para este 2019 un incremento de 932% a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), que es donde se insertará el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que pagará 3,600 pesos mensuales a los más de 2 millones 300 mil jóvenes que trabajen por un año en empresas como becarios o aprendices, pienso que puede ser un buen aliciente para que estos millones de jovenes cumplan con sus sueños.

Feliz Navidad y próspero año 2019.