En plena crisis de salud causada por la pandemia, de nueva cuenta México es noticia negativa, al ser considerado como el país más peligroso para ejercer el periodismo en el mundo, según el último informe de la UNESCO.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) informó que durante el periodo 2018-2019 hubo 156 asesinatos de periodistas en todo el mundo. México registró 12 crímenes.
En la última década se han contabilizado 57 crímenes de periodistas en nuestro país. De éstos, 47 fueron durante el mandato de Enrique Peña Nieto y 16 en el actual de Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, de 2000 a la fecha, ARTICLE 19 ha documentado 136 asesinatos de periodistas en posible relación con su labor. Del total, 125 son hombres y 11 son mujeres. Lo lamentable es que nueve de cada diez ataques mortales quedan impunes.
Organismos internacionales, como la UNESCO, ONU, Reporteros Sin Fronteras y Artículo 19 consideran a México como uno de los países más peligrosos para ejercer la libertad de expresión en el mundo. Los datos no mienten.
Y al cierre del 2020, no baja la tendencia de violencia contra los comunicadores, ya que se han registrado el asesinato de 19 periodistas, cifra que lo que convierte en el año con más homicidios de la última década.
En la lista de crímenes ya se incluye al chihuahuense Arturo Alba Medina, conductor de Multimedios en Ciudad Juárez, quien el pasado 29 de octubre fue privado de la vida por dos sujetos armados.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, confirmó el pasado 24 de noviembre la grave situación que se vive en México respecto a los homicidios y agravios cometidos contra personas periodistas.
Del primero de diciembre de 2018 a la fecha van 38 homicidios: 2 en diciembre de 2018, 17 en 2019 y 19 en 2020; siendo cinco estados —Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Tamaulipas y Chihuahua— los que concentran más del 51 por ciento de los homicidios contra periodistas.
Desde el 2017 han sido asesinados seis periodistas que se encontraban en el Mecanismo Nacional de Protección a Periodistas. Hay otros delitos que han ido en aumento en los últimos cinco años, como agresiones físicas y verbales, de los cuales ya se contabilizan mil 52 agresiones. El 40.87 por ciento de estos delitos son directamente de los funcionarios públicos.
Además del dolor familiar de perder un ser querido, de atentar contra la libertad de expresión y la democracia de una nación, un 98 por ciento de los casos siguen estando marcados por la impunidad.
El mecanismo federal de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos tiene en sus listas a mil 313 personas de los cuales 426 son periodistas y 887 defensores de Derechos Humanos. Otra muestra del peligro que se vive en México por la defensa de las libertades.
En las últimas dos décadas en Chihuahua han perdido la vida 23 periodistas. Durante la administración del gobernador Javier Corral Jurado, fueron asesinados los comunicadores Jesús Adrián Rodríguez Samaniego, Miroslava Breach Velducea y Arturo Alba Medina.
El Estado mexicano tiene la obligación de proteger a los trabajadores de los diversos medios de comunicación ( tradicionales o plataformas digitales) y esclarecer la totalidad de los delitos cometidos. Urge la rendición de cuentas.
La propia ONU hizo un llamado a todo el mundo a unirse a la campaña #EndImpunity, que busca poner de relieve algunos de los riesgos que los periodistas afrontan en su búsqueda por descubrir la verdad.
Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, destacó: “Cuando se ataca a un periodista, toda la sociedad paga el precio. Si no protegemos a los periodistas, nuestra capacidad para mantenernos informados y adoptar decisiones fundamentadas se ve gravemente obstaculizada”.
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