En el diccionario de las aberraciones políticas mexicanas existe un nuevo significado (porque hay muchas) al concepto “mezquindad”. Este corrió a cuenta del panismo representado en el Congreso estatal, que ante la tragedia ocurrida en el puerto de Acapulco debido al huracán Otis, se negó a que el congreso en su totalidad, es decir que los 33 diputados donarán un mes de sueldo para las y los damnificados de este fenómeno natural. Hay que tener la cara muy dura para haber hecho esto y aún tratar de justificar el porqué a esta negativa.
Los fenómenos naturales debidos principalmente al cambio climático, responsabilidad de los seres humanos, son cada vez más frecuentes. De acuerdo a un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la región de América es la segunda más propensa a las catástrofes por fenómenos naturales del mundo, pues desde el 2000, 152 millones de personas han sido afectados por mil 205 desastres entre los que se cuentan inundaciones, huracanes y tormentas, terremotos, sequías, incendios, temperaturas extremas y eventos volcánicos.
Con 36 desaparecidos y 43 personas fallecidas, y una economía por lo pronto destrozada que depende mayormente del turismo, el puerto de Acapulco no necesita regateos ni mezquindades, o sea, la actitud de los congresistas panistas, sobra. Mientras que el gobierno y sociedad civil, cada uno desde sus trincheras han aportado, resulta por demás vergonzosa la actitud de los panistas.
La “justificación” de los legisladores se debió a que, según ellos, la propuesta venía de la virtual candidata presidencial de la Cuarta Transformación y que de ahí una diputada local de Morena la habría llevado al pleno. ¡Habrase visto! A los panistas les importo más de dónde venía la propuesta, que las personas que se beneficiarían con ella. Resulta, insisto, vergonzante porque ante las condiciones que dejo Otis, es apremiante la ayuda que cualquiera, literal, cualquier persona pueda hacer a esta causa.
Al descubierto, y de la peor manera posible el modus operandi de la responsable “oposición” que tenemos en este país, porque si hay una propuesta justa proveniente de Morena o del PT, que ayude a resolver cualquier situación, la oposición responsable no la respaldará porque no se gestó en el PAN. ¡Vaya!, otra vez, mezquindad. Falto de generosidad y nobleza, y excesivo apego al interés material. Esa es la definición y eso son los panistas. Que lastima que este tipo de personas representen a una parte de las y los chihuahuenses, porque no todos somos así, es más, el grueso de nosotros hemos aportado sin tomar en cuenta de dónde viene la gran idea.
Y para cerrar con broche de oro esta actuación de los panistas, la declaración de la gobernadora no tiene parangón. Respecto a la Torre Centinela, parte de una mentada Plataforma de seguridad pública completamente fallido, le preguntan acerca de los problemas que ha habido en su construcción, minimiza y desacredita lo que a todas luces se venía venir: la torre, junto a la estratégica, es un completo fracaso.
Pero claro, a ella que le puede importar los 4 mil 200 millones de pesos que según el Secretario de Hacienda de Chihuahua costara la mentaba Torre que ahora ella lo señala como “ladrillos y varillas”, las cuales pagaremos con nuestro dinero.
El panismo revelándose tal cual mezquino que es, lo cual al final del día no hace más que confirmar la naturaleza de la “oposición” que el 2024 será olvidada.