/ miércoles 25 de agosto de 2021

Mi compromiso es con México

Por: Zulma Chacón

En distintos medios y redes sociales hemos visto imágenes dolorosas de lo que se vive actualmente en Afganistán, lo que será sin duda una crisis humanitaria y de derechos humanos inevitable a partir de este momento.

Las mujeres y las niñas afganas serán las más perjudicadas con los talibanes en el poder, la facción política-paramilitar les ha dejado claro que seguirán los principios de la ley islámica o Sharía (“el camino claro hacia el agua”), en la que los derechos de las mujeres se ven totalmente vulnerados. Las mujeres no pueden trabajar o circular solas por la calle, y a las niñas mayores de 10 años se les prohíbe asistir a la escuela y al salir tienen que portar la burka (traje que impide ver completamente el cuerpo de la mujer).

México se ha tardado en reconocer el papel de la mujer, pues han pasado 68 años desde que se promulgó la reforma constitucional para que las mujeres mexicanas gozaran de ciudadanía plena, y sólo hemos tenido en el país quince gobernadoras, nueve hasta 2021 y seis en las pasadas elecciones (hecho histórico): Griselda Álvarez Ponce de León 1979-1985; Beatriz Paredes Rangel 1987-1992; Dulce María Sauri Riancho 1991-1993; Rosario Robles Berlanga 1999-2000; Amalia García Medina 2004-2010; Ivonne Ortega Pacheco 2007-2012; Claudia Pavlovich Arellano 2015-2021; Claudia Sheinbaum Pardo (actual jefa de Gobierno de la CdMx); y Martha Érika Alonso Hidalgo (esta última murió en un accidente aéreo a diez días de asumir el gobierno); gobernadoras electas: Maru Campos en Chihuahua; Evelyn Salgado en Guerrero, Indira Vizcaíno en Colima; Lorena Cuéllar en Tlaxcala; Layda Sensores en Campeche, y Marina del Pilar Ávila en Baja California.

Tenemos que seguir unidas, trabajando para que una mujer llegue a ocupar el cargo de presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Para ello, urge fortalecer el papel transformador de las mujeres en la esfera política, fortalecer nuestra ciudadanía y lo que ello implica; impulsar el cambio en las relaciones humanas y ser capaces de incidir en espacios de toma de decisiones; capaces de elaborar un proyecto que articule nuestras demandas más específicas con otras más generales de justicia social y democracia. Debemos refrendar nuestro compromiso con México, seguir luchando y mantener vigentes los derechos ganados al igual que las obligaciones.

Hoy, como ayer, tenemos un compromiso con nuestras mujeres y nosotras mismas; el compromiso de no parar hasta conseguir que en cada escuela, centro de trabajo, en la calle misma, de cualquier lugar del mundo no haya una mujer víctima de la inequidad, la violencia y la discriminación.

Que no nos obliguen a portar un “burka invisible” para que callemos las injusticias que siguen prevaleciendo hoy en día y que algunas mujeres callan por una cuota de poder, que las lealtades o compromisos con algún partido político o gobierno no sean la sumisión ante los intereses personales o arreglos “en lo oscurito” de quien ostenta el poder.

Refrendo mi compromiso con México y mi familia desde la trinchera que me encuentre.

Por: Zulma Chacón

En distintos medios y redes sociales hemos visto imágenes dolorosas de lo que se vive actualmente en Afganistán, lo que será sin duda una crisis humanitaria y de derechos humanos inevitable a partir de este momento.

Las mujeres y las niñas afganas serán las más perjudicadas con los talibanes en el poder, la facción política-paramilitar les ha dejado claro que seguirán los principios de la ley islámica o Sharía (“el camino claro hacia el agua”), en la que los derechos de las mujeres se ven totalmente vulnerados. Las mujeres no pueden trabajar o circular solas por la calle, y a las niñas mayores de 10 años se les prohíbe asistir a la escuela y al salir tienen que portar la burka (traje que impide ver completamente el cuerpo de la mujer).

México se ha tardado en reconocer el papel de la mujer, pues han pasado 68 años desde que se promulgó la reforma constitucional para que las mujeres mexicanas gozaran de ciudadanía plena, y sólo hemos tenido en el país quince gobernadoras, nueve hasta 2021 y seis en las pasadas elecciones (hecho histórico): Griselda Álvarez Ponce de León 1979-1985; Beatriz Paredes Rangel 1987-1992; Dulce María Sauri Riancho 1991-1993; Rosario Robles Berlanga 1999-2000; Amalia García Medina 2004-2010; Ivonne Ortega Pacheco 2007-2012; Claudia Pavlovich Arellano 2015-2021; Claudia Sheinbaum Pardo (actual jefa de Gobierno de la CdMx); y Martha Érika Alonso Hidalgo (esta última murió en un accidente aéreo a diez días de asumir el gobierno); gobernadoras electas: Maru Campos en Chihuahua; Evelyn Salgado en Guerrero, Indira Vizcaíno en Colima; Lorena Cuéllar en Tlaxcala; Layda Sensores en Campeche, y Marina del Pilar Ávila en Baja California.

Tenemos que seguir unidas, trabajando para que una mujer llegue a ocupar el cargo de presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Para ello, urge fortalecer el papel transformador de las mujeres en la esfera política, fortalecer nuestra ciudadanía y lo que ello implica; impulsar el cambio en las relaciones humanas y ser capaces de incidir en espacios de toma de decisiones; capaces de elaborar un proyecto que articule nuestras demandas más específicas con otras más generales de justicia social y democracia. Debemos refrendar nuestro compromiso con México, seguir luchando y mantener vigentes los derechos ganados al igual que las obligaciones.

Hoy, como ayer, tenemos un compromiso con nuestras mujeres y nosotras mismas; el compromiso de no parar hasta conseguir que en cada escuela, centro de trabajo, en la calle misma, de cualquier lugar del mundo no haya una mujer víctima de la inequidad, la violencia y la discriminación.

Que no nos obliguen a portar un “burka invisible” para que callemos las injusticias que siguen prevaleciendo hoy en día y que algunas mujeres callan por una cuota de poder, que las lealtades o compromisos con algún partido político o gobierno no sean la sumisión ante los intereses personales o arreglos “en lo oscurito” de quien ostenta el poder.

Refrendo mi compromiso con México y mi familia desde la trinchera que me encuentre.