/ viernes 19 de junio de 2020

Modelos exitosos de desarrollo


La pobreza siempre ha estado presente en el devenir histórico, hace doscientos años el 95% de la población mundial era pobre, actualmente el 65% de la población en el mundo vive en pobreza, y se estima que en 2050 sólo el 25% seguirá viviendo en la pobreza. La situación económica en el mundo ha mejorado, aunque se tenga la percepción contraria. El número de pobres crece considerablemente en México, a diferencia de países como Corea del Sur y Singapur, que no hace muchas décadas estaban devastados, entre conflictos y guerras, no obstante, con las políticas públicas que implementaron, tuvieron crecimientos sustanciales y de ser países muy pobres, pasaron a ser economías sobresalientes, sus gobiernos aplicaron a tiempo y con éxito acciones y programas que ahora están dando frutos, han logrado reducir el número de pobres y por ende mejorar el nivel de vida de sus habitantes, el milagro económico de los mismos se basó en gran parte en la educación de calidad, que por desgracia en México sigue en ciernes.

En nuestro país las condiciones económicas están peor que nunca, la crisis que se vive por la falta de asertividad en políticas públicas es preocupante, y la pandemia ha complicado la situación, dejando sin empleo prematuramente a más de un millón de trabajadores entre febrero y mayo, según datos del IMSS.

Existen modelos importantes que varios países están adoptando para salir de la pobreza, bajo la máxima de que a los pobres no hay que darles pescado para comer un día, hay que enseñarles a pescar para que coman siempre, esto es, darles oportunidades para que trabajen y vivan con decoro y dignidad. Son modelos exitosos, se llevan tiempo pero son efectivos, como ejemplo está el programa de Muhammad Yunus, galardonado con el premio Nobel de la Paz en 2006, creador del Banco de los pobres en Bangladesh, quien ante la explotación laboral de que eran víctimas los más pobres en su país, operó una banca de carácter social a través del otorgamiento de microcréditos a emprendedores, que se van pagando con las ganancias del trabajo, y a su vez generan un fondo para el otorgamiento de miles de microcréditos, permitiendo mejores condiciones de vida con base en el trabajo; como dato adicional, más del 90% de los microcréditos son para mujeres, quienes con gran sentido de responsabilidad trabajan y pagan a tiempo y ellas garantizan que las ganancias se apliquen en beneficio de los hijos, quienes gracias a estos modelos de desarrollo tienen alimentación asegurada, habitan en viviendas con mejores servicios y adquieren oportunidades para estudiar. Si se aplicara este tipo de modelos en México, con los recursos multimillonarios de programas que regala el gobierno federal, que van a fondo perdido, y que de nada sirven para el desarrollo económico, otro derrotero tendríamos.


La pobreza siempre ha estado presente en el devenir histórico, hace doscientos años el 95% de la población mundial era pobre, actualmente el 65% de la población en el mundo vive en pobreza, y se estima que en 2050 sólo el 25% seguirá viviendo en la pobreza. La situación económica en el mundo ha mejorado, aunque se tenga la percepción contraria. El número de pobres crece considerablemente en México, a diferencia de países como Corea del Sur y Singapur, que no hace muchas décadas estaban devastados, entre conflictos y guerras, no obstante, con las políticas públicas que implementaron, tuvieron crecimientos sustanciales y de ser países muy pobres, pasaron a ser economías sobresalientes, sus gobiernos aplicaron a tiempo y con éxito acciones y programas que ahora están dando frutos, han logrado reducir el número de pobres y por ende mejorar el nivel de vida de sus habitantes, el milagro económico de los mismos se basó en gran parte en la educación de calidad, que por desgracia en México sigue en ciernes.

En nuestro país las condiciones económicas están peor que nunca, la crisis que se vive por la falta de asertividad en políticas públicas es preocupante, y la pandemia ha complicado la situación, dejando sin empleo prematuramente a más de un millón de trabajadores entre febrero y mayo, según datos del IMSS.

Existen modelos importantes que varios países están adoptando para salir de la pobreza, bajo la máxima de que a los pobres no hay que darles pescado para comer un día, hay que enseñarles a pescar para que coman siempre, esto es, darles oportunidades para que trabajen y vivan con decoro y dignidad. Son modelos exitosos, se llevan tiempo pero son efectivos, como ejemplo está el programa de Muhammad Yunus, galardonado con el premio Nobel de la Paz en 2006, creador del Banco de los pobres en Bangladesh, quien ante la explotación laboral de que eran víctimas los más pobres en su país, operó una banca de carácter social a través del otorgamiento de microcréditos a emprendedores, que se van pagando con las ganancias del trabajo, y a su vez generan un fondo para el otorgamiento de miles de microcréditos, permitiendo mejores condiciones de vida con base en el trabajo; como dato adicional, más del 90% de los microcréditos son para mujeres, quienes con gran sentido de responsabilidad trabajan y pagan a tiempo y ellas garantizan que las ganancias se apliquen en beneficio de los hijos, quienes gracias a estos modelos de desarrollo tienen alimentación asegurada, habitan en viviendas con mejores servicios y adquieren oportunidades para estudiar. Si se aplicara este tipo de modelos en México, con los recursos multimillonarios de programas que regala el gobierno federal, que van a fondo perdido, y que de nada sirven para el desarrollo económico, otro derrotero tendríamos.